17 nov 2010
Un paseo junto al Lago de Sanabria
Desde los Santos - como manda la tradición - la nieve enharina los altos de Segundera y la Cabrera. Pero abajo, en los valles, el otoño resiste antes de la embestida definitiva de Maese Invierno. Tal vez algo maltrecho ya: las hojas de los robles son casi las únicas en mantenerse firmes en las ramas e, incluso, apuntan todavía pinceladas verdes entre el dorado que todo enseñorea. Mientras resistan, el otoño guardará al menos un hálito cansado pero firme.
Llevaba un tiempo sin salir - esas aburridas necesidades del día a día - y las piernas empezaban a murmurar abiertamente su rencor: que si dimes, que si diretes, que si yo me voy por ahí y que salga el sol por donde salga... Así, no me quedó más remedio que robar unos minutos que no tenía y llevarlas de paseo por los alrededores de mi querido lago.
La mañana - un martes - nació entre virutas de niebla adheridas a la escarcha. En el lago, un somormujo nadaba como si buscase el centro geométrico de aquel espejo; él y yo parecíamos ser los únicos madrugadores en varios kilómetros a la redonda. Deambulé en principio sin rumbo claro, pero pronto los colores me condujeron por uno de los senderos que bordean la lámina de agua. Pensé que quizás me sería posible llegar hasta la isla donde antaño los Pimentel erigieron una de sus villas veraniegas - sabían lo que se hacían.
El sol se abrió paso al fin entre la neblina y me sentí inundado por el ocre de los robles, el amarillo del bosque de ribera, el verde rabioso de la hiedra parásita - ésta sí puede llegar a secar un árbol, Tejón: los líquenes nunca. Encontré también algunas setas, bellas aunque la helada las amurrió sin remedio; y hasta vi las heridas rojas de lo que creí cancereixos, pero no pude acercarme lo bastante para comprobarlo.
Y entonces sonó el teléfono. ya es mala suerte, con la mala cobertura de la que gozamos. Y me jod@#$***ron el paseo: como si la niebla hubiese caído de nuevo, como sí los colores huyeran por el desagüe. Las vulgaridades del día a día se habían alzado en armas y aparecieron dispuestas a cobrarse su tributo. Me di la vuelta, sabiendo cuánto dejaba atrás.
Ahora sé cómo se sienten muchos de nuestros visitantes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Wow, que barbaridad, monsieur, vaya imagenes las de hoy!
ResponderEliminarPreciosas. Lo unico que no pega es ese telefono sonando e interrumpiendo el momento. Qué inoportuno!
Buenas noches
Bisous
Xibeliuss...
ResponderEliminarAlgo verde todavía queda que se resiste bravamente. El día a día cotidiano hay que salpimentarlo con experiencias de este tipo, máxime cuando las piernas nos van dicendo "amigo mio, muévete...". Que mejor paraje que este para disfrutar... ¿sonó el móvil? vaya con la cobertura, ¡cachis¡ las setas van cayendo bajo el gélido frío que va entrando, pero querido amigo, tus letras siguen siendo de un gusto exquisito...
Un abrazo
Es una maravilla ver entradas como estas,sobre todo cuando conoces la zona como yo y disfruto de tus fotos como si estuviera paseando contigo.Apaga el telefono!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Que grande es el otoño para pasear por el monte...
ResponderEliminar¡Tenía que haberlo tirado al lago, Madame!
ResponderEliminarFeliz día
La primavera llega tarde a Sanabria, el otoño se adelanta... por aquí, los robles todavía tienen el verdor de pre-caída... Sanabria sigue siendo singular.
ResponderEliminarOtra cosa: has usado la palabra "enharinada", ¿no te suena infinitamente mejor, enfarinada o enfariñada?... sé que ninguna de las dos está admitida por la real academia, sin embargo, todavía se usan por ahí(doy fe), y como ha pasado con otras, nunca es tarde para que sean admitidas, aunque para eso haya que seguir usándolas, claro que, eso tiene que salir de dentro, sin forzar. Tengo curiosidad Xibeliuss, a ti, expontáneamente ¿qué te sale?, o ¿qué te suena mejor?...
Un saludo, disfruta del otoño.
Sí, Felix: a veces hay que forzarse un poquito y desconectar, escaparte un poco de la rutina. Yo lo tengo más cerca, pero todos deberíamos tener un "escondrijo" donde ir a ver las cosas de otro modo.
ResponderEliminarAbrazos
Jose, el día que podamos recorrer estos caminos juntos, te juro que dejo el móvil en casa!
ResponderEliminarAbrazos
Una auténtica gozada... que hay que aprovechar, el momento no es muy largo.
ResponderEliminarSaludos, Jose Luis
Precioso paseo el que nos ofreces, Xibeliuss...
ResponderEliminarLástima que el movil te privase de seguir disfrutando del maravilloso paisaje.
Un saludo!
Josean, a mi me suena muy bien enfariñada: es como lo decía mi padre (y por supuesto que se sigue utilizando, también puedo dar fe). Pero yo nací lejos y me temo que no me sale fácilmente. ¡Aunque sí es cierto que otras palabras ya las he interiorizado bastante!.
ResponderEliminarSaludos.
¿Adonde vas con el movil encendido?...Me encanta el palabro "amurriar", supongo que es amurriar. Parásita y todo que bonita es la hiedra. Las fotos son espectaculares. Un abrazo, Xibeliuss
ResponderEliminarEs cierto el paseo en Otoño goza de Don. También es cierto que tienes que ir mas pertrechado, haciendo que la disculpa para no ir parezca razonable. Pero yo, que si no voy a partir de esta época al lago no lo veo, pues en verano nunca lo visito o por lo menos trato de no hacerlo, si suelo ir a ver eso que transmiten tus fotos, esa humedad tan intensa, ese suelo esponjoso (como el de tus boletus), ese silencio que guardan los animales para no ser vistos y que tu crees que te observan, alguna buena vara para hacer un bastón…….ver al lago descansando después de ver tanto culo, al río cogiendo fuerza para arrastrar los plásticos que algunos “se olvidaron”. Te cito esta última parte para que parezcas menos envidiado.
ResponderEliminarSobre la llamada telefónica: otoño de años atrás, llevo el móvil a la altura del corazón en un chaleco, estoy quitando unas hojas para ver la base de una vara de avellano soy consciente que me puede salir desde una culebra hasta una rata….. cuando empezó a vibrar el móvil por la llamada de un amigo, lo debí de confundir con un electrochoque de baja intensidad y en alterna, todavía busco móvil, chaleco y amigo. Este último, si está todavía al aparato decirle que cuando me arregle le llamo, lo que sea pero le llamo.
Un abrazo
Que suerte tienes de tu lago y lo que te te rodea....
ResponderEliminarUn abrazo
Whoooh!!!
ResponderEliminarjejeje Alma: sí, supones bien: amurriar es amurriar, está claro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
pd. un sinónimo, aunque no muy exacto, puede ser "entristecer" :)
Jjajajaja Juno, si es que debíamos aprender que con ciertos cacharros no se debe salir de paseo, esperes o no una llamada -que seguro te va a tocar las narices.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
:)
ResponderEliminarYo creo que ya casi te tengo convencida para que lo veas con tus propios ojos.
Un fuerte abrazo, Arena.
Gracias, Agus.
ResponderEliminarTú lo conoces bien, ¿no?
El movil solo lo tienes que llevar por si tienes miedo de perderte como yo,las fotos me encantan el lago parece que por fin lo han dejado en paz,las setas veo que no son tu fuerte, tu sueles mirar mucho hacia arriba. Yo vengo ahora del monte y los arboles los veo por la carretera, pero dentro solo veo setas y no veas como disfruto. P.D Aqui se llama " enfarinada "
ResponderEliminarSupongo que lo sabes; la isla de los Pimentel tambien tiene el bonito nombre de Isla de las moras. Hay quien dice que es por la moras de "silva", pero a mi me gustas pensa en la Moras, pués por la zona se habla y mucho de "mouros", como gentilicio. Por lo menos da lugar a pensar y soñar aventuras inusuales.
ResponderEliminarEl lago y alrededores son la ostia.
Oye, tengo unas fotos que tomé cerca de la laguna de los peces de un par de equinos, una de ellas fué muy oportuna, pero impublicable, si tengo la oportunidad de invitarte a ese famoso licor-café que estoy incubando, te la podré enseñar.
Me quedo con enfarinar o enfariñar, lo mismo que con amurriar, que tambien la conozco como afolecrar.
Unha aperta.
Jjajajaja sanabria, me has pillado: para que yo vea una seta tiene que ser del tamaño de un telescopio espacial... o que me caiga de morros sobre ella! Sí, no miro mucho para el suelo.
ResponderEliminarAbrazos
Xabres: ¡es que la laguna de peces es muy "inspiradora"!
ResponderEliminarYo la isla la conocí siempre como "de las mouras": desde luego, es mucho más sugestivo: estos mouros andan detrás de la mayoría de las leyendas y lugares encantados de la comarca.
Abrazos
Qué más puedo decir que no sea... envidia.
ResponderEliminarPaseso entre el Tera y el Folgoso tal vez? o del Folgoso a San Martín?
Un saludo!
Un paseo tan delicioso como las fotografías que nos traes (me han encantado!!). Pero... a ciertos paseos mejor olvidarse del móvil. No conocía la isla de Pimentel ¿dónde está?
ResponderEliminarAbrazos todavía de otoño
Por aquí ya se van cayendo las hojas y poco queda ya de esos colores otoñales que tan hermosos resultan a la vista y al objetivo fotográfico. Pero, veo que todavía en Sanabria aguantan los árboles vestidos de hojas, aunque sean amarillas.
ResponderEliminarSaludos
Que bonita entrada Xibeliuss, como me gustaría poder describir las cosas que veo como tu lo haces.
ResponderEliminarLa palabra "amurriar" tambien se estila por aquí, el sinonimo que tudices está bien, triste, mustio, decaido..
Gracias por el enlace amigo.
Un abrazo.
Qué paseo y qué rabia. Casi me parece estar ahí, y de pronto. De pronto dar media vuelta y dejar todo eso atrás...
ResponderEliminarGracias por el increíble paseo, por llenar de color esta tarde/noche que estaba resultando un tanto gris.
Un abrazo
Lo poco que dura el otoño y lo largo que es el invierno, no queda otra, a por él.
ResponderEliminarPablo, dísculpame: vi tu comentario y te salté en el orden de respuestas.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
Abrazos
Alfonso: de Folgoso hacia San Martín.
ResponderEliminarPero no llegué. Lo del móvil es verídico - fue un interruptus en condiciones.
Abrazos
Alicia: lo que yo no sabía es que los Pimentel habían tenido allí una villa. Yo he estado en sus orillas, pero nunca me he metido dentro porque estaba -y supongo que así sigue- cubierta de malezas.
ResponderEliminarEstá justo enfrente de la playa grande, pegada a la otra orilla. Es difícil verla porque la confundes con el fondo. Lo mejor es ir con un patín de estos de pedales.
Abrazos
Queda ya poco aquí también, Carmen. Un par de tormentas en serio o la bajada de la nieve y se acabó.
ResponderEliminarPero bueno, el invierno también tiene sus encantos...
Abrazos
Tejón, pues a mi bien que me gusta como lo cuentas tú!
ResponderEliminarAbrazos
Mª Antonia: nos hemos cruzado: venía yo de tus cuentos cuando ha entrado el comentario.
ResponderEliminarMe alegra haber llevado un poco de todo ese color.
Abrazos
Tampoco nos queda otra, Logio: A disfrutar (lo que queda y lo que se nos viene). Por aquí dicen que va a ser un invierno duro.
ResponderEliminarhace poco leí que en esa isla los todopoderosos señores de Sanabria, los Pimentel, condes de Benavente, edificaron en esa isla una quinta en sus litigios por los derechos de las pesquerías del lago que tenían los monjes de San Martín. En una reciente visita a Ribadelago, una mujer del pueblo me aseguró que había restos de edificaciones. No lo puedo asegurar porque no he llegado hasta allí.
ResponderEliminarAdemás de este inciso de cir que me han enamorado las fotos y me han hecho revivir momentos que pasé en otoño en Sanabria. Siempre he defendido que es la estación más hermosa y variada en colores como ninguna. Hay algunas desde la playa de los enanos donde mis hijos amontonaban las hojas caídas y jugaban con ellas.
Muy buena entrada. las fotos "chapeau".
Impresionantes las fotos, Xibeliuss, y tu prosa, poética y deliciosa.
ResponderEliminarMe has hecho sentir "morriña" por ese Lago tan brujo, tan enigmático, tan próximo en el siguiente puente.
"San Martín de Castañeda,
espejo de soledades,
el lago recoge edades
de antes del hombre y se queda
soñando en la santa calma
del cielo de las alturas
en que se sume en honduras
de anegarse, ¡pobre!, el alma...(...)
Miguel de Unamuno (Prólogo a "San Manuel Bueno, mártir")
Abrazos.
Eso dicen, Valverde. Incluso creo que en el Madoz hay una referencia a las ruinas. Yo desembarqué una vez desde un patín, pero no pude pasar de la orilla: demasiado cerrado de maleza para ir en bañador y chanclas. ¡Habrá que intentarlo de nuevo!
ResponderEliminarAbrazos
"se queda soñando en la santa calma del cielo de las alturas..." Brujo, enigmático... El lago, fuera de la época que se convierte en Punta Cana, transmite sensaciones de grandeza, de eternidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Marisa
Lo conozco bien, pero lo bueno que tiene es que puedes volver a conocerlo cada vez.
ResponderEliminarHola Xibelius, bonito paseo el que me he dado contigo hasta que sonó el maldito telefono, yo cuando voy al campo lo apago por si acaso...
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi web
el lio de Abi
Xibelius: ¿Que derecho tienes a dejarnos toda la tarde amurriados por no poder pasear por Sanabria?.
ResponderEliminarPreciosas fotos,precioso texto y decirte que me interesó especialmente lo que publicastes de Alejandro Casona y las misiones pedagogicas.S i tienes mas noticias sobre esto, publicalas por favor, tengo una foto de mi abuela,que podría meterse en ese texto(el de Casona) por la cara de pobreza y tristeza que tiene. Gracias por permitirnos pasear contigo.
Agus, y lo bueno que tiene es que es capaz de sorprenderte cada vez.
ResponderEliminarAbrazos
Abi: tú eres un hombre sabio :)
ResponderEliminarAbrazos
Pd. Me voy a cotillear esa web nueva que te has marcado!
:) Sara, no sabes cuánto lo siento (jejejeje)
ResponderEliminarEso quizás era de lo más impresionante de la entrada de Casona: no era en el otro lado del mundo ni hace 500 años: eran nuestros padres o nuestros abuelos. Antes de ayer.
Abrazos
Qué paseo tan bonito me has hecho dar! Como si fuera siguiendo tus pasos y extasiándome a la vista de un paisaje tan dorado, tan mágico. El otoño por tu tierra es espectacular e inolvidable, un tipo de belleza diferente a cualquier otra que yo conozca, con esa agua tersa y esos árboles desangrándose. Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminar¡Gracias, Isabel!
ResponderEliminarCuando quieras, en persona :)
Abrazos
¡Que maravilla!,he ido junto a ti mientras me lo describias todo.De lujo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso paseo Xibelius, que sepas que he tenido que buscar la palabra "somormujo" -no la había oído nunca- ¡bendita ignorancia!!! jeje. En cuanto al móvil, yo hace tiempo que opté por dejarlo tirado en casa -donde, por cierto, no tengo cobertura- cuando salgo de paseo. Abrazos ;-)
ResponderEliminarAbrazos, fosi: no debiste tú estar lejos de este camino, que conste!
ResponderEliminar:) Carzum, a mi también me la enseñaron - y tampoco hace tanto. Antes lo llamaba "pato bonito", jejeje
ResponderEliminarAbrazos
El único lugar donde se sienten las cuatro estaciones..........que maravilla!! Me siento orgullosa de pertenecer al lugar.
ResponderEliminarComo no Sanabria,el mejor lugar de todo el planeta!
ResponderEliminarllevo 11 años yendo a Sanabria y no me canso de verla!
Gracias por tu comentario, Anónimo!
ResponderEliminarBugueira, es que por mucho que la veas, nunca acabas de abarcarla del todo.
ResponderEliminarSaludos y bienvenido a este rincón
¡Qué maravillosas fotos!. ¡Qué lugar tan hermoso!. ¿Que época es al mejor para visitarlo?. Tengo pendiente una viaje esta primavera, marzo quizás, pero no sé si será el mejor momento.
ResponderEliminarY hazme caso, no te lleves móvil. Parece que no podemos vivir sin el dichoso aparatito, , pero hace unos años nos apañábamos tan ricamente sin el.
Un abrazo.
PD. La segunda foto es muy sugestiva. Ese camino que se cierra y sabe Dios a donde te lleva...tan, tan, tan precioso.
Cuanta grandiosidad. No sé como no le haces más caso atus piernas, te llevan a unos lugares maravillosos.
ResponderEliminarLo que daría yo por vivir, o al menos visitar, la mansión de los Pimentel y contemplas las vistas.
Un abrazo
Que gran texto y que bellas fotos!! Me encanta su blog!
ResponderEliminarLe recomiendo a usted y a sus lectores, visitar y comentar en un nuevo blog sobre Sanabria: http://elrincondesanabria.wordpress.com/
Por cierto voy a enlazar su blog!! Un saludo.
mas que ver las fotos lo mejor es ir y verlo en vivo y en directo, y poder asi respirar ese aire puro y esa maravila de olores que alli se respiran, yo doy fe puesto que soy de ribadelago y tengo la suerte de poder disfrutar de ello cuando quiero.
ResponderEliminar