"La finalidad de este libro es la descripción de la cultura material de una zona hasta hoy prácticamente desconocida: Sanabria. Esta región pertenece a la provincia de Zamora, formando su parte noroccidental. Viajé por ella durante el invierno 1921/22 para conocer su lengua y cultura. El trabajo presente contiene exclusivamente los resultados referidos a la cultura. (...)
"Prescindiendo de las molestias y fatigas que conlleva un viaje a pie por los montes de León, aumentados por la dureza del invierno, no he tenido dificultades a la hora de recopilar el material. Siempre me acordaré con agrado de las horas cuando en la calle y el campo, o junto al fuego del hogar durante las frías noches de invierno, charlando con los pastores y los campesinos, he reunido el material que forma la base de éste y una serie de otros trabajos."
Fritz Krüger, de la introducción a "La Cultura Popular en Sanabria". I.E.Z. Florián de Ocampo.Diputación de Zamora. Caja España, 1991.
Fritz Krüger, nacido en Alemania en 1889, es el antecedente directo -y sobre todo muy real- de nuestro conocido Herbert Von Patto. Interesado por la cultura española, ya su tesis doctoral versó sobre los límites entre el catalán y la lengua de Oc. En los primeros 20 del pasado siglo, como él mismo cuenta, apareció en Sanabria en busca de los orígenes primigenios de la lengua leonesa. Se las había arreglado para conseguir financiación, nada menos que en los momentos más duros de la posguerra alemana, de un grupo de comerciantes de Hamburgo: a Sanabria llegó, andando, tras realizar diversos estudios en Asturias y en la provincia de León -Las Cabreras. Después partió hacia Salamanca y aún más al sur, hasta la sierra de Gata. Tras la segunda guerra mundial se exilió en Argentina y acabó sus días como catedrático de la universidad de Mendoza. Falleció en 1974.
Durante cierto tiempo he perseguido su obra "La Cultura Popular en Sanabria", traducida por primera vez al castellano en 1991 y hoy absolutamente agotada. Por fin la he conseguido de la manera más sencilla: hablando directamente con la editorial, que, ante las escasísimas posibilidades de reedición, me ha hecho llegar el libro fotocopiado.
El trabajo de Krüger supone una instantánea fidedigna y exhaustiva de la vida pasada de la comarca, de unos usos, dialectos y costumbres que ya entonces caminaban hacia la desaparición. Tiene el libro naturalmente, algún punto discutible, sobre todo una vez pasado el tiempo: es difícil, por ejemplo, que el alemán preveyese la brutal migración que a partir de los 50 vació nuestros pueblos. Pese a su carácter puramente técnico, es muy fácil descubrir el cariño con el que Krüger se acercó a los sanabreses. Por lo que he podido saber, nuestra gente también guardó buen recuerdo del entonces joven estudioso. Me gusta imaginar su llegada, quizás por el camino de la Baña hasta San Ciprián cubierto por las primeras nieves, el tópico alemán rubio y fuertote (físicamente era así) cargado con una cámara fotográfica y libretas sin cuento. Les debió parecer un extraterrestre.
Os presento hoy una primera serie de sus fotografías. Pido disculpas ya que la reproducción difícilmente podría ser peor: escaneo de fotocopias. Pero creo que por su interés y encanto merece la pena el esfuerzo.
La Cabrera
Foto: Marina y Sergio
San Ciprián
Ribadelago
Porto
Puebla de Sanabria
Interesante comparativa... lo de que vinieran de fuera para interesarse de lo de aquí antes que los autóctonos es algo que se ha dado mucho en este país, afortunadamente creo que ya hace mucho tiempo que nos hemos dado cuenta de la importancia de lo "nuestro"...
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, José Luis. Cuando Krüger habla de Sanabria como "zona prácticamente desconocida" en aquellos años no exagera.
ResponderEliminarAhora que, por ejemplo, no se hizo una catalogación más o menos en profundidad de los castros en la comarca hasta ¡1986!, con los trabajos de Esparza.
Saludos.
BUENO, ESTO YA ES PARA MORIRSE...
ResponderEliminarQUE REPORTAJE!!!!
HE DISFRUTADO, LO QUE NO TE PUEDES IMAGINAR.
GRACIAS, POR TODO LO QUE NOS DAS Y NOS ENSEÑAS MAESTRO!!!!!
ME HA ENCANTADO LA COMPARATIVA.
El antes y el después...interesante la comparación y estremecedora por lo triste y dificil de la vida en aquel entonces , menos mal que los tiempos y las cosas cambian para mejor o por lo menos se intenta.Gracias al trabajo de Krüger y al interés tuyo sabemos un poco más.
ResponderEliminarUn abrazo Xibeliuss.
Las fotos antiguas tienen un encanto tremendo, lástima que la calidad con las que he podido reproducirlas sea tan baja.
ResponderEliminarUn abrazo, Reme
Quizás la vida no fuese tan triste como pensamos... porque no conocían otra. También tenían sus buenos momentos, no te pienses.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Arena
Pd.¿Qué tal vas con tu plantilla?
Por necesidades ajenas al servicio me temo que voy a pasar unos días un poco desconectado. Espero veros pronto a todos.
ResponderEliminarMuy buena la comparativa. Me he gustado mucho.
ResponderEliminarHa cambiado un poco pero yo creo que para mejor. Por suerte, aún, queda gente a la que nos interesa preservar el lugar que nos rodea y cuidarlo.
Que vinieran de otros sitios para enseñarnos la belleza del entorno, no es extraño. La mayoría de las veces no vemos lo que tenemos delante de las narices.
Un beso y hasta tu vuelta.
Valiosos documentos los que nos trae, aunque sea escaneo de fotocopias. Buena idea la de la comparacion.
ResponderEliminarY un placer comenzar a conocer a los antepasados del profesor! :)
Feliz fin de semana, monsieur
Bisous
La plantilla está en proyecto y sin prisas.
ResponderEliminarUn abrazo Xibeliuss y hasta pronto.
Muy interesante... Y sí, todos esos estudiosos de nuestras costumbres que visitaban el país en aquellos tiempos en los que cada pueblo era un poco una isla debían ser vistos como seres de otro planeta. Gracias a muchos de ellos sabemos más de nosotros mismos. Poco a poco parece que vamos aprendiendo a valorar cada una de nuestras piedrecitas. Te espero pronto por este recodo..
ResponderEliminarA veces una búsqueda en principio infructuosa se compensa al final de la manera más fácil. Algo así te ha pasado con este libro. Sin embargo te doy una recomendación: debes estar atento a los anticuarios y librerías de viejo. Uno no sabe cuándo saltará la liebre.
ResponderEliminarYo también me le imagino alto, rubio y de ojos azules recorriendo las serranías sanabresas ante la sorprendida mirada de los lugareños. Algo así a lo que ocurrió a los paisanos de Las Hurdes cuando les retrataron los primeros aventureros fotográficos. Pero en este caso el "pánico" sería mayor: un gigante amarillo y de mirada de cielo, jejej (parece un relato indígena ante los conquistadores españoles).
Un abrazo
A raíz del aniversario de la caida del muro de Berlín un buen amigo puso en su blog un enlace a una galería de fotos muy especial que dado tu interés por la comparativa te recomiendo.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Sospecho que a casi todos nosotros nos llevaron en nuestra tierna infancia y época de escolares a Sanabria, , aunqeu se pieren en mi fragio memoria las escenas, lo recuerdo como una visita entrañable y un lugar fascinante,
ResponderEliminarme ha gustado recordar
Es interesante ver la mirada del extranjero sobre lo propio, sobretodo con tantos años de distancia
ResponderEliminarPartiendo del excelente documento que esas fotografías antiguas representan y que nos dan a conocer esos usos y costumbres de los lugareños de comarca de Sanabria, el libro suponemos que debe constituir un referente sociocultural de la época y poder comparar el antes y el ahora de esos pueblos nos demuestra que muchas cosas siguen casi intactas, lo que es un logro de conservación.
ResponderEliminarEs interesantísimo el libro que sugieres y a nosostros nos apasionan este tipo de reportajes.
Un abrazo.
Que hermosa comparación, el ayer y el hoy y qué pena que un extranjero nos haga ver lo maravillosas que son nuestras tierras.
ResponderEliminarLa calidad de las fotos es lo de menos, son preciosas!
Besos.
Hola, pepa. Ya andamos de vuelta por aquí, y asustado de lo que es la vida en la ciudad. Sí, como dices, el mundo rural tiene sus problemas, pero creo que el equilibrio entre lo que fue y lo que es resulta mucho más humano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz fin de semana, Madame... una semana después.
ResponderEliminarArena, ya sabes, como siempre: si necesitas ayuda, solo tienes que decirlo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Completamente de acuerdo, alicia: el libro de kruger es, hoy por hoy, un rtestimonio irremplazable de lo que fue Sanabria en aquel entonces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí tengo muy complicado lo de las librerías de viejo, Carmen, aunque cuando vivía en Madrid era asiduo de la cuesta de Moyano y de la Feria del Libro antiguo y de ocasión de Recoletos.
ResponderEliminarY sí, las fotos de Kruger con los sanabreses eran muy, muy curiosas; pero parece que se quedaron con un buen recuerdo mutuo.
Un abrazo.
http://academiacajander.blogspot.com es uno de mis blogs favoritos y la galería de Berlín, un acierto.
ResponderEliminarSaludos, Logio.
Ya sabes, cuentosbrujos: una escapada y a recordar en vivo! ;-)
ResponderEliminarUn saludo.
Y más si no hay testimonios de compatriotas de esa misma época! Un saludo, Ariadna.
ResponderEliminarLogan, Lory: como digo, el libro es una maravilla, al menos a los que nos interesamos por esta tierra.
ResponderEliminarSaludos.
No creas, Carolina. Yo creo que lo importante es que al menos haya quedado un testimonio tan completo de aquella época. Y, como digo, lo destacable es el amor con el que reflejó la tierra, más allá de los tecnicismos puros y duros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que los senabrenses de entonces y de ahora tuvieron y tienen que sentirme muy orgullosos de haber atraido la atención y el interés de aquel joven alemán. Eso los revaloriza (y nos revaloriza. Lástima que el libro esté agotado, pero ha sido todo un detalle el de la editorial al facilitarte esa copia.
ResponderEliminarRespecto a la novela de la reina Dido, me hace muy feliz saber que ya la tienes en tu poder. Aunque no puedo evitar cierto cosquilleo en el estómago... Un abrazo, querido amigo.
Puedes estar muy tranquila respecto a tu obra, Isabel, muy tranquila.
ResponderEliminarAbrazos.
Es un castaño, Xibeliuss. Concretamente el castaño del Campano, en Villar de Acero, León.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, llvllurciana. Menudo ejemplar!
ResponderEliminar(Para los que no sabéis de que va, viene de aquí: http://llvllurciana.blogspot.com/2009/11/suenos-de-semilla.html)
Oh oh oh!!! Pues tiene usted todisima la razon ;) y veo que tambien ha sido victima del mismo arrebato de locura que tres que yo me se y me suenan de algo :)
ResponderEliminarPero es que ademas te lo has currado muy bien Mira tu, que buena coleccion entre Fritz y Ruth :) y estos cuatro locos siguiendoles los pasos jajaja
biquiños :)
Hola!
ResponderEliminarMuy interesante la página! enhorabuena!!! es un lujo poder tener al alcance de la mano esta información!...tengo raíces sanabresas...mi padre es de porto de sanabria. Este verano he descubierto el hecho de que Fritz Kruger se paseara por aquel entonces por la zona investigando las costumbres, idiomas...y me han dicho que le hizo una foto a mi abuela y que debe ser la única foto que existe de ella(que ya murió hace unos años), de joven, embarazadísima de su 2 hijo, creo, de los 10 que tuvo! de costado peinándose la melena. La cuestión es que me gustaría encontrarla pero no sé cómo! Se llamaba Ana María Dapena y mi padre Salvador Carracedo Dapena.
Gracias por el sitio! y un saludo!
alma
pd: por si alguien puede darme alguna pista: barcelona19@hotmail.com
Sta d lujo....gracias....por los studios k stas realizando...un saludo...
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