"Cuando frecuentaba el bosque de pequeña, me decían que una serpiente podría picarme, que podría coger una flor venenosa o que los duendes me podrían raptar, pero continué yendo y no encontré sino ángeles, mucho más tímidos ante mí de lo que yo pudiera sentirme ante ellos".
Emily Dickinson
Me gusta ver el vaho de mi aliento,
las ondas del rio,
los hilos de seda que se cruzan entre los arboles,
las horquillas donde descansa la vid.
Me gusta oir los ecos,
los zumbidos,
los murmullos del bosque.
Me gusta sentir el empuje amoroso de las raíces
a través de la tierra,
el latido de mi corazón,
la sangre que inunda mis pulmones,
el aire puro que los orea
en inspiraciones y espiraciones amplias.
Me gusta olfatear las hojas verdes
y las hojas secas,
las rocas negruzcas de la playa
y el heno que se apila en los pajares.
Me gusta oir el escandalo de mi voz, forjando palabras que se pierden en los remolinos del viento.
Me gusta besar
y alcanzar el corazón de todos los hombres con mis brazos
Me gusta ver entre los árboles
el juego de luces y sombras cuando la brisa agita las ramas.
"-Uno hubiera dicho que había un pozo enorme detrás de los ojos, colmado de siglos de recuerdos y con una larga, lenta y sólida reflexión; pero en la superficie centelleaba el presente: como el sol que centellea en las hojas exteriores de un árbol enorme, o sobre las ondulaciones de un lago muy profundo. No lo sé, pero parecía algo que crecía de la tierra, o que quizá dormía y era a la vez raíz y hojas, tierra y cielo, y que hubiera despertado de pronto y te examinase con la misma lenta atención que había dedicado a sus propios asuntos interiores durante años interminables."
J.R.R. Tolkien
Música: Les Paul & Mary Ford: Cinco Robles
Precioso, monsieur! Tanto los textos como las imagenes. Que lujo! Esa que tiene el sol asomando entre los arboles me ha robado el corazon.
ResponderEliminarFeliz domingo
Bisous
Bonitas fotos, bonitas letras, bonita música ………¡bonito mensaje!.
ResponderEliminarPor mi parte solo gracias.
Preciosas fotos,preciosas.Los arboles me encantan y los retrataste muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
En realidad, Madame, esto es el retrato de un fracaso: ¡yo salí a buscar setas! Pero me encontré con esta luz de otoño entre los robles, aparecieron los ents, los duendes de la Dickinson y los himnos de Whitman... y me volví sin una triste senderuela.
ResponderEliminarFeliz domingo, Madame
Tú conoces bien los originales, juno.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, José Manuel. La verdad es que los robles están ahora en el momento más espectacular del año, es difícil fallar con ellos.
ResponderEliminarAbrazos
Que boooooooooonito. Puedes ir a buscar setas esta tarde, Xibeliuss y hacer más fotos... :)
ResponderEliminarMe han gustado mucho los textos también, sobre todo el de Withman que le tengo enchufe...Un abrazo y feliz domingo.
Gracias, alma. Es curioso (o no): Cuando vivía en la ciudad, el Aullido de Ginsberg me parecía la cumbre de la poesía norteamericana -con permiso de Poe. Pero ahora cada vez me llena más Whitman! ¿Por qué será?
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Para mí no hay un árbol más bonito que el roble( el carbayu, como se dice aquí).
ResponderEliminarMuy bonita la entrada, amigo Xibeliuss!
Un saludo!
Vaya luz más espectacular,los textos acompañan muy bien,lo que no te va a acompañar es un revueltillo de setas,jajaja.
ResponderEliminarAbrazos.
Hermosas fotos.
ResponderEliminarPor cierto que las zonas que componen A Veiga, O Bolo y Viana do Bolo formaban la archidiócesis de Robleda (o Robledo), según he leído en algún lado.
Ha sido un placer, Xibeliuss. Lo he visto sin música y me ha dejado maravillada.
ResponderEliminar¡Gracias por compartirlo!
No se si es la palabra exacta pero es un buen homenaje al Robledal, las fotos que te voy a decir...me encantan!!, sobre todo las tres de abajo.
ResponderEliminarUn abrazo Xibeliuss
mas que "carbayus" me parecen cerquiños, melojos, rebollos, tozas,... que por todos esos nombres se les conocen y robles cuando no aparecen junto a ellos carballos, carbalhos, carbayus
ResponderEliminarpreciosos lugares! y bien retratados
Como dicen mis hijos, con esta entrada ALUCINO A COLORES, nunca mejor dicho. Fabulosa. Quiero ir este final de mes al ROBLEDAL, y sentir, oler, caminar, ... Gracias por este post.
ResponderEliminarHola Xibelius, las fotos estan bien, los textos estupendos, pero la canción elegida para acompañar me parece sublime.
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi
Enhorabuena, soberbio y precioso post.
ResponderEliminarjeje, ahora lo entiendo todo, nada que envidiar al viejo roblón de Foldada. Maravillosas fotos, Xibelius. Abrazos ;-)
ResponderEliminarPablo, en Sanabria el roble ES el paisaje. Si, tenemos castaños, tejos, fresnos, nogales... pero la hoja de roble es casi nuestra bandera.
ResponderEliminarUn abrazo!
Jjejeje fosi, otra vez será. De todas maneras, la temporada de setas está siendo un pelín pobre. Para alguna tortilla y poco más :)
ResponderEliminarAbrazos
Logio, aquí tenemos Robleda y Robledo como pueblos, y luego la comarca de La Carballeda. Estamos marcados!
ResponderEliminarAnderea, para mi es un placer enseñarlo. Gracias por pasarte y un abrazo
ResponderEliminarSí, Arena: es un homenaje al roble... y a la luz de otoño.
ResponderEliminarAbrazos
Meloxos, reboullos, touzas en sanabrés... Esta ha sido una entrada un poco a tu estilo, pero con mi incontinencia de siempre
ResponderEliminarValverde, como digo por ahí arriba, ahora están en su momento más espectacular. Aguantarán todavía un tiempo.
ResponderEliminarAbrazos
Abi, es del "científico loco" que inventó la guitarra eléctrica... y unas cuantas cosas más. Es apostar sobre seguro.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Emilio. La verdad es que a mí también me gusta mucho :)
ResponderEliminarCuando vi tu entrada, Carzum, ya andaba preparando ésta y me dije: mira, sincronizados!
ResponderEliminarUn abrazo
me da mucha envida... nunca he estado en un robledal, yo soy de tierra de pinares, alguna que otra dehesa de encinas,... y las fotos como siempre espectaculares.
ResponderEliminarPreciosas fotografías y textos, Xibeliuss. La del roble en contrapicado me parece realmente espectacular. Muy hermoso hoy el paseo desde esa luz del sol velada entre los robles.
ResponderEliminarAbrazos.
Maravillosa naturaleza. Cuánto se habrá escrito sobre ella, se estará escribiendo y se escribirá, y, sin embargo, casi nada habremos aportado sobre su hermosura. Lo que sentimos perdidos en la inmensidad del monte, entre la vegentación exhuberante, es prácticamente imposible de describir con palabras. Si acaso podremos acercarnos un poco, sólo un instante en los olores, colores y sonidos que invaden el bosque. Esta entrada me parece un buen intento de ello.
ResponderEliminarBesos
Los textos son muy hermosos, pero indiscutiblemente me quedo con las imágenes. Que maravilla por Dios. Me he quedado con las ganas de meterme dentro.
ResponderEliminarUn abrazo
Robles y encinas son primos hermanos, José Luis. Aquí los pinares que tenemos son de repoblación... y no tienen tanto encanto.
ResponderEliminarsaludos
Gracias, Marisa: un fuerte abrazo!
ResponderEliminarPues tienes toda la razón, Carmen. Mejor o peor, pero nada es comparable a la sensación "en vivo" de meterte en el bosque.
ResponderEliminarUn abrazo!
Verdial, nos hemos cruzado. Venía de tu "verde oscuro" cuando ha entrado tu comentario.
ResponderEliminar¡Anda, anímate! :)
Un abrazo
¡Carajo con los cinco robles y cinco cerros!La melancolía entra a raudales desde los ojos y los oidos.
ResponderEliminarAunque no sepa donde están hechas las fotos, todas nos hablan de Sanabria, alrededores de Puebla y del Lago.
Los carballos!, ¡hay amigo los carballos!. Si no fuera por ellos seguro que los trenes por la zona se retrasarían, y alguien no se hubiese hecho rico con el tráfico de traviesas.
He estado este finde, en San Ciprián y aunque al fnal llovió algo, como siempre, ha merecido la pena.
Un saludo cordial, a todos.
Cerca, Xabres, cerca (mira las etiquetas de la entrada)
ResponderEliminarAlgo llovió, pero ha sido un buen fin de semana de otoño, ¿n? Al menos, así fue aquí un poco más abajo.
Un abrazo, Xabres
Esta es una de las entradas más bellas de las que te conozco, porque has seleccionado unos poemas y textos bellísimos y las imágenes no se quedan atrás. Todo un bosque mágico. Se comprenden las palabras de Dickinson acerca de la timidez de las hadas... que están ahí.
ResponderEliminarRespecto a Bruto, tienes toda la razón: desde luego no fue, ni remotamente, lo virtuoso que pretendía aparentar, ni mucho menos el gran hombre que han creído ver en él algunos. Besos, querido amigo.
Otra vez me siento Ofelia corriendo detras de las hadas en el Laberinto del fauno es lo que de inmediato em viene a la cabeza cuando veo un bosque, llama a fantasia,a magia a Hanzel y Gretel... las fotos magnificas, la musica no pude escucharla porque este Peor es nada de ordenador no tiene audio...
ResponderEliminarun fuerte abrazo!
Es una auténtica maravilla ese robledal, tanta vida acumulada en esos árboles, esa vegetación, uno se imagina todas las leyendas de faunos y seres mitológicos recreados en ese espacio.
ResponderEliminarEs magnífico y las fotos espectaculares.
Felicitaciones por este post.
Un abrazo.
Gracias, Isabel.
ResponderEliminarNo, yo nunca pienso en Bruto como un gran hombre -entre otras cosas porque ningún usurero me lo ha parecido nunca!
Abrazos y suerte en Canarias!
La verdad es que no es para menos, Afrodita :)
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Gracias, Logan, Lory. Llega un momento en el que tienes la sensación que el bosque te mira, como escribe Tolkien de Barbol.
ResponderEliminarAbrazos
Amigo Sivelius (con licencia), quiero contarte una pequeña historia, con relación al carballu, carbajo, o carballo (Quercus, según la antigua Roma), lo de Roble le he perdido la pista. A lo peor por que sí.
ResponderEliminarComo decía, quiero contarte una historia, mía, y desde ya, si la consideras inoportuna o que no debería estar, la borras y punto.
Por los años sesenta, un servidor de ustedes, pasaba unos veranos espléndidos en San Ciprián de Hermisende, ayudando en lo que podía a mi señor padre. Él se ganaba la vida como carpintero, herrero, albañil, Ebanista (pongo esto con mayúscula, porque era lo que de verdad le gustaba, pero lo que menos dinero le daba) y otras profesiones como la de jornalero, labrador, y si cuadraba contrabandista de poco pelo.
Eran años de necesidades en alguna parte de traviesas, y, aquí quería llegar. Durante todo un verano mi padre y yo nos dedicamos a sacar traviesas de aquellos carballos, casi seguro que milenarios algunos, a cambio de 20 ó 25 pts. cada una hecha. De algún tronco podíamos sacar cuatro. Lo que no sé es si mi padre llegó a cobrar aquello, pero eso no viene a cuento ahora.
Aquellas traviesas, dieron algo más de sí. Sirvieron para que los mozos del pueblo, después de llegar a un acuerdo con el contratista de turno, pudiéramos contratar una buena orquesta con altavoces y todo para el día de la fiesta del patrono.
¿Cuánto le debemos al querqus=carbajo=carballu=carballo= roble.?
Otoño sanabriocarbellés en todto su esplendor y extensión de la palabra... Bonito post Xibeliuss, y entrañable historia Xabrés...
ResponderEliminarUn saludo.
Xabres, conozco historias parecidas a la que nos traes. Uf. Enlaza con lo que comentabas en "La encrucijada sanabresa" con respecto a los ingresos que hoy generan los parques eólicos. Nosotros, los sanabreses, tampoco somos el buen salvaje. También debemos aprender a valorar lo que tenemos.
ResponderEliminarLos robles que aparecen en el reportaje fueron dejados crecer por el concejo del pueblo en lo que antes era una zona de pastos con la intención de vender la madera en un futuro. Por lo menos, hoy están ahí y creo que somos unos cuantos los que pensamos que no se pagan con dinero.
Un abrazo y gracias por la aportación.
Poco puedo añadir, Diáspora...
ResponderEliminarUn abrazo, eso sí!
Bellisima entrada, xibeliuss, arbolada y con poemas en suspensión en cada rama. Perderse en un bosque es una de las mejores cosas que pueden sucedernos... en Sanabria siempre habrá un camino que acuda a rescatarnos si es que así lo deseamos. ¿Dónde has tomado las fotografías? En alguna he creído adivinar los tímidos ángeles de Dickinson...
ResponderEliminarAbrazos a la sombra
"poemas en suspensión en cada rama" Precioso, alicia.
ResponderEliminarUn abrazo
No se como lo haces pero te superas en cada entrada.
ResponderEliminarUn saludo agradecido por hacerme disfrutar de esas fotos, ese texto y la musica.
¡Grandioso el carballo! Y hablando de árboles y sus frutos, ya te imagino preparando el magosto. Por aquí nos conformaremos con prepararlas con miel o con leche. ¡Todo sea por conservar las buenas costumbres!.
ResponderEliminarP.d.: Cuando hablas del inventor de la guitarra eléctrica, ¿te refieres a Les Paul? me suena a su estilo, pero no conocía el tema. Un fuerte abrazo!!
¡Seguro que por tu tierra las cagigas están espectaculares también!
ResponderEliminarGracias y abrazos, Tejón
Sí a todo, Viriatus: a los magostos... y a Mr. Les Paul, aquí con su entonces esposa Mary Ford.
ResponderEliminarAbrazos
Xibeliuss, los robledales siempre me han inquietado mucho. No es que no me gusten, es que me desconciertan. Quizás sea más de encinares.
ResponderEliminarMuy buena selección de textos, me encanta el de Emili Dickinson. Y la música. Como siempre, una entrada muy cuidada, aderezada con hermosas fotografías. Un abrazo
Mª Antonia, los encinares que yo conozco son más abiertos, los robledales, más frondosos. Pero no deben inquietar: como dice Dickinson no hay duendes.
ResponderEliminarSólo ángeles.
Un abrazo
Me han encantado las fotos...Durante muchos años usé la palabra (adaptada a mi gusto) "karbayo" como apodo por aquí, el mundo del interneses... y es que, aparte de ser uno de los símbolos de nuestra tierra, es un árbol que me enamora. Hace unos años, no recuerdo exáctamente cuándo, fue noticia que en los montes de Sanabria-Carballeda había sido descubierta y catalogada una nueva especie de roble endémico del noroeste peninsular (Asturias, León, Sanabria-Carballeda, Orense, Asturias), lo leí en "la nueva España" pero se ve que la noticia tuvo mucha repercusión ya que al hacer la busqueda hoy, he encontrado muchos enlaces de diversos medios, ahí va uno de ellos por si a alguien le puede interesar: http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/2004/11/11/111694.php
ResponderEliminarGran enlace nos traes, Josean: no tenía ni idea!
ResponderEliminarAhora será cuestión mía tratar de localizar alguno.
Saludos!
Ojalá seas capaz de distinguirlos de los carbayos comunes, aunque en los artículos referidos detallen muy bien las diferencias, sobre el terreno creo que va a ser otro cantar. Estoy seguro de que yo sería incapaz de diferenciarlos.
ResponderEliminarSi lo consigues no te olvides de nosotros espero que no te olvides de nosotros, hagas una buena entrada sobre el tema y podamos aprender algo más sobre esa otra joya de las inumerables que habitan Sanabria y Carballeda.
Hola Xibeliuss, es la tercera vez que entro y mientras escucho la música te escribo...
ResponderEliminarCon la cita de Emily Dickinson me siento totalmente identificada, me pasa lo mismo desde niña, y para colmo me apellido Robles, (siempre quise saber como era este árbol..., cuando volví a la tierruca, lo descubrí, en Sanabria precisamente. Recuerdo que me llevé algunas hojas, que vagan por entre mis libros.)
De las fotos no sé qué decir, me he quedado sin palabras..., algunas ya se han dicho en los comentarios anteriores. Esa luz!
Qué gusto da entrar en esta casa, hasta tripites!
Un abrazo y gracias por emocionarnos.
:) Un fuerte abrazo, Transi!
ResponderEliminarHola Xibeliuss, he llegado a tu blog desde el de mi madre "Villabrázaro Vivo!".
ResponderEliminarMe ha encantado ti site, porque tan pronto tienes este remanso de paz del robledal, con hermosas fotos, poesías y fragmentos de libros, además de la música de "cinco robles", como eres crítico y denuncias el tema de "La Casa del Parque". Te doy 5 estrellitas, el voto ya lo gasté.
Si quieres pasarte, estoy en "Mi Matrix Particular".
Saludos.