5 mar 2014

Aniversario: Cinco años hablando de Sanabria y Carballeda en la Red


Siempre hay una historia detrás de una vieja fotografía. Ésta, por ejemplo. Debió ser tomada, más o menos, por los años de mi nacimiento, en un pueblo cualquiera de Sanabria. El hombre que mira el reloj, tal vez asombrado de lo rápido que pasa el tiempo, fue soldado en el Monte Gurugú, conductor de tranvía en Madrid, aparcero en un cortijo sevillano, cortador de caña en Cuba, jinete en la Pampa, carrilano en Las Portillas... y un montón de oficios más que se me escapan. Salía del pueblo, ganaba cuatro duros y regresaba otra vez con una familia cada vez más grande, hasta que la necesidad vaciase de nuevo la lata del dinero. Fue un sanabrés recto: de aquellos para los que su bien más preciado era la palabra y una mano firme.

La mujer del pañuelo negro sacó adelante a siete hijos. Vio como alguno se quedó en el camino. Siempre con rapaces colgados de las faldas se encargó de mantener el fuego de la casa encendido. También, cuando su marido estaba lejos, de todo el resto de la hacienda. No sé cómo lo harían: a base de sacrificio y trabajo duro, supongo, y con la ayuda imprescindible de familia y amigos. Como una tribu. Quienes la recuerdan hablan sobre todo de su bondad, de su ternura para con los niños. Ella no lo sabía, pero cuando se tomó esta foto le quedaba muy poco tiempo de vida.

La chica con el vestido de flores es la hija pequeña. Todos sus hermanos han emigrado ya y pronto será su turno. Llegará a la ciudad y trabajará junto a sanabreses, junto a ellos se divertirá y junto a otro sanabrés formará su propia familia. Tampoco le faltarán sacrificios y trabajo en la vida: verá partir a sus mayores, tendrá que cuidar del fuego y luchará con uñas y dientes por sacar sus hijos adelante. Y quizás cuando lo haya conseguido, cuando vea a sus polluelos volar con seguridad, ella pueda volver al pueblo donde están sus raíces – y que nunca abandonó del todo.

Hoy hace cinco años que nació este blog. Desde el principio intenté hacer de él una instantánea móvil de estas comarcas; pero también, como la foto de arriba, una imagen que honre su pasado, muestre su presente y aporte un pequeño grano de arena para escribir su futuro, por incierto que apunte.

Hoy este medio de comunicación que llamamos blogs está en franco retroceso. Tanto que a veces uno se pregunta si merece la pena seguir en el empeño. La respuesta, ahora, hoy, tendrá que ver con sentimientos – quizás semejantes a los que, contra viento y marea, te llevan a seguir apostando por esta tierra - más que con la razón.

¿Continuaremos, pues?

Gracias a todos por estar ahí.



22 feb 2014

Jenaro, el hombre que nunca caminaba solo - por Inés Camaro

De nuevo contamos con la presencia en el blog de Inés Camaro, rememorando en esta ocasión la figura de Jenaro Rodríguez, que fue sastre en Triufé y en Puebla a mediados del siglo pasado. Advierto que la entrada ha quedado un poco larga para lo que son los estándares habituales: también les digo que, una vez que se hayan metido en la historia, es posible que se queden con ganas de más.


Oh, quisiera tanto que tú te acordaras/ de los días felices en que éramos amigos/ en aquel tiempo la vida era más bella/ y el sol más ardiente que hoy/ las hojas muertas se recogen a paladas/ tú ves, yo no he olvidado…/ las hojas muertas se recogen a paladas/ los recuerdos y los pesares también/ y el viento del norte los traslada/ hacia la noche fría del olvido/ tú ves, yo no he olvidado/ la canción que tú me cantabas. (Las Hojas Muertas, Prévert - Cosma)          
El otoño siempre me causa melancolía, añoranza por aquel tiempo de la infancia cuando vivíamos la vida sin complicaciones, los días transcurrían rápidos sin darte tiempo para aburrirte y siempre aprendiendo de nuestros mayores, ellos siempre tan atareados con el trabajo que nunca faltaba. Todas las estaciones eran ajetreadas, sólo allá en el invierno, cuando los días son mas cortos, ellos se tomaban su tiempo para jugar a las cartas durante unas horas.

Cuando al caminar sentía bajo mis pies el sonido de hojas secas, siempre pensaba en Jenaro. Cuando cada otoño el aire juntaba las hojas de los castaños en la varjonca de la Villara y las recogíamos con la carreta con engarillas y un cancillo delante y otro atrás y las llevábamos a la cuadra para que los cerdos tuvieran buen colchón y de paso se comieran las castañas que quedaran de los últimos días, entonces también pensaba en Jenaro. También cuando sobre mis hombros llevaba del medero el feige más grande de paja que mis fuerzas me permitían, caminaba sobre las hojas del camino de la Villara pegado a su casa y a veces, si él estaba en el corral y oía el ruido de las hojas, se asomaba y me hablaba. Él sabía que yo no quería encontrarme con Sofía y me avisaba si estaba en la puerta de su casa o no; pues ella siempre me decía que mi hermana llevaba los feiges más grandes que yo. “¡¡Claro!!, ella es mayor” - le decía yo, pero además me entretenía con la conversación y para entonces yo ya iba justa de fuerzas y tenia que dejarla con la palabra en la boca, y yo sabía que eso era de mala educación. Un día Jenaro me dijo que lo que le pasaba a Sofía era que no tenia hijas que le hicieran los recados como mi madre. En mi ánimo empezó a crecer las ganas de decirle: “Sofía, cásate y verás que bueno es tener quien te haga los recados”. Pero nunca se lo dije. Años mas tarde Sofía se casó con un buen hombre de Santa Cruz de Abranes que la ayudaba, y además tuvo un taxi con él que paseó a los sanabreses por toda la comarca - a las fiestas de los pueblos, al Puente, al Lago, a la estación... Sofía tuvo una hija, pero para entonces mi vida fue apartada de nuestro pueblo. Yo nunca dejé de relacionar las hojas del otoño con Jenaro. Tampoco olvidé nunca sus sabios consejos para enfrentarme a la vida.

Jenaro era esa persona entrañable y especial del que todos querían ser amigos, un sanabrés querido y respetado por todos los que tuvimos la fortuna de conocerle. Un ejemplo de superación para todos nosotros.

La Casa de Jenaro en La Villara
Los primeros años de nuestra vida nos limitamos a ser observadores de los mayores y, después, surge de pronto a quién nos queremos parecer o cómo nos gustaría ser. Pocas veces se logran esos deseos porque cada uno es lo que le toca vivir y sus circunstancias, y eso es irrepetible en cada persona. Según pasaba el tiempo, la niña que no debió ser admiraba a Jenaro, él no era tan serio como los padres ni tan serio como nuestras maestras, con él se podía hablar sin miedo a que se riera de tu ignorancia, o se mofara si llevabas las rodillas rotas o el vestido, que era casi siempre. Él tenía un año más que mamá y su madre y la familia de mamá eran parientes, pero yo no supe, hasta escribir sobre él, que éramos familia, más que de otros. Él te ayudaba a comprender lo que no entendías de los libros y nunca perdía la paciencia. Y yo siempre tuve claro que nuestra vida hubiera sido mucho mas pobre sin la presencia de Jenaro, porque él llenó nuestras vidas de interés por todo lo que sucedía mas allá de las montañas que rodeaban nuestra comarca; porque él era quién mas sabía y siempre estaba conectado con la radio. Pero, a la vez, nos hacía ver lo bueno que había en nuestra tierra y lo afortunados que éramos de estar allí y no en otro lugar.

Jenaro nunca caminaba solo, siempre iba rodeado de pequeños y grandes cuando recorría las calles, camino a la taberna o a la iglesia o a cualquier lugar que fuera. Todos querían ir a su paso y lo más cerca posible para no perderse una coma de lo que dijera - alguna voz siempre pedía: “Cuéntanos algo, Jenaro

La Escuela

Jenaro era hijo de José Rodríguez Prada y Avelina Losada Ramos, vecinos del pueblo de Triufé de Sanabria. Avelina tuvo ocho hijos de los cuales solo vivieron tres: Julia (1924), Victorina (1925) y Jenaro (1928). En aquellos tiempos, la media de hijos en un matrimonio era de ocho o diez, que se murieran tres o cuatro también era normal. Morían muchos niños, de meningitis o por unas simples anginas. Las mujeres se ayudaban unas a otras en esos trances de la maternidad y la madre naturaleza hacía el resto. Jenaro a los dos años sufrió de poliomielitis y, a causa de esto, una de sus piernas quedó prácticamente inutilizada - en el pié llevaba un zapato con un suplemento de algunos centímetros. Para moverse precisaba de una alcayata de madera en la que se apoyaba. Él tenía un carácter afable y nunca se quejaba de su situación, decía que no sirve de nada pasarse la vida lamiéndose las heridas y que había que tirar "p´alante". Su padre, José Rodríguez trabajó a comienzos del siglo XX en las minas de Rio Tinto, y cuando se construyó la escuela de Triufé sufrió un accidente, allá por 1931 -1933: le cayó una viga encima y a consecuencia de ello al poco tiempo murió. La situación para la familia fue tan mala que Avelina mandó a Victorina con un familiar a vivir en Chaguaceda, pero al poco tiempo la niña se escapó y regresó a casa - ella me confiesa que tenía necesidad de madre. Avelina no encontraba cómo salir de esa situación tan difícil y en 1935 tuvo que recurrir a llevarlos al hospicio de Zamora. Ella buscó trabajo en un pueblo cercano en Tierra de Campos, pero Victorina sólo aguantó allí unos meses. A Jenaro nunca le oí hablar del hospicio, salvo un comentario sobre una noche de lluvia y un patio muy frío. Sea como fuere, aprovechó muy bien el tiempo y allí aprendió el oficio de sastre. Cuando regresó a Sanabria, después de dejar el hospicio, puso una sastrería en Puebla, a medias con un primo de Robleda, en una casa de Mato.


Cuando yo conocí a Jenaro ya no tenia la sastrería en Puebla; seguía cosiendo, pero desde la casa de su madre en Triufé. Era un hombre soltero que vivía con su madre (la señora Avelina) en la casa de ésta. Jenaro tenía dos hermanas ausentes del pueblo:Victorina, casada con Pío, ambos ciegos, vivían en San Sebastián – Victorina, trabajando en Madrid, sufrió un golpe en la cabeza que poco a poco la fue dejando ciega, hasta aprendió braille esperando una posible ceguera. Julia era monja y enfermera, estaba en un convento.

Aún después de los años transcurridos me emociona hablar de Jenaro. Mis primeros recuerdos de él son de cuando yo era muy pequeña y vivíamos en la casa de las aventuras, en el barrio de Las Llamas. Él segaba otoño (hierba verde) para el burro con la guadaña, debajo de los manzanos en el Prado del Sancho, detrás de nuestra casa, y silbaba una canción entonces desconocida para mí: El puente sobre el rio Kwai. Yo le veía desde el balcón y me escondía cuando él miraba hasta que cogí confianza. Me sorprendía su habilidad para segar estando cojo y ademas hacia las güeras al prado con la azada y le rastrillaba las hojas secas en otoño, cuando caían después de coger las manzanas. 

Yo entonces era una rapaciña traviesa que caminaba subida por las paredes de los huertos, como las cabras, decía nuestra vecina Rufina – una mujer soltera que vivía cerca de nuestra casa con María Antonia y José, sus hermanos también solteros. Pero es que a ella no le gustaban las niñas traviesas, aunque fueran un poco tímidas como yo, y menos si silbaban como los chicos y echaban carreras en burra y a pelo. Eso no podía ser...

La Casa de las Aventuras

Desde el tejado de aquella casa veíamos a Jenaro cuando pasaba camino de la Puebla, al trote en su burro con las alforjas llenas de paquetes. Le gritábamos: ¿A dónde vas, Jenaro?. A la Villa, contestaba. Él vivía en el barrio de arriba y sabíamos que tenía una sastrería y una radio que escuchaban todos los vecinos, la tenía siempre puesta allí en su galería soleada y las mujeres que lavaban la ropa en el lavadero de la fuente seguían la programación y, a veces, a él se le oía cantar. En 1954,  cuando nació el primer hijo de Victorina, se fue con su madre a San Sebastián y allí estuvo haciendo ropa de trabajo y gabardinas para una tienda llamada "Pluviax". Pero Jenaro sintió pronto la llamada de Sanabria y los dos regresaron al pueblo.

Él tenía muchos clientes en Puebla y en Ungilde, hoy tal vez hubiera sido un sastre de renombre como los que presentan sus colecciones en Cibeles fashion week- Papá estaba muy guapo cuando se ponía las chaquetas que le hacía Jenaro. Bueno, papá era mas guapo que John Wayne y no era tan desgarbado. Cuando Jenaro regresaba de Ungilde, al llegar al bar Buenos Aires los amigos le decían que si mojaban la venta; Jenaro les decía que si y mientras ellos entraban a pedir la consumición, él picaba espuelas a su burro y salía a toda pastilla bajando la Peña el Letrero. Sabía que si se paraba cogería un pedal y sería día perdido, y faena siempre había. Pero que nadie vaya a pensar que Jenaro era tacaño.


Por la carretera, sin luz, Jenaro corría un gran peligro, pues el tráfico de camiones era constante, eso causaba gran preocupación a su madre. En la curva del Puente del Hospital mas de una vez las pasó canutas, pero su burro siempre le traía a casa; si no era erguido, era terciado como un saco. Recuerdo que alguna vez le preguntamos ¿Cómo haces  cuando te cruzas en el puente con dos camiones a la vez?. Él decía que no era cosa suya: el burro decidía, tal vez hasta se subía por las piedras del pretil. Cuando algún domingo en Puebla se prolongaba la velada, Jenaro por la mañana ya se iba directamente al Mercado del Puente a comprar telas, hilos y botones en el comercio de su tío Antonio Rodríguez, para los encargos de la semana, y de paso haber si surgía mas trabajo. Para subirse al burro lo aproximaba a una escalera para hacerlo más fácil; pero si no había escalera, Jenaro se subía trepando por el pescuezo del burro y después se daba la vuelta.


En aquel tiempo de mi niñez, creo que Jenaro era la persona mas intelectual que había en el pueblo: había estudiado en el hospicio y después siguió practicando la lectura. Me han dicho que el Decamerón y algunos ejemplares de Kung Fú formaban parte de sus lecturas,  y sobre todo escuchaba la radio, todo el día y parte de la noche, en su taller de costura. Él encontraba en su radio emisoras que contaban las noticias con otro enfoque. Cuando se reunían para jugar la partida de cartas discutían sobre lo ocurrido en la guerra de Vietnam. Él decía que las guerras sólo beneficiaban a los que hacían negocio con ellas y que siempre habría una guerra en cualquier parte del mundo aunque no hubiera motivos, porque si no los había, se inventaban. Esto a mi me asustaba pues era muy pequeña, y pasó un tiempo en que me daba miedo cruzar un camino por un campo de centeno por si venían a quemarlo con napalm como ocurría en Vietnam. Pero después de los años transcurridos y visto lo visto he podido comprobar que Jenaro tenia razón.

El Taller de Jenaro

Además de la costura, también ayudaba a su madre con el cuidado de los prados que daban hierba para el burro y cuidando de los huertos y cortinas que les proporcionaban alimentos. El centeno para la era y la hierba para el pajar se la traían familiares que les ayudaban, pues ellos no tenían carro ni vacas. Le recuerdo subido en la banqueta metiendo los manojos de centeno en la majadora, esta tarea la hacia siempre el dueño del centeno, pues se pagaba por tiempo de alquiler de la máquina y, salvo que se lo pidiera a otro, siempre el interesado hacía esa tarea.

También un día se puso a hacer un pozo en una parte del corral, pero encontró piedra cuando llevaba cuatro metros y hubo de pedir ayuda para terminarlo. Sus sobrinos, los hijos de Victorina la de San Sebastián, le ayudaron y le pusieron un motor a 125, como era entonces la potencia de la luz en nuestro pueblo, y Felipe y Pacote le ayudaron a antivarlo. También le llamaban para arreglar los fusibles de la luz si a alguien se le fundían; la luz era algo novedoso pues la gente aún estaba acostumbrada al candil. Y se le daba bien poner inyecciones, eso era muy apreciado por todos pues no había practicante y el médico vivía en otro pueblo.

Él era muy inteligente, sociable, audaz, ocurrente, un poco irónico, generoso y muy independiente; algunos dicen que era muy juerguista, yo diría que era de carácter alegre o al menos intentaba dar esa imagen, aunque a veces, tenía días malos con su pierna, pero lo disimulaba. Era muy popular, no he conocido a nadie con más amigos. Gente que se llegaban hasta el pueblo incluso con mal tiempo, sólo por charlar un rato o pedirle consejos, o jugar una partida de cartas como hacían Eulogio, Lauro y Timo, los chicos de la Venta Pichiricha (donde hoy está el hotel Enrimary)


Jenaro, en invierno, llevaba una gorra con orejeras vueltas hacia arriba y los rizos de su pelo rubio le asomaban por debajo. Tenía una mirada clara y serena que daba confianza y su nariz aguileña le otorgaba aspecto de caballero importante; desde luego, él no se sentía para nada desdichado. A mi me parecía que Jenaro era nuestro segundo Quijote de Sanabria, sólo que él no llevaba un caballo ni una lanza, tampoco un yelmo: él se apoyaba en una alcayata y sus batallas eran con la vida que le tocaba vivir, y lo hacía con tal valentía que era un ejemplo para todos nosotros. Nunca se le conocieron amores con Dulcineas, pero, por su habilidad ganándose la vida, bien hubiera podido tener una familia, aunque alguna moza soltera dijera que un hombre lisiado no era un buen partido para una labradora. Su vida amorosa, si la tuvo, no se conoció, pero le gustaba tener calendarios que le alegraran la vista.

Los niños de los vecinos mas cercanos a su casa, y casi todos los jóvenes, pasaban muchas horas en su taller de costura, sobre todo cuando su madre le acompañaba sobrehilando las costuras o haciendo los ojales a las prendas que tenía que entregar al día siguiente. Sus bromas y sus chistes eran inagotables. Un día de bromas, Jenaro nos dijo que sabía como huele un muerto y, cuando le porfiamos con que eso no era cierto, se puso a frotarse una mano con la palma de la otra y al rato nos la dio a oler:  aquella peste es de lo peor que yo he olido en mi vida. A partir de entonces, todos los críos anduvimos con esa tontería. Él tenia unas manos muy expresivas, recuerdo dos de sus dedos totalmente amarillos del humo del cigarro y dos uñas muy largas, el pulgar y el meñique de la mano derecha, de las que se ayudaba para los dobleces de la tela.

En verano venían a visitarle su familia de San Sebastián y entonces presumía de sobrinos, tenía una familia ejemplar y estupenda. Su hermana Victorina, cuando pasaba a saludarnos, le decía a nuestra madre que tenia unas hijas muy guapas; yo pensaba que eso se lo decía a todo el mundo, porque solo con tocarnos la cara ¿cómo podía ella saber si éramos guapas?. Yo no me veía guapa, pero tal vez ella se refería a otra belleza que nosotros no sabemos ver. Lo que sí era cierto es que ella llevaba a sus hijos y marido siempre perfectos y eso si que me causaba admiración.

El camino hacia La Puebla

Cuando Jenaro dejaba la aguja, bajaba a la cocina de mis padres a jugar la partida. Para entonces ya nos habíamos mudado al barrio de arriba, a la casa que habían hecho nuestros padres y la cuadrilla de obreros - ¡por fin teníamos nuestra casa!. A veces me hacían jugar con ellos para completar el grupo. Él me enseñó a dar las señas que había que dar con disimulo y, a cambio, me ayudaba con los deberes, él sabía mas de lo que ponía en la enciclopedia y eso me ayudaba a estar de las primeras de la fila al tomarnos la lección - espero que mi admirada maestra Ana, que leerá esto, no me baje la nota ahora. Sobre todo me ayudó aquel invierno en el que un día, haciendo la comida temprano para ir todo el día con el "ganao" para el monte, me quemé en una pierna con la manteca caliente. Se me volcó la sartén y el chorro cayo sobre mi pierna izquierda, por encima de la rodilla, ya que estaba sentada delante de la cocina de hierro para ahuyentar el frío. Grité tanto que me oyeron desde el pueblo de al lado. La quemadura fue muy profunda porque llevaba unos leotardos de lana que conservaron el calor y cuando al momento mi madre, que no se encontraba bien, bajó a ayudarme, la piel a borbotones salia por entre los dibujos de la lana. Al intentar quitármelos la piel salió pegada a ellos y mi herida creó una corteza que después no se curaba. Todo el día lloré y lloré y solo el hielo de la charca que mis hermanas traían a cada rato me aliviaba el dolor. Al otro día vino el médico y mandó que me curaran con unos apósitos impregnados con una crema; pero pasaron dos meses y no había mejoría, y yo empecé a tener fiebre. Un día mi madre desinfectó unas tijeras y por un borde tiró de aquella corteza y salió todo en un trozo con un olor pestilente. Después de lavar bien aquel hoyo infecto dijo que se me veía el hueso y que ojalá que no estuviera perjudicado. Los tres meses que duró ese calvario mi vida fue muy limitada, a duras penas podía ir a la escuela a la pata coja y el mínimo roce con el pupitre me hacía ver las estrellas; mis hermanas tenían que hacer todas mis tareas. Yo le decía a Jenaro que me diera consejos sobre cómo vive un cojo, pues yo también lo seria. Él me animaba y decía que no me preocupara, que me quedaría una señal para toda la vida y que eso sólo seria un mal recuerdo. A pesar del miedo que sentía, quise creerle porque ya había en mi familia una coja, mi tía Antonia, y mi abuelo José había muerto por una herida en una pierna construyendo la casa que no pudo terminar.

No podía ser tanta mala suerte, me gustaba mucho la música y ya no podría bailar - Jenaro nunca bailaba -, tampoco podría correr ni subirme a los árboles, ni tantas cosas que quería hacer. ¿Qué mierda de vida iba a tener?. Ahora sí que mi padre pensaría que yo era algo inútil que no serviría ni para piedra del tope del carro. Ese invierno Jenaro me ayudó mucho con los estudios y empezó a bromear con la forma de mi quemadura, “se parece al mapa de África” - decía, incluso veía lagos y ríos en sus formas, y así, poco a poco, yo también fui advirtiendo el parecido de mi herida con el continente africano – y a día de hoy todavía lo sigo viendo, pero entonces era difícil imaginarse el Kilimanjaro en ese agujero. Durante mucho tiempo pedía a mi madre que me hiciera los vestidos más largos para ocultarla, pero Jenaro me ayudó a comprender que las cicatrices nos hacen mas fuertes, porque si vivimos para verlas es que hemos vencido.


Cuando Jenaro contaba historias te quedabas embobada escuchando, daba igual que hablara de los viajes de Marco Polo o de las aventuras de Emilio Salgari, dejabas volar la imaginación y te transportaba a lugares lejanos. Pero él decía que como la tierra de uno no hay nada; claro está que para saber eso le hizo falta irse lejos. Él siempre te decía cosas para que tuvieras confianza en el potencial que cada uno llevamos dentro: esto no se dice, esto no se hace, esto es lo correcto. ¡¡El era como un maestro!!. Nunca se cansaba de contestar cualquier pregunta, ¡El lo sabía todo! Yo, lamento no haber guardado alguno de los dibujos y caricaturas que hacía en el cartón o cuartilla donde apuntaban los juegos de la partida, tenia una gran habilidad dibujando con números, ponía un 6 y un 4 debajo y decía, la cara de un retrato, y hacía unos trazos y te dibujaba a Luky Luke, o a él mismo con su gorra de orejeras y el cigarro en la comisura de los labios.  ¡¡ Era genial!!. Yo siempre pensé que Jenaro dejó dibujos y escritos de sus noches de  insomnio. Ojalá fuera cierto.

A veces, durante la partidas de cartas en casa de mis padres, la cocina parecía una lata de sardinas; en torno a la mesa camilla jugaban seis u ocho a la brisca o al tute y después estaban los que miraban y mi madre, en un rincón haciendo punto o cosiendo, y llegábamos nosotras, con frio de la calle después de guardar las ovejas o cualquier otra tarea, y no nos podíamos ni acercar a la lumbre. A veces entre ellos surgían conversaciones de mayores, y solía ser Jenaro quién hacía notar a los demás que había "ropa tendida", refiriéndose a los pequeños que andábamos por allí, porque la conversación podía tomar derroteros un poco pícaros para oídos de niños. Entonces decía: vamos a cambiar el agua a los garbanzos y salían todos de la cocina a la calle y nosotras aprovechábamos para acercarnos a la lumbre un momentito. Nunca he olvidado el olor de aquella cocina, una mezcla de humo de tabaco, de leña en el hogar, brasero y castañas asadas; pero sobre todo el olor de las personas: entre semana olían a hierba seca si venían del pajar, pero los domingos olían a camisas planchadas, cada mujer cuidaba de que su marido fuera mas aparente y entre ellos se picaban; jopé compadre hoy vamos de fiesta, hoy se te fue la mano con la colonia.... Cuando terminaba la partida, unos y otros se marchaban a casa y mi madre ponía la cena en la mesa y le decía a Jenaro si quería cenar con nosotros, pero él se quedaba sentado en su rinconcito bebiendo tranquilamente otro botellín o un cuartillo de vino, hablando con mi padre de las cosas que les preocupaban. Jenaro disfrutaba de la vida que tenía, siempre me pareció que, a su modo, era feliz. Mas ¿Cómo puede una niña juzgar eso? Yo lo veía en su semblante y, quisiera no haberme equivocado.

El tiempo pasó muy deprisa, los meses corrían tanto como yo al hacer los recados de mi madre, muchas veces la engañaba cuando, enfrascada en la costura, no se daba cuenta de que al repetirme que fuera por paja al medero o por berzas al huerto, yo ya había ido y vuelto sin que ella se diera cuenta. Las estaciones se sucedían, apenas acababa el invierno y ya llegaban las golondrinas a sus nidos de los aleros de los tejados o las vigas de las cuadras, criaban y volvían a partir y así llegó el tiempo de mi partida.

La Carretera

No pude despedirme de Jenaro. Al cumplir los catorce años, mis padres me enviaron a Madrid a trabajar y ya no le vi más tal y como lo guardo en mi recuerdo. Porque el siguiente año volví de vacaciones pocos días, a los dos años regresé enferma con anemia y todo aquello de las partidas de cartas y el baile de los domingos se había terminado y perdimos ese trato tan cercano. Cuando me recuperé me volvieron a mandar a Madrid y después mis padres también se fueron.

Su madre murió el 13 de Febrero 1975 en Triufé. Cuando él enfermó lo llevaron al Clínico de Zamora y le operaron, pero no pudieron hacer nada, el cáncer que padecía estaba muy avanzado. Se recuperó un poco y regresó al pueblo por poco tiempo, después le llevaron al hospital de Toro y allí murió el 2 de Mayo de 1977. Esa maldita enfermedad llamada cáncer se lo llevó. Por poco llegó a estar junto a él, en sus últimos momentos, su hermana monja Julia, destinada por su congregación en Puerto Rico: en esas fechas hubo un huracán en la isla y estuvo a punto de no poder venir. Jenaro ya no regresó a su pueblo, a nuestro pueblo, para descansar cerca de los vecinos que le trataron y disfrutaron de su compañía.
Julia murió en 2002, en la casa de su hermana en San Sebastián. De los tres ya sólo queda Victorina, con sus hijos Lourdes, José Mari y Javier; ella, en su mundo sin imágenes, ha sabido ser la luz que ha guiado a la familia. Siguen visitando la casa en Triufé, muy bien conservada, y el espíritu de Jenaro está sin duda en ella.

El Horno de Jenaro

Siempre le recordé con cariño y admiración, pues era buena persona - el pueblo ya no era lo mismo sin él. Yo no he sabido hasta este verano, (agosto de 2013), por boca de su sobrino Javier (que es muy parecido físicamente a él), que el padre murió a consecuencia del accidente en la construcción de la escuela; nadie me contó eso, es como si nadie quisiera recordarlo. Yo estaba orgullosa de esa escuela que habían hecho nuestros abuelos en días de concejo, pero este accidente dejó a unos niños sin padre y condenados a un hospicio. Pienso que alguien con autoridad tenia que haber protegido a esa familia, pero en los años 30 poca o ninguna ayuda se daban a los pobres. Pero, ¿Y después? Algo se tenia que haber hecho, (es de justicia). No puedo comprender de donde sacaba Jenaro ese buen humor y alegría que siempre tenía.

A veces, cuando camino por nuestra calle, pienso que vienes por la curva de la poza y que me voy a encontrar con tus ojos claros y tu amplia sonrisa, y me preguntas  ¿Cómo te va? Y yo te digo: ya lo ves, peino canas pero conservo las dos piernas, a veces he vivido peligrosamente y he tenido días de furia; pero eso sólo era como un relámpago, enseguida volvía a mi la paciencia, la perseverancia y la constancia que aprendí de ti. - Pero no jugaste a la lotería, exclamas . Y ¿Para que? - te contesto. La mejor lotería fue nacer en esta tierra y haberte conocido. Ya sé que te dije que cuando me tocara la lotería pondría en marcha mis proyectos en Triufé, pero en la distancia perdí las energías. Y quiero pedirte perdón por todas las veces que perdiste a las cartas jugando conmigo y te tocó pagar las consumiciones de los compañeros de juego. Me diriges una sonrisa y te vas silbando El puente sobre el rio Kwai apoyado en tu alcayata. Te llamo, ¡¡¡Jenaro!!! - tú me contestas, ¿Qué?... No, nada. Que siempre me acordé de ti. Gracias, Jenaro, por ese tiempo que compartimos, aunque algunas veces me llamaras "ropa tendida": yo ya sé que a la ropa tendida hay que tratarla con mimo, esmero y delicadeza. 

Adiós, Jenaro.

La niña que no debió ser- VII  de Inés Camaro Sánchez.

N.A. - Uno no muere cuando la vida le abandona, muere cuando los demás dejan de recordarle. Mi agradecimiento a las personas que me han ayudado a la recopilación de datos: Delfina Sotillo, Antonia y Marcelino Ramos, José Prada, José Rodríguez, Remedios Rodríguez, Conchi Rodríguez, Javier Pérez Rodríguez y sobre todo a Victorina Rodríguez Losada.


16 feb 2014

Querella Sobreseída y Últimos Informes sobre el Lago

Volvemos una vez más al tema del Lago. Entiendo que para muchos de ustedes estamos cayendo en la sobre explotación de un tema eminentemente local que ya resulta hasta cansino. Yo no lo creo así; pero, en cualquier caso, en esta entrada me voy a limitar a presentar las últimas informaciones que me han llegado sobre el asunto. De manera excepcional, esta entrada tiene deshabilitada la posibilidad de comentarios: me gustaría que sólo sirva para que cada uno formemos nuestra propia opinión, sin injerencias externas pero lo más documentada posible. Sólo un apunte antes de empezar: hasta la fecha, este blog no ha recibido respuesta a los cuestionarios sobre el tema enviados a distintas administraciones, como anunciamos días atrás.

Archivada la querella de Europarques contra el delegado y técnicos de la Junta.

El juez descarta la existencia de prevaricación o cualquier otro delito y avala la actuación administrativa en los permisos al barco del Lago.

La Opinión de Zamora, 12/02/2014

L. O. El Juzgado de Instrucción número 1 de Zamora ha decidido el sobreseimiento de la querella criminal interpuesta por la empresa Europarques contra el delegado de la Junta, Alberto Castro, el exjefe del servicio de Medio Ambiente, Francisco López Méndez y los técnicos de la administración regional José Bermejo Sánchez y Jesús Palacios Alberti. En un extenso y detallado auto, el juez llega a la conclusión de que no «existen indicios suficientes para formular una imputación formal» de las acusaciones formuladas por delitos de prevaricación, falsedad documental, cohecho y tráfico de influencias. Al contrario, en el prolijo escrito el juez cuestiona el papel jugado por Europarques tanto a la hora de plantear la querella como de ajustarse a lo que previamente conocía por formar parte del pliego de condiciones que estaba obligada a cumplir como adjudicataria del barco solar que surca las aguas del Lago con permiso administrativo.
(Ver el artículo completo y su continuación)

Un Auto de Sobreseimiento (técnicamente, es lo que ha dictado el juez) es un acto jurídico que puede tener distintos matices. En este caso, que puede ser recurrido y así lo ha anunciado Europarques, según lo reflejado por el artículo de La Opinión el juez ha infligido un serio varapalo al querellante y da por buenos la práctica totalidad de los argumentos de la defensa.

Ésta es la querella sobre la que dimos noticia en septiembre de 2011. ¡Cuidado! No se refiere a la polémica sobre la posible contaminación del Lago; por más que, según algunas noticias aparecidas hay quien parece querer crear confusión sobre el tema.



Centrándonos en la cuestión del estado del agua, hemos tenido noticia del Informe sobre los Vertidos y Situación del Lago de Sanabria remitido por la Dirección General del Agua - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como del correspondiente Escrito de Contestación por parte del equipo de trabajo e investigación de la Estación Biológica Internacional (EBI). Dada la extensión y complejidad de ambos documentos (que pueden consultarse integros en los enlaces al final de la entrada), presentamos un pequeño extracto de los mismos. En azul los argumentos de la Dirección General y en rojo las contestaciones de la EBI:

DG: "Las consideraciones del informe [de la EBI] se basan, en parte, en datos de la propia Confederación Hidrográfica del Duero y, en parte, de datos obtenidos por el autor del mismo, sobre los que, en anteriores documentos, no se especificaba sistemática, procedimiento, metodología y resto de elementos que permitan asegurar el adecuado rigor científico de un informe. No se presenta ni una sola minuta de datos de muestreo y resultados de los análisis realizados por el autor del informe, lo que hace difícil asumir sus resultados, que en algunos casos, contienen errores abultados.
Baste considerar sus apreciaciones en relación con unos de los elementos cruciales para la caracterización del Lago en 2013: el fósforo (P) […]
Es obvio que ningún limnólogo puede dar crédito a ese valor –típico de situaciones eutróficas o hipereutróficas- en el Lago de Sanabria. Por sí solo, ese dato bastaría para desacreditar el informe"

EBI: "Los datos de las concentraciones totales de fósforo medidas desde la EBI con periodicidad semanal en diferentes puntos del Lago empezaron a arrojar valores inusualmente altos en noviembre de 2013, valores comprendidos entre 100 y 500 microgramos de P total/litro. Ante el registro de estos valores y sospechando que pudiese ser debido a un error en los sistemas de análisis utilizados para la medición de este elemento, se decidió contrastarlos con los  de un laboratorio independiente y de este modo se enviaron cinco muestras de agua al Laboratorio del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Rioja que han venido a confirmar que tanto los sistemas de medición como los valores medidos desde la EBI son reales y correctos. Las afirmaciones de la CHD son, una vez más, incompatibles con la realidad de los hechos que aquí se demuestran ante la evidencia de los resultados."

DG: “Establece una relación causal directa entre vertidos de aguas residuales y el supuesto estado de degradación del Lago. Y todo ello sin tener en cuenta ni hacer valoración alguna de las aportaciones difusas de la cuenca- que pueden ser muy importantes, especialmente en los años de incendios-...“

EBI: "Esta afirmación tampoco se corresponde a la verdad, como se prueba seguidamente. La propia CHD tiene información de los resultados obtenidos por la EBI en Navaldelpozo donde se han valorado las aportaciones de la cuenca a través del estudio de sus aguas como de desprende de los siguientes párrafos extraídos literalmente de los informes de la EBI: Página 5 del informe inicial (abril de 2012) “Con el fin de conocer otros posibles factores concurrentes, se realizaron muestreos en diferentes pozas y lagunas aguas arriba del propio Lago (zonas exentas de vertidos humanos pero sí expuestas a la contaminación natural). En ninguno de los puntos de muestreo estudiados en estas pozas hemos hallado la presencia de Tabellaria fenestrata, aunque sí la de otros bioindicadores de aguas ultraoligotrofas u oligotrofas como Hannaea arcus o T. flocculosa respectivamente, por lo que se puede concluir que el desarrollo masivo de Tabellaria fenestrata es un proceso biológico exclusivo y limitado al propio Lago de Sanabria, y que no afecta al resto de masas acuáticas del entorno". Página 6 del informe complementario I (junio de 2013) “Dentro del propio grupo de diatomeas, especies como Aulacoseira distans, Cyclotellaglomerata, Cyclotella stelligera, Melosira granulata, Ceratoneis arcus , Gomphonemaacuminatum o Tabellaria flocculosa, cuya presencia se cita en casi todos los trabajos relativos al Lago de Sanabria apenas se presentan en estos momentos más que con carácter testimonial. En otras zonas de aguas remansadas situadas en el tramo del río Tera inmediatamente anterior al Lago, la condición de agua oligotrofa no favorece el desarrollo de Tabellaria fenestrata, aunque sí el de las especies anteriormente señaladas, a las que hay que añadir Hannaea arcus como indicador de aguas ultraoligotrofas” [...]

DG: “...ni considerar que las infraestructuras existentes en la actualidad, la reducción de la contaminación urbana vertida al lago es al menos cercana al 75% respecto a la que existía hace 15 años. Es decir, que si todos los nutrientes del Lago se debieran a los vertidos urbanos, la situación del Lago sería mucho mejor que hace 15 años, aun a pesar de las incidencias y deficiencias en la operación de las infraestructuras”
EBI: "Esta falsa argumentación de la CHD queda en evidencia después de haberse conocido el estudio de la consultora Euroestudios LAGO DE SANABRIA- ESTUDIO DE LA PROBLEMÁTICA DEL SANEAMIENTO Y DEPURACIÓN DE LOS NÚCLEOS SITUADOS EN EL ENTORNO DEL LAGO DE SANABRIA. PROPUESTA DE SOLUCIONES que en 2008 diagnosticó el fallo integral de todo el sistema de depuración de las aguas del Lago"

DG:“Basa la mayor parte de la calificación de  riesgo de eutrofización del Lago en una presencia mayor de la diatomea Tabellaria fenestrata de la que se presentaba hace 7-10 años”.
EBI:
  • "1º No se ha habla en ninguno de los informes de presencia mayor sino de dominancia absoluta 75% de biovolumen en 2012 según datos de la CHD (dos muestreos anuales)  y 95% de biovolumen en 2013 según los datos de los muestreos realizados desde la EBI (cuatro muestreos mensuales desde agosto de 2013).
  • 2º En fechas anteriores a 2012 la presencia de Tabellaria fenestrata siempre ha sido testimonial e  inferior al 0,1% (informes EBI)
  • 3º La detección de procesos de eutrofización en los que Tabellaria se erige como elemento dominante en la composición del fitoplancton está muy bien documentada tanto en Lagos de Europa, como de América del Norte y Sudamérica desde 1896 ..."

DG:“La metodología de muestreo que se deduce del texto del informe no parece la adecuada para la cuantificación, por lo que los datos de biovolumen y dominancias que se aportan son incorrectas “

EBI: "En primer lugar los datos más relevantes aportados en el informe de evolución de contaminación proceden de la propia CHD y corresponden al año 2012 en los que se deduce un vuelco en la composición cuantitativa y cualitativa del fitoplancton, con resultados y metodología de la CHD.
En segundo lugar la metodología que se ha empleado desde la EBI y de la que aparece constancia en el informe de evolución mejora sustancialmente la de la CHD en varios aspectos fundamentales: 
  • 1º En la frecuencia de los muestreos (decenas anuales, 42, EBI  frente a 2, CHD) .
  • 2º En los sistemas de muestreo (cuatro sistemas de muestreo (EBI) cotejados entre sí  frente a uno sin contraste de la CHD .
  • 3º En la localización de los muestreos un punto en la CHD frente a muestreos de transecto y multipuntuales en la EBI .
  • 4º En el volumen de agua analizado y el valor estadístico de la muestra: volumen de botella hidrográfica (menos de 5 litros) CHD y muestreos integrados, frente a volumen de botella de Niskin (2,5 l) utilizada en muestreos integrados y sucesivos, más muestras recogidas directamente por equipos de buceo, más 20.000 litros de volumen filtrado con red de fitoplancton de 10 micras en cada transecto a 1m, 3 m y 5 m de profundidad.
  • 5º En los resultados: desde la EBI se han hecho aportaciones novedosas al conocimiento de los organismos microscópicos que forman parte del plancton y bentos en este ecosistema, entre ellos el hallazgo de más de diez especies no citadas anteriormente en el Lago de Sanabria, algunas de ellas novedades europeas y varias citas de especies inéditas para la Península Ibérica [...]"

DG: “Utiliza la prueba sedimentológica que aporta sobre la presencia de la Tabellaria fenestrata en el Lago en el que no debería haber dominancias superiores al 10% para esta especie. Desconoce, sin embargo el hecho aportado de Luque Marín, J.A. (2003) sobre el registro sedimentario más profundo del lago, del que se deduce una dominancia de Tabellaria fenestrata del 50% hace 1500 años
EBI: "Las aseveraciones contenidas en este párrafo resultan ser doblemente incorrectas por cuanto que Tabellaria nunca ha alcanzado las cifras que deduce erróneamente la CHD y por cuanto supone un hacer un juicio de valor respecto al autor del informe de la EBI  que se demuestra también no ser veraz. Estas falsedades quedan en evidencia  desde el mismo trabajo de Luque Marín, página 265..."

DG: “Existe presencia de la mencionada diatomea en otras lagunas y lagos cercanos, claramente oligotróficos ya que no reciben vertidos urbanos de ningún tipo “
EBI: "En ningún caso desde la EBI se ha relacionado presencia de Tabellaria con contaminación,  pero sí con su dominancia, un hecho bien distinto al que se da en estas lagunas y lagos cercanos a los que se refiere el informe de la CHD. Como desde la CHD se debería saber, la presencia de esta diatomea en lagunas y lagos oligotróficos está asociada a un hábitat muy concreto: la proximidad a las orillas en zonas generalmente ricas en detritus."

DG: “No está demostrado ni aceptado que la presencia de esta especie sea indicativa de eutrofización
EBI: "Evidentemente su sola presencia no, pero la CHD debe saber que su dominancia, como la que se presenta en el Lago de Sanabria  es un signo inequívoco de eutrofización y este hecho ha sido científicamente probado y constatado en varias decenas de lagos de Europa y América tal y como ha sido estudiado por diferentes autores desde el año 1896 en los que Tabellaria se ha desarrollado de manera similar a como lo está haciendo en el Lago de Sanabria 1896 (Schröter, 1896) Lehn (1969) (Koppen, J.D. 1978) (Lotter A.F. 1998)  (Wessels, M. et al 1999),  (NAS, 1969) y guarda cierto  paralelismo con el proceso estudiado por (Negro et al. 2000) en el embalse de Valparaíso"


Ver Carta Dirección General de Aguas Completa

8 feb 2014

Un Pantano sobre el Lago. 2: Respuesta y Desenlace

(Viene de aquí


En realidad, el primero en conseguir una concesión del nuevo régimen había sido el empresario madrileño Ángel Jiménez Palma en 1942, con un proyecto de encargo propio similar al publicado por Oliver, ya que suponía el aprovechamiento del cauce desde la sierra hasta Puebla. Es su trabajo el que despierta el interés de las grandes eléctricas. Se suceden entonces años confusos, de guerra empresarial abierta y mercadeo de influencias; también de exigencias de “mayor rigor” en los proyectos por cuenta de la C.H.D., de la que se puede afirmar que, entonces sí, intentó cumplir con su papel de garante de las aguas. Finalmente, el Gobierno limita la concesión de Jiménez a la cuenca alta y él vende sus derechos a Hidroeléctrica Moncabril, que recupera el proyecto de Oliver y además contrata al propio ingeniero para diseñar una ampliación – por diferencias entre el estiaje disponible y los caudales concedidos, según se publica en la Revista de Obras Publicas - con otros tres embalses de cabecera. Todavía habrá otra ampliación más, firmada por los hermanos Gabriel y Francisco Barceló, hasta incluir el sistema de presas completo formado por Puente Porto, Playa, Cárdena, Garandones, Vega de Conde y Vega de Tera. Moncabril se pone a construir de inmediato, a un ritmo infernal.


Mientras tanto, Ideam y Saltos del Duero, ante su situación de empate técnico y con el temor de ver aparecer en escena otra compañía que aproveche sus esfuerzos, consiguen en 1952 firmar un acuerdo – con el beneplácito del gobierno – para repartirse el resto del caudal: Ideam se queda con el tramo desde el Lago hasta Puebla y Saltos con la continuación del río.

NO-DO del 06/04/1953 (Ver en la web de rtve.es minuto 00:29)

Ideam - que, a su vez, tenía formalizado un acuerdo previo con Elsa (Eléctricas Leonesas, S.A.) - también quiere construir cuanto antes, pero entonces se encuentra con la oposición frontal de los ribereños: en plena dictadura franquista, los sanabreses de la época – nuestros padres, nuestros abuelos – mostraron el coraje necesario para echarse a la calle y defender el Lago. Y lograron el apoyo de periódicos como El Correo de Zamora, intelectuales como Menéndez Pidal, amantes de la naturaleza como la Asociación Montañera Zamorana y hasta la Unesco acabó por interesarse en el caso. La Administración, como tantas otras veces, se limitó a dejar pasar el tiempo y en 1958, una vez enfriados los ánimos, otorgó a Elsa – que se había deshecho de Ideam al comprar sus derechos - la concesión definitiva de las obras, con escasas modificaciones encaminadas a salvar un puñado de cultivos en Ribadelago y a entreabrir la puerta a un posible futuro turístico, algo cuya importancia había despreciado Ideam en informes previos. Las obras deberían comenzar en el plazo de tres meses desde su publicación en el BOE. Enseguida se abrieron algunos caminos y alzaron barracones para justificar ese comienzo.

Y entonces, la noche del 9 de enero de 1959 bramó la sierra: se partió la presa de Vega de Tera y la riada resultante arrasó el pueblo de Ribadelago. Se ha dicho a menudo que sólo los ciento cuarenta y cuatro muertos y desaparecidos en la catástrofe – víctimas, muchas más – fueron capaces de frenar el represamiento del Lago y es cierto; sin embargo conviene saber que inmediatamente después de la tragedia el Gobierno apremió a Elsa – y hay correspondencia oficial que lo atestigua – para conocer sus planes sobre la ejecución de las obras. Pese a todo, el proyecto acabó diluyéndose principalmente por la necesidad de la dictadura de desviar el foco de atención ante una situación vergonzosa a la que no era del todo ajena, pero también por la pérdida del apoyo de la opinión pública a las construcciones faraónicas de las eléctricas, que hasta entonces había aplaudido con asombro. “El proyecto definitivo y el subsiguiente plan de obras no están ultimados. La Sociedad [Elsa], con el mejor deseo de colaborar con los planes gubernamentales, ordena que se traslade al gobernador civil de la provincia el deseo de que el Instituto Nacional de Colonización – atareado en la recuperación del terreno de labor – realice su proyecto sin tener en consideración las futuras obras que el aprovechamiento hidroeléctrico pueda requerir, con lo cual se puede resolver el problema social y agrario presente y, en su día, si fuese preciso, ya indemnizará la empresa, generosamente, los terrenos que en la medida mínima posible pudieran quedar afectados”.  En los primeros años de la nueva década, el Lago pudo considerarse a salvo.

Las autoridades inspeccionan el lugar del desastre. Hemeroteca ABC

¿Y el resto del río Tera? Pues, a pesar de quedar también hibernados durante un tiempo, los proyectos no fueron abandonados: en 1969 se inauguró el embalse de Cernadilla, al que después siguieron el de Valparaiso y el de Nª. Sª. Del Agavanzal. El impacto que han supuesto en la comarca puede verse con total claridad al comparar los mapas del IGN de 1946 y 2003:



Pd. Anterior – o al menos contemporáneo – al proyecto inicial de Oliver existe otro, obra de José Alonso, que planteaba una presa en Aguas Cernidas, en los montes de San Martín y Terroso – uno de los lugares más bellos de la Sanabria desconocida. Afortunadamente cayó en el olvido.



Bibliografía:
  • La Energía Eléctrica, nº 13 al 19, 1919
  • Revista de Obras Públicas, nº 76, 92 y 93 (1919) y Mayo de 1951
  • Hispagua
  • Embalses.net
  • Hojas del Furueto nº1 (2000)
  • 9 ene 1959 00h24 Ribadelago (2008) Museo Etnográfico de Castilla y León
  • Ribadelago, la tragedia de Vega de Tera. J.A. García Díez (2001) Ed. A. Saavedra – y varios artículos del mismo autor para La Opinión de Zamora. García Díez es, posiblemente, el autor que más y mejor ha escrito sobre la rotura de Vega de Tera, todos sus antecedentes y consecuencias. Estas entradas son en gran medida un pálido reflejo de su trabajo.

30 ene 2014

Un Pantano sobre el Lago. 1: Los Proyectos

Si se prescinde de algunos pastores y cazadores sanabreses, me atrevo a asegurar que desde la primera [Vega de Tera] al segundo [El Lago de Sanabria] por el fondo del barranco por donde se despeña el río Tera hemos bajado, hasta la fecha, tres personas únicamente, los ayudantes de Obras Públicas D. Antonio Franganillo y D. José de la Guesti y yo, durante el verano del año 1917. Una prueba de mi afirmación la constituye el hecho de que hasta finales del año 1912 no se ha establecido con exactitud la situación relativa del río Tera y de la laguna de Lacillo. Hasta entonces en todos los mapas, incluso en el de Coello, se dibujaba al primero como si cruzara a la segunda. Desde el alto de Ventosa se ve ya que el río Tera no entra en la laguna de Lacillo.[...]
Este río tiene su origen en el Portillo de Puertas, cerca de la elevada peña Trevinca, y después de aumentar su caudal con las aguas de la laguna de Lacillo y de las numerosas fuentes de la Cuesta de la Cuchilla, de correr tranquilo en dirección norte-sur, cerca de 12 kilómetros por un llano a altitud de 1.700 metros y regar el sitio denominado Vega de Tera, abundante en buenos pastos, se precipita formando vistosas cascadas en el profundo valle llamado La Cueva, cuya descripción hace el P. Flórez (España Sagrada, tomo XVI), diciendo: »Cercado por todas partes de unas peñas muy altas, es como un Hortus conclusus, y una especie de paraíso abreviado, cubierto de alfombras naturales, tejidas de verdes praderías, matizadas por la misma naturaleza como si fuera con arte, con varios boscajes de árboles, manzanos, perales, avellanos, cerezos, acebos, tejos y otras especies que forman un país útil y deleitable»”

Este fragmento forma parte de una serie de artículos escritos por el ingeniero de caminos Bienvenido Oliver y Román y publicados simultáneamente en la “Revista de Obras Públicas” y en “La Energía Eléctrica”, en la tan temprana fecha de 1919. Presentaba el ingeniero un proyecto, para el que aseguraba tener ya las concesiones ministeriales pertinentes, donde demostraba que “es posible establecer en esta región del Tera un aprovechamiento hidroeléctrico bastante importante, económico, y de aplicación inmediata, sin duda alguna, por ser factible transportar la energía eléctrica producida a zonas ricas y pobladas de las provincias de Zamora, Palencia, León y Valladolid, insuficientemente dotadas en la actualidad"; y añadía: “Esta descripción se limita a dar a conocer en forma muy concisa, pero lo más clara posible, todos los elementos de dicho aprovechamiento necesarios para adquirir una idea de él, tanto desde el punto de vista técnico como desde el industrial, demostrando al mismo tiempo la posibilidad y conveniencia de su realización." El proyecto se dividía en dos partes, denominadas Salto Ribadelago y Salto Cobreros. Ninguno de ellos llegó a realizarse... entonces.


El Salto Ribadelago se centraba en una “presa de derivación un poco aguas abajo de la confluencia de arroyo de Lacillo con el río Tera, punto donde empieza a tener pendiente fuerte el cauce del segundo. De la presa arranca el canal, el cual termina a un kilómetro de distancia, en dirección SE, del Alto del Campo; su longitud es 6.360 metros, de los cuales 5.850 constituyen un túnel”. La casa de máquinas se establecía “en la zona oeste de la margen norte del lago de Sanabria, próxima a los Picos de Royan" Con respecto a la presa “de poca altura y muy corta”,  especificaba del lugar de su emplazamiento: “su altitud es cerca de 1.650 metros y reúne condiciones excelentes para aquel objeto, porque tanto las márgenes como el fondo del río son de granito y hay la seguridad, por lo tanto, de que los cimientos de la presa tendrán muy poca importancia y se construirán sin dificultad alguna”.

Croquis de Oliver (Revista de Obras Públicas)
Muchos entre ustedes ya habrán descubierto que don Bienvenido estaba describiendo el esqueleto básico del posterior proyecto de la empresa Moncabril (hablamos de ello aquí). Pese a lo rudimentario del croquis publicado y la breve descripción del lugar donde debía construirse, puede comprobarse que no difiere demasiado de la localización final de la presa Vega de Tera, de trágico recuerdo.



El proyecto del Salto Cobreros preveía la construcción de otra presa “inmediatamente aguas abajo de la salida del río Tera del Lago de Sanabria, sitio cuya altitud es 1.020 metros y que reúne condiciones excelentes para aquel objeto […] La coronación de la presa se coloca en la altitud 1.026 metros, y así su altura máxima será 6 metros, y como la longitud es unos 50, se comprende que la influencia del coste de esta obra en el presupuesto general no ha de ser muy grande. Se propone una presa-vertedero porque su altura y la naturaleza del fondo del río lo permiten” El sistema se complementaba con un sistema de canales que no detalla en profundidad, pero incluía uno con “origen en la ensenada que forma el lago al E. del Balneario [de Bouzas] y termina al E. del Alto del Castro en la divisoria del arroyo de las Truchas y del río Castro o Requejo; su longitud total es 6.950 metros, de los cuales 2.350 están en túnel”; otro en la orilla izquierda del Tera con objeto de “recoger, con presas de derivación, las aguas de los ríos Vecilla, Trefacio y Forcadura y las del arroyo Valdearca para verterlas en el Lago de Sanabria, ampliando así la cuenca de éste” y, finalmente, un tercer canal para “la toma de las aguas del arroyo de las Truchas, un poco aguas abajo del pueblo de Sotillo”. La casa de máquinas se hubiera situado “entre la carretera de Villacastín a Vigo y [la margen izquierda de] el río Requejo muy cerca de la Venta de Guerra”. En resumen: un tajo en pleno corazón de la Sanabria Central.


El proyecto completo estuvo en hibernación hasta la década de los 40, cuando al poco de terminar la Guerra Civil otras compañías se muestran también interesadas en el aprovechamiento hidrológico del Tera. Así, en 1943 Ideam, S.A. planteaba la construcción de tres saltos sucesivos desde "la Laguna hasta por debajo del pueblo de Sandín”:
  • El primero consistía en un recrecimiento del Lago mediante un azud de dos metros de altura, un túnel de 1.501 metros a modo de sifón y una conducción de 3,4 kilómetros de la que arrancaba una tubería hasta la central.
  • El segundo se situaría “inmediatamente aguas abajo” del desagüe de la central del primer salto. Otro azud derivaría el agua a través de un canal a cielo abierto de 23,9 kilómetros, proyectado por la margen izquierda del río. La tubería de presión se emplazaba tres kilómetros cauce abajo de Otero de Sanabria.
  • Y el tercer salto iniciaba su azud de derivación a 2,2 kilómetros del desagüe de la anterior. El canal recorría un trayecto de 10,9 kilómetros, también a cielo abierto, y la tubería de presión estaba situada a 1.700 metros más allá de Sandín. La energía anual de salida de los tres saltos quedaba cifrada en un total de 70.800.000 kilovatios hora.


Inmediatamente apareció en escena la sociedad hispano-portuguesa Saltos del Duero, S. A., de gran prestigio ya que venía de construir el macro embalse de Ricobayo sobre el río Esla. Se da la circunstancia que su fundador y alma mater, José Orbegozo, había fallecido pocos años antes tras una grave depresión, al parecer provocada por la muerte de nueve operarios en las obras del mencionado embalse. El proyecto de la sociedad, firmado por el ingeniero Pedro Martínez Artola, preveía cinco saltos, denominados Trefacio, Puebla de Sanabria, Sandín, Anta de Tera y Puente de Tera.
  • El primero de los embalses, Trefacio, afectaba de lleno al Lago de Sanabria, a cuya salida construían un muro de escollera de 18 metros de alturaque produce una elevación del nivel de 16 metros”. El recrecimiento anegaba por completo al pueblo de Ribadelago y sus fincas de cultivo. Se incluía también una galería de presión de 3.470, 66 metros y una tubería de presión de 234 metros que salvaba un desnivel de 39,50 metros. La central se ubicaba en el río Trefacio con desagüe, a través de desviaciones, a los arroyos de Vigo y Trefacio.
  • El segundo salto, de Puebla, disponía de la presa de derivación a 120 metros del desagüe de la central anterior. El canal discurría a cielo abierto por un tramo de más de 7 kilómetros, que conducía el agua hasta la cámara de carga, situada aproximadamente a un kilómetro de la villa. De la referida cámara partía la tubería metálica de presión, con una longitud de 154 metros y 2,10 metros de diámetro, salvando un salto de 53 metros.
  • El salto de Sandín llevaba ubicada la presa de gravedad, de casi 50 metros de altura, aguas arriba del puente de Sandín. La central se emplazaba adosada a la presa y la parte central de la misma hacía de vertedero de las aguas rebosantes. Este pantano inundaba una extensión de 780 hectáreas y la cola del embalse llegaba hasta Puebla de Sanabria.
  • El salto de Anta de Tera, con unas trazas bastante parecidas al anterior, contaba con una planta de presa recta, con la central emplazada en la margen derecha y con una turbina de 11.000 kilovatios. La cota superior del embalse se sitúa a 31 metros del lecho del río y la cola del pantano llegaría hasta el puente de Sandín. La superficie inundada por la obra alcanzaba las 42 hectáreas.
  • El salto de Puente de Tera emplazaba su presa a unos tres kilómetros aguas arriba de la carretera Villacastín-Vigo; una presa de planta circular de unos 300 metros de radio, cuya parte central serviría como vertedero con dos vanos. La cota máxima del embalse alcanzaba los 36 metros sobre el lecho del río y, entre los daños colaterales, se contaba con la inundación de parte del pueblo de Manzanal de Abajo.
El proyecto de Martínez Artola contemplaba aún la posibilidad de otro salto en Villar de Farfón, con una presa de 25 metros de altura. Esta última ejecución quedaba pendiente de la definición de los canales de riego que indicara la Confederación Hidrográfica del Duero.


(Continuará)

25 ene 2014

Seis preguntas sobre el Lago de Sanabria (Actualizado 02-02-14)


Sigo preocupado con el asunto del Lago. Pasan los días, las noticias se alejan de los titulares y las dudas continuan. No he visto desde la administración ningún intento serio - con hechos, no con palabras campanudas - de rebatir las denuncias de posible contaminación. Es más: tras la aparición de informes sobre el estado de las depuradoras desde 2008 - la mayoría de los sanabreses ya dudábamos de su correcto funcionamiento - parece imposible creer que las aguas del Lago no se hayan visto afectadas en mayor o menor medida.

A raíz de la publicación de la anterior entrada sobre el tema, me puse en contacto con Antonio Guillén, catedrático y coordinador de los trabajos de investigación de la Estación Biológica Internacional Duero-Douro (EBI), y le planteé una serie de preguntas. Él ha tenido la amabilidad de contestar.

- Me preocupa el día después. Es decir: se confirma la contaminación, se detienen los vertidos de las depuradoras... ¿Cuál sería entonces el siguiente paso?

- El conocimiento de la situación real ahora es mucho más preciso que hace una semana, pues ha salido a la luz un informe técnico de 1000 páginas, realizado entre 2006 y 2008 que la Junta de Castilla y León ha tenido oculto a la sociedad, a los partidos políticos, que se lo han venido reclamando e incluso a instituciones como la del Procurador del Común, que en reiteradas ocasiones lo había solicitado a la Junta. En dicho informe, elaborado por la consultora Euroestudios, se describen pormenorizadamente todas las deficiencias del sistema de saneamiento de las aguas y las conclusiones son devastadoras: Todo el sistema de saneamiento está en estado ruinoso, su diseño fue obsoleto y su conservación no se ha producido, sólo parchear este deficiente sistema costaría -en 2008-  1,5 millones de euros; pero, aun así, en dicho informe se concluye que el problema no se resolvería porque el diseño de las depuradoras instaladas no es el adecuado para este Lago. Las conclusiones son evidentes, no se puede hacer una chapuza gastando dinero en parchear lo que no va a servir. Habría que diseñar de manera concienzuda el sistema de saneamiento y depuración que mejor se adapte a las características de este Espacio Natural - si es que interesa conservarlo, ejecutar las obras con rigor y poner en funcionamiento un sistema nuevo que depurase realmente las aguas... A partir de ahí ¿Que podría ocurrir? Creo que el estado de las aguas del Lago iría mejorando lentamente, los microorganimos del agua, si cesa el aporte de nutrientes, pueden ir degradando la materia orgánica en un proceso de depuración natural que será tanto más costoso cuanto más dure el aporte continuado de nutrientes como el que se produce todavía a fecha de hoy, incomprensiblemente

- ¿Unas depuradoras en correcto funcionamiento serían compatibles con la conservación?

- Por supuesto que sí, las aguas del Lago han estado durante miles de años sometidas a variaciones que han dependido siempre de la Naturaleza, pero este equilibrio dinámico ha sido roto con los aportes continuados de nutrientes procedentes de las aguas de los vertidos y los de las aguas no depuradas convenientemente. Si se depurase el agua de estos aportes humanos que han desequilibrado el ecosistema, éste podría llegar a recuperarse y posiblemente a recobrar su equilibrio. En Europa Central tenemos numerosos ejemplos de compatiblidad de uso y mantenimiento de las condiciones del ecosistema, pero para eso es necesario trabajar en ello, tener unos políticos honestos y unos gestores competentes en los puestos adecuados.

- ¿Qué alternativas podrían ofrecerse para las aguas residuales de los pueblos de los alrededores?

- Las mismas que se han ofrecido y se han llevado a cabo en otras comunidades de España o las de otros países de Europa. Castilla y León es quizá la comunidad en la que se incumple de manera más flagrante la directiva europea sobre conservación de los recursos hídricos. Sencillamente habría que cumplir la ley, el Plan Hidrológico Nacional. Todos saldríamos ganando a la larga, sobre todo los habitantes de todas estas zonas, porque una mejora en la calidad del agua es una mejora en los recursos de todo tipo. ¿Y qué puede implicar esto? La depuración del agua en los núcleos de población que lo requieran, construir infraestructuras y sobre todo, informar a las personas y educar, el papel de la Educación es fundamental.

- ¿Cuánto tiempo podría tardarse en recuperar los niveles de biodiversidad anteriores?

- Ésta quizá sea la pregunta más difícil, porque cada ecosistema es único y el Lago de Sanabria, además de único, es especialmente sensible. Hemos descubierto que la diatomea que ha colonizado el agua no sólo realiza la fotosíntesis, sino que además se alimenta de nutrientes orgánicos. Esto quiere decir que utiliza diferentes tipos de recursos para subsistir y que no depende directamente del fósforo y de otros compuestos inorgánicos para desarrollarse. Todo ello hace que las especies competidoras, ahora casi desaparecidas, lo tengan más difícil para conquistar el espacio que les corresponde en este ecosistema. Otra cuestión importante derivada de lo comentado con anterioridad es que la diatomea en cuestión se encuentra en superficie, pero también puede vivir en profundidades a las que la luz no llega, ha invadido todo el espacio acuático. Un tercer inconveniente para el restablecimiento del equilibrio es la gran profundidad del Lago, en estas zonas profundas y pese a los procesos de circulación vertical del agua, quedan atrapados muchos nutrientes con lo que organismos como Tabellaria Fenestrata tienen asegurado un suministro de alimento... Pero no todo está en contra de la recuperación del equilibrio. Las aguas del Lago se renuevan con gran velocidad y esto contribuye al lavado de los nutrientes, aunque este proceso sea más lento y complejo; el Tera aporta otros organismos al fitoplancton que pueden empezar a  competir con la diatomea Tabellaria en cuanto ésta no tenga ya unas condiciones óptimas para desarrollarse... Pienso que estamos hablando de una recuperación que, si cesasen ahora los vertidos, podría empezar a verse en cuatro o cinco años, pero ésta es sólo una hipótesis... Habrá que esperar, pero antes y sobre todo, hay que acometer seriamente la tarea de construir un sistema de saneamiento eficaz, la recuperación del Lago pasa necesariamente por ello.

- ¿Cree que las recientes declaraciones de Alberto Castro asumiendo para la Junta la gestión de las depuradoras "a partir de ahora" pueden suponer un avance hacia la solución?

- Con toda sinceridad, sin ninguna animadversión hacia el Sr. Castro y creo que con total objetividad: para mi sus palabras no merecen ningún crédito, por una razón evidente: no tienen consistencia, una veces dice una cosa, otras veces afirma la contraria sin ningún criterio, ha ocultado información vital y, como consecuencia de ello, el Lago sufre una gravísima alteración a la que se podría haber buscado una solución antes. Si efectivamente la Junta de Castilla y León se compromete, no a gestionar las depuradoras, sino a depurar el agua que llega al Lago, iremos por buen camino. Si la gestión de las depuradoras se hace sin los cambios y sustanciales mejoras que todas las infraestructuras requieren, la agonía del Lago se prolongará aún más. No se debería intervenir si es para hacer un apaño temporal o una chapuza que consumiría recursos y esfuerzos sin ningún resultado positivo a largo plazo.

- Más allá de las declaraciones altisonantes en los medios, ¿ha habido alguna muestra de interés por parte de las Administraciones en comparar vuestros estudios con los que ellos manejan?

- Sí, pero muy reciente: en las últimas fechas hemos recibido por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) el ofrecimiento - todavía informal, pero que agradezco sinceramente - de someter a consideración la celebración de una jornada de carácter técnico de análisis de la problemática sobre el Lago de Sanabria, con la participación de especialistas españoles en limnología, que podría tener lugar en los próximos meses. Desde la EBI  mostramos nuestra entera disponibilidad, esperando que se concrete lo antes posible. Puede ser el momento más adecuado para compartir datos, metodologías, conclusiones, protocolos y garantías.
"La metodología empleada en nuestro trabajo de investigación -que no de control-, pretende recoger información de la manera más precisa y fiable, con el fin de poder conocer de manera fidedigna cuáles son los procesos biológicos que tienen lugar en aguas del Lago y cuál es su dinámica, por este motivo se están utilizando varios procedimientos de muestreo diferente, cuyos resultados se cotejan -alguno de ellos desarrollado desde la EBI, está implementado con importantes avances tecnológicos y se presentará próximamente a la comunidad científica-, todos los procedimientos mejoran las recomendaciones de la DMA para los establecidos en los muestreos de control. Del mismo modo el trabajo de recuento e identificación microscópica supera los estándares habituales señalados en los protocolos empleados en la Directiva Marco tal y como se recoge en el informe de evolución remitido recientemente.
"Tras la noticia publicada en el diario el Mundo el martes pasado, he podido conocer parte del informe al que se alude en esta información. En el mismo se incluyen datos de la propia CHD relativos a los elevados niveles de fósforo que superan con creces los admitidos; pero sobre todo, los informes señalan, documentan y prueban todo un conjunto de irregularidades, ejecución deficiente, sistemas de conducciones absolutamente ineficiente y con gravísimas averías y unos sistemas de depuración que nunca han servido para el fin para el que fueron diseñados… Sin entrar en otro tipo de consideraciones, este documento prueba dónde radica el grave problema que sufre el Lago como ecosistema.

He enviado cuestionarios a otras personas y organismos con competencias o relacionados con la resolución de este asunto. Si obtengo respuestas las iré compartiendo con ustedes. Y, una vez más, pongo este espacio a disposición de quien quiera exponer/defender su postura.



ACTUALIZACION 02-02-14 


Pueden leer más detalles del Informe que se menciona en la entrevista en este enlace (Artículo de Araceli Saavedra publicado por La Opinión de Zamora)

Como muchos otros, cuando saltó la noticia de la denuncia de la EBI me costó darle verosimilitud: más cuando es conocido su enfrentamiento con la Junta, más cuando estudios independientes anteriores ya reflejaban - como algo natural - la presencia de la Tabellaria Fenestrata; y más, por último, porque ante una mirada superficial e inexperta, el Lago sigue manteniendo su magnífico aspecto de siempre.

Sin embargo, las informaciones que se han venido publicando desde entonces nos han mostrado que la denuncia está fundamentada por un trabajo serio - no es una pataleta, vaya - y que la Administración no parece dispuesta a hacer nada que no sea negar la mayor y desprestigiar investigaciones sin ni siquiera cotejarlas - aunque alerten de una amenaza tan grave como ésta.

Para mí, la publicación de este informe, encargado por la propia Junta sobre el estado de las depuradoras ¡en 2006! casi deja en segundo plano la denuncia de la EBI: tras su lectura importa menos si hay exceso de Fenestrata o si ésta indica contaminación o no. Este informe muestra un sistema de depuraciones desastroso, insostenible, intolerable... una auténtica bomba de relojería en las orillas del Lago: si sus aguas no se han visto afectadas hasta ahora (¿?), el riesgo es cierto e inminente

¿Qué han hecho las Administraciones tras recibir este informe? ¿Guardarlo en el cajón? ¿Barrer la porquería debajo de la alfombra? ¿Cómo se puede jugar así con un Espacio Natural que, además, es el motor económico de la comarca?

Esto no se salva con dimisiones ni entregando como cabezas de turco a políticos de perfil bajo más que amortizados. Es hora de destituir a los (i)rresponsables y exigirles que respondan por sus actuaciones.

Si de verdad se quiere hacer algo, es, sobre todo, hora de limpiar la casa, elegir gente de verdad competente que pueda solucionar este desproposito. Y que se ponga a trabajar de inmediato.