El Santuario de Nuestra Señora de la Alcobilla se encuentra situado en una explanada elevada entre los pueblos de San Justo, Coso, Rábano y Barrio de Rábano. Los días 8 y 9 de septiembre alberga una de las romerías más populares de Sanabria Carballeda, en la que los vecinos suben desde sus aldeas los pendones en procesión para rendir homenaje a la Virgen.La érmita actual fue construida en el segundo tercio del S.XVI sobre otra construcción más antigua. Como muchos otros santuarios, el de la Alcobilla está asociado a restos arqueológicos de época romana y prerromana que parecen indicar una continuidad de culto y poblamiento anteriores a la era cristiana.
Pese al interés de la pequeña iglesia, los verdaderos monumentos se encuentran a su alrededor: una impresionante plantación de castaños cuyos ejemplares más ancianos han sido datados entre los 1700 - 1800 años de antiguedad. Teniendo en cuenta que esta especie fue introducida en la península por los romanos, impresiona pensar que estos castaños pueden ser contemporáneos del emperador Diocleciano, el último gran perseguidor del cristianismo.
En Sanabria Carballeda hay numerosos castaños (San Román, Vime, Rozas, Linarejos, etc.) que podrían disputarle a estos la primacía de la antigüedad. Pero se trata de árboles aislados, no de un conjunto monumental como el de la Alcobilla.
La verdad es que son impresionantes!!
ResponderEliminarMe imagino a los romeros haciendo un descanso bajo la sombra de tan majestuosos castaños después de la caminata desde sus aldeas.
Que pases un buen sábado.
Besos desde Murcia.
Así es, llvllurciana. Hay una escena hermosísima que es, desde la altiplanicie, observar como los distintos pendones van asomando por el horizonte, antes de ver la procesión que llega de cada pueblo por un camino diferente.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana para ti también.
Y digo yo.... cuantas personas se necesitarian para poder abrazar y sentir a la vez a uno de estos castaños?
ResponderEliminarMe encantaria poder hacerlo.
Un abrazo.
Te puedo asegurar que es toda una experiencia, Arena. Yo, como soy un poco celta, venero a los árboles y estos viejos sabios te transmiten una energía tremenda.
ResponderEliminarAbrazos.
Que maravillosos son, monsieur.
ResponderEliminarTal vez sea mi parte celta tambien, pero quiero mucho a los arboles. Aun recuerdo lo que lloré cuando talaron el que habia junto a mi casa, aquella sensacion de pérdida de un viejo amigo.
Y estremece pensar que estos sean tan antiguos, que tantas generaciones, tantas civilizaciones los contemplaron, a veces hasta hablando latín a su alrededor.
Un lugar muy agradable, monsieur. Ha de ser una hermosa celebracion.
Feliz sabado
Bisous
¿Cómo no impresionarse, Madame? Los árboles que yo plante hoy en 50 años serán apenas jovenzuelos.
ResponderEliminar¿Y yo dónde estaré?
Saludos, Madame.
Usted aun estara aqui!
ResponderEliminar50 años no son nada, ya lo dice el tango.
Ay no, espere, me parece que en el tango eran 20.
Bueno, es igual, son pocos.
A disfrutar de su sabado, monsieur!
Son impresionantes, verdaderamente!!! Son monumentos de la naturaleza. Abrazar uno de estos (si es que nuestros pequeños y suaves brazos pueden rodear sus cortezas vetustas, rugosas y decrépitas) sería entonces como estrechar una columna romana, ¿verdad?. Pero con la diferencia de que nos unimos a un ser vivo y no a una piedra.
ResponderEliminarUn saludo
¡Y muy vivos, Carmen! Algunos de ellos han conseguido sobrevivir a la caída de rayos y ves su grueso tronco calcinado pero unos cuantos vástagos (ya de edad venerable) en pleno esplendor.
ResponderEliminarSaludos.
Por cierto, Madame: Me ha recordado usted un viejo proverbio (chino, naturalmente). Dice algo así como: El mejor día para plantar un árbol, después de ayer, es... hoy
ResponderEliminarSaludos, Madame.
Magníficos ejemplares.
ResponderEliminarMe alegro de que hayas encontrado un patrocinador, ja, ja.
Hermosas fotos. Cuando vuelvo por allí, no me canso de admirarlos y siempre pienso en la robustez que dan mil años y a la vez lo frágiles que son, allá arriba, solos en la planicie expuestos a los peligros de tanto desalmado que odia la naturaleza. Ojalá nos educaran desde niños en el placer y la necesidad de plantar árboles, y aunque no vivamos mil años, pudieramos emocionarnos al ver cómo las pequeñas varas que un día clavamos en la tierra, cuando tengamos ochenta años se han convertido ya en unos hermosos castaños, robles, chopos etc... y disfrutar de esos hermosos bosques reforestados con nuestras propias manos.
ResponderEliminarP.d.: Cada año que pasa, un año más que me quedo sin conocer la romería. Mala fecha para mí.
Un abrazo y buen fin de semana.
Al contemplar tus fotos -preciosas, por cierto- no he podido evitar acordarme de mis encinas, las viejas encinas negras de mi tierra. Quizás porque esta es la patria de los celtas del sur, donde eché raices junto a las de ellas.
ResponderEliminarVaro.
Jejeje. Ya ves, Logio. Además es muy exigente.
ResponderEliminarSaludos.
Uf, Viriatus, no quiero ni pensar lo que seía un incendio allí.
ResponderEliminarMe gusta pensar que hay cosas que no se queman.
Saludos.
Saludos, Varo. Otro árbol majestuoso, la encina.Por aquí también tenemos buenos ejemplares.
ResponderEliminar¡Qué maravilla!
ResponderEliminarQue maravilla de castaños y de fotos.
Porque sin tu excelente reportaje, no seríamos capaces de imaginar la grandiosidad del lugar.
Te lo he comentado varias veces, pero es que cada vez me entran más ganas de coger camino hacia Sanabria.
Este verano no será, desgraciadamente.
Pero el que viene,....
Un fuerte abrazo.
Enrique, una de las cosas que me lanzó a escribir este blog es que la comarca de Sanabria tiene aprox. cien kilómetros de este a oeste y más de cincuenta de norte a sur. Sin embargo, hay mucha gente que nos visita, se acerca al Lago, a Puebla y tal vez a la Cascada de Sotillo y ya piensa que lo conoce todo. Evidentemente no pasa solo aquí, pero hay mucho por conocer.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique. Anímate.
Esa última fotografía no sé como conseguirías el efecto, pero es una pasada de imagen.
ResponderEliminarBesicos.
Bienvenida, Lunhe: es el espíritu del castaño.
ResponderEliminar(y un poco de photoshop)
Saludos.
Hola Xibeliuss un gusto saludarte y decir que son unos árboles espectaculares, muy bello tu espacio.Felicidades
ResponderEliminarUn cordial saludo Isthar
Que barbaridad!!!! y que grandiosidad !!! verdaderos monumentos naturales... ignoraba que los castaños fueran una especie importada...
ResponderEliminarSaludos, Ishtar. Yo también me alegro de saludarte. Tenemos amigos comunes.
ResponderEliminarHola, José Luis. Hasta ahora ha sido bastante aceptado que los romanos trajeron los castaños desde Asia Menor, aunque parece ser que se han encontrado restos fosilizados que retrasarían la fecha de entrada en la península.
ResponderEliminarSaludos.
¡Qué magníficas fotos, Xibelius! La Naturaleza es sin duda la mejor artista que ha existido. Claro que es necesario tener un ojo como el tuyo para captar la belleza y mostrarla. Un saludo!
ResponderEliminarMuchas Gracias, Ana ¡Me voy a poner colorado! El mérito es de los castaños, yo sólo intento hacerles justicia.
ResponderEliminarSaludos.
En septiembre y octubre tengo pensado hacer unas rutas por sanabria y reencontrarme con estos rincones. Estaré antento entonces a tu blog.
ResponderEliminarsegun dicen los castaños de la alcobilla, transmiten energia positiva a quien los abraza,por eso algunos estan retorcidos porque se quedan con lo negativo de la gente que los abraza, dicen q la zona cercada tiene algo de mágico que ni los lobos entran a ella. se necesitan 5 personas para rodearlos al menos a uno de ellos, comprobado jjaj. cosas de leyendas o no, es una zona preciosa y da impresión pensar que llevan tantos siglos allí.
ResponderEliminarAh, Anuska, has tocado un tema peliagudo. Hay quien piensa que tanto el retorcimiento de los castaños como el hecho de que el lobo no pase la cerca (ni que, incoscientemente, nadie aguante mucho sentado en ella) se debe a una especial configuración de las líneas magnéticas en la colina. Llámalas magnéticas, telúricas, Hartman o como quieras. Yo, que soy bastante escéptico, he visto con mis propios ojos experimentos con un péndulo que te levantan la curiosidad. Y no te digo nada de las mediciones de energía en la sacristía de la ermita...
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la visita.
Hola Xibeliuss, buscando información sobre los castaños de La Alcobilla te he encontrado. Me ha gustado mucho esta entrada. La he enlazado desde una entrada que he escrito en mi blog: http://masquerutasenbtt.blogspot.com/2012/01/unos-castanos-milenarios.html
ResponderEliminarHe visto que participas en el concurso de los premios 20blogs y ya te he votado. Yo también participo con otro blog que escribo sobre mi hija: http://cristinaysumundo.blogspot.com/
Saludos.
p.d.: Aunque vivo en Pamplona, nací en Rioconejos (Cerca de Palacios de Sanabria)
Que sitio mas bonito...haber si me animo a visitarlo algun año de estos y estar para la romeria aunque es mala fecha pero bueno se intentara. Muy cierto eso que dices que la gente solo conoce 2 o 3 cosas de nuestra Sanabria. Yo sin ir mas lejos aun yendo desde niña al pueblo de mi madre a 3 km de Puebla solo conozco un pedacito muy pequeño.Tendre que animarme mas a recorrer la comarca.
ResponderEliminarBuenas tardes:
ResponderEliminarCreo conocer gran parte de la comarca de Sanabría y sus maravillas, pero esta en concreto no tengo el gusto de conocerla y la tengo entre mis visitas pendientes desde hace tiempo. Hay alguna ruta que se pueda hacer por el entorno o que llegue a los castaños? Gracias. Un saludo zamorano.