23 oct 2012

De lo pequeño y lo invisible: Setas y Gnomos


[...]Pero busquemos lo agradable y lo positivo en la gran familia de los gnomos que viven y trabajan en el frondoso bosque o en las profundas minas. En casi todos los cuentos de hadas e ilustraciones que de ellos se han realizado aparecen vinculados de alguna manera a las setas. Se ha llegado a escribir que cuando un gnomo se siente acosado y acorralado por algún animal (incluso por el hombre) opta por convertirse en una seta para pasar desapercibido. Otras veces se ha comentado que los hongos son las viviendas tradicionales de estos pequeños seres. En el Ripollés catalán se cree que arrancar un hongo habitado por un follet comporta la muerte del pequeño genio (lo mismo se dice de los árboles habitados por diversos espíritus arbóreos). 



Algunos antropólogos opinan que la afinidad entre la seta y el gnomo es una relación de causa-efecto y acaban afirmando que estos seres tan sólo son fruto de la fantasía de algunas personas. Josep M. Fericgla enarbola una sugerente y original teoría en su libro "Los hongos y la génesis de las culturas" donde llega a la conclusión que los minairons, martinets, gnomos o follets catalanes (y por extensión toda la fauna sobrenatural de los bosques de Europa) son consecuencia directa de la ingestión de un determinado hongo (o «bolet» en catalán) alucinógeno: la Amanita muscaria. [...] 


La asociación de las setas con los elementales es muy intensa y va desde la popular creencia infantil de que los gnomos habitan en ellas, hasta la de que sus círculos pueden, en determinadas circunstancias, constituir puertas a mundos paralelos... y eso porque alrededor de los denominados «corros de las hadas» nace precisamente el hongo conocido como «matamoscas». En Cataluña recibe el nombre de «Reig Bord» y en el País Vasco «Kuleto Palstoa». Estos círculos son llamados en Navarra «corros de las brujas». Un informante de Yalter Wentz le comentó mientras paseaban por las montañas de Howth: 



 "Sí, las hadas existen, y aquí se las ha visto bailar con frecuencia. La hierba nunca crece a gran altura en los bordes del anillo, pues sólo la más fina y corta crece en este lugar. En el centro hay un círculo de setas de las hadas, en las que éstas toman asiento. Son muy menuditas y les deleita bailar y cantar"


 «Los elfos pasan el tiempo en danzar», nos repiten las tradiciones populares, y la danza de los espíritus de la naturaleza forma parte del ritmo del universo. En Escandinavia atribuyen los círculos de setas a los elfos, los cuales bailan durante toda la noche, dejando como huella de sus actividades lúdicas estos curiosos corros que, desde luego, son una importante pista que no debe desdeñar cualquier buscador de seres elementales que se precie. [...]

Jesús Callejo Gnomos: Guía de los seres mágicos de España, 1996 


28 comentarios:

  1. Bonita entrada para la época. Hace quince días he estado por ahí(Sanabria Alta) y recogimos unos buenos boletus y lepiotas. Comimos algunos allá y trajimos para Vgo otros, pero por alguna razón que se me escapa, aquí fermentaron al dia siguiente.
    Puede que tuvieran un exceso de agua, o puede que yo sea un manazas.
    Unha aperta Xibeluss.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que le pasa como a algunos vinos, Xabres: no son de viajar mucho, a no ser que las acomodes muy bien. Si es para consumo propio es casi mejor cocinarlas ligeramente.
      Un abrazo

      Eliminar
  2. Sí, me gusta imaginar cuando paseo por el bosque , que esos cuentos de elfos y hadas existen... Es parte de la magia y del encanto de la propia naturaleza, que siempre es sorprendente.Y sueño con encontrarme con un corro de brujas de lepiotas y llenar una cesta, pero cuando salgo y no las encuentro pienso si no e perdido la magia de mi tierra....Preciosa entrada .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La "magia" siempre está, Inés, aunque a veces más a la vista y otras veces menos. Esta misma mañana me he cruzado con un ciervo enorme... no es raro, pero me sorprendió por el sitio: justo detrás de la gasolinera de los Perales, entre las casas.

      Eliminar
  3. Interesante entrada y preciosas fotos.Verdaderamente yo como no entiendo no cojo setas solo las como y nunca me he comido ningun gnomo.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jjejeje Menos mal, J.M.: si las setasde por sí ya tienden a ser indigestas, imagínate los gnomos.
      Abrazos

      Eliminar
  4. Yo sólo cojo las de Primavera. Cuando era pequeña mi recuerdo a mi padre cargándolas en el R4 para ir a venderlas al mercado de Potes de los lunes...Las primeras se pagaban a animaladas de aquel tiempo, diez mil pesetas el kilo a veces...hace ya pues treinta años (sniff, buaaaaaa, sniff, hipo, sorbetón, sniffff) pues eso. Hasta allí venía gente de Bilbao que aseguraba que en Bilbao podían alcanzar hasta las treinta mil. Pero como eran del mismo Bilbao tampoco les hacíamos mucho caso :D

    Me gustan mucho y la entrada es deliciosa como ellas, ahora entiendo lo del coment de los diamantes. Voy a procurar estar atenta para ver a las hadas sentadas sobre ellas :)

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por aquí los vecinos también pueden sacarse una ayudita para el invierno, pero los precios están más bajos: en una temporada normal al paisano le pueden pagar unos 7 ó 8 euros por kilo de boletus en perfecto estado. Y sí, cuando yo vivía en la ciudad recuerdo una frutería de la zona pija que vendía las setas por encima de las 25.000 ptas/kg. - no sé como andarán ahora.
      Un fuerte abrazo, Alma

      Eliminar
  5. Una entrada muy lúdica y unas fotos soberbias. Todavía se siguen pagando bien,Alma, a mi me gustan más las de primavera pero el domingo me enteré que los robellones son muy buenos para el riñón.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aquí en primavera también suele haber buena cosecha, pero son más delicadas: coincide con la "explosión" de vida y hay que cogerlas en el momento justo, porque pueden llenarse de "cocos" enseguida.
      Un abrazo, Tejón

      Eliminar
  6. Precioso texto el seleccionado, Xibeliuss. Tanto su magia como tus bellas fotografías te transportan cómodamente a ese mundo de los bosques habitado por gnomos y otras criaturas que solo el que aún no ha perdido la capacidad de soñar, puede ver. Aunque es preferible que a ese sueño te transporte la imaginación y no la Amanita Muscaria...jejje.

    Plácido y bellísimo post otoñal. (¡Qué envidia sana me dan esos bosques sanabreses...! uf!)

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jjeje Dejemos la Muscaria y otras parecidas de lado, a menos que queramos imitar al Don Juan de Carlos Castañeda...
      Sí, este año el post de otoño ha tocado de setas, aunque ahora mismo hay unos colores en todos los arbolados que voy a tener que traerlos también :)
      Un fuerte abrazo, Marisa

      Eliminar
  7. Como siempre, magnífica entrada sobre micología, combinando con la fantasía. Ahora es tiempo de setas ya, con las lluvias. Pero hay que ser muy muy prudentes. Un abrazo, Xibeliuss.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sí: no te la puedes jugar con las setas. Si no las conoces bien, más vale disfrutarlas en un restaurante o comprarlas en un sitio de confianza. Yo, para comer, sólo recojo tres o cuatro especies; pero me gusta encontrarlas de todo tipo porque son casi todas muy estéticas.
      Un abrazo, Paco

      Eliminar
  8. Pues yo no tengo la menor duda de la existencia de los gnomos, esos seres pequeñines y traviesos que habitan en las profundidades del bosque, entre la hojarasca de los árboles en otoño, bajo las copas de sus setas. Esto no quiere decir que mueran al llegar invierno o la primavera porque están ahí siempre, olisqueando el aire, oteándonos tras el musgo de las rocas. Pero, ¿cómo no va a existir el famoso médico David con cuyas aventuras creci mientras me comía el bocadillo a la hora de la merienda? Eso no se pone en duda.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jjejeje Ya me parecía a mí que tardaba en salir David el Gnomo. ¡Que no se pierda la ilusión!
      Saludos, Carmen

      Eliminar
  9. Pues me ha encantado el texto, pero yo, bastante más prosaico, diré que donde más me gustan es en la cazuela o en la plancha, en especial los níscalos, por aquí llamados rovellones. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la opción que nunca falla, dlt. Y recetas hay para todos los gustos: prueba a asarlos entre las brasas, ya verás que delicia.
      Abrazos

      Eliminar
  10. Me encanta la entrada, Xibelius, me ha recordado a mi niñez y a David el Gnomo, jeje... no lo puedo evitar, soy así de infantil, lo confieso. Me apunto la referencia al libro de J. Callejo. Las imágenes fantásticas, en alguna, me ha parecido ver a David... jeje. Abrazos ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Carzum, que alegría verte por aquí!
      El libro de Callejo merece la pena. Forma parte de una trilogía (los otros dos se dedican a las hadas y a los duendes) y, además, están muy bien ilustrados.
      Un abrazo

      Eliminar

  11. · Bonitas, y buenas, fotos. La documentación es seria y rigurosa, toda una buena información documentada.
    Y respecto a los gnomo... si la seta no es carne ni pescado es un... gnomo.

    · un abrazo

    CR· & ·LMA
    ________________________________
    ·

    ResponderEliminar
  12. Que preciosidad de fotos. Siempre me han gustado los hongos y siempre los he asociado a los duendes. De hecho cuando mis hijos eran pequeños me invente a un personaje llamado Bupsi que habitaba en una seta.

    http://katy-tocandootrospalillos.blogspot.com.es/2009/02/bupsi-llega-la-tierra.html

    Te dejo el enlace por sui te apetece curiosear.
    Me ha gustado mucho tu post.
    Un abrazo y buen finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vengo de leer el cuento de los Bupsis... :) Está claro que hablamos de los mismos.
      Un abrazo, Katy

      Eliminar
  13. Ir por el bosque es toda una odisea, te hace sentirte bien perderte entre la naturaleza, sí es así.
    Hombre, como mucho sé distinguir los níscalos o las setas de cardo a más no me atrevo, pero me va a dar pesar cogerlos, sé que voy a recordar lo que has puesto sobre los gnomos.

    Vaya mano que tienes con la fotografía, son preciosas y muy bien cogidas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jjejeje Soledad, con tal que no eches al gnomo a la sartén no vamos mal.

      Gracias y un abrazo

      Eliminar
  14. ¡Vaya colección de setas!. Pienso que las alucinaciones que provocan la ingestión de algunas setas hacen ver brujas y gnomos entre ellas, aunque también un exceso pueden provocar los mismos síntomas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sí: hay que tener siempre mucho cuidado con ellas. Tanto para cogerlas (sin equivocarse) como para comerlas con moderación.
      Abrazos, Valverde

      Eliminar
  15. ¿Que sería de los bosques sin los seres mágicos que los habitan, sean espíritus, hadas, gnomos o cualquier otro ser de nombre para nosotros desconocido? Sin ellos, los seres humanos habríamos depredado los bosques mucho antes y no habríamos sido ni siquiera niños.
    Bellísima entrada, querido amigo.

    ResponderEliminar

Siéntase libre de comentar si es su deseo.
Las aportaciones son siempre bienvenidas, en ningún caso obligatorias.
Gracias