Debo reconocer que un invierno tan cargado de lluvias como el que hemos soportado puede llegar a hacerse cansino, sobre todo en aldeas tan pequeñas como las nuestras: "-Voy a dar una vuelta. -Está diluviando - ¿Hay alguien más?..."
A cambio, la naturaleza nos trae una primavera en la que nuestros ríos, arroyos y regatos lucen sus mejores galas. Los cauces, plenos, visten las riberas de praderías donde el verde te secuestra. Desde el Bibey o el Tuela al Guadalaba, desde el Valdalla al Villarino, pasando por el Tera, el Castro, el Trefacio, el Segundera, el Truchas, la Mundeira, el Negro, Cárdena, Conejos, Forcadura, la Reguera, la Perilla... Los más salvajes y también los que han sido objeto de ataques injustificables, a veces hasta por quienes se arrogan el deber de cuidarlos. Todos ellos están ahora en, quizás, el mejor momento para visitarlos, incluso más que cuando el follaje cierre y ya no nos permita admirar como árboles y arbustos se cubren día a día.
Humeros, fresnos, lirios, avellanos y manzanos silvestres. Y para el final se reservan los robles, siempre aportando la pincelada maestra. Un poco crecidos, estos muchachos.
Muchos de los visitantes, sobre todo sureños y levantinos, se asombran ante la libertad de nuestras aguas. Durante mucho tiempo, sanabreses y carballeses supieron disfrutarlas y también aprovecharlas, en una simbiosis a lo mejor perdida. Hoy podemos encontrarnos testimonios de otras épocas en las ruinas de molinos para el pan (centeno) y batanes donde se trataba el lino, producto que fue orgullo de nuestras tierras desde antes de la romanización. Las aguas marcaron con pulso firme la distribución de nuestros pueblos en sierras como éstas. Marcaron nuestra identidad. Cuidémoslas. Y, también, disfrutémoslas.
Música: "Down in the river to pray" (O Brother where at you? OST)
Monsieur, que belleza!
ResponderEliminarLo bueno que tienen esos lugares pequeños es que la naturaleza cada dia ofrece un paisaje diferente, mientras que el asfalto y el cemento siempre nos muestran el mismo rostro. Tal vez el paseo llega a hacerse antes cansino en la ciudad.
Buenas noches, monsieur
Bisous
uff, siento las aguas, me gustaría poder meterme en ellas. ¿puedo?.
ResponderEliminarUn beso, qué maravilla1
Creo que a pesar que nos haya parecido un invierno cansino por tantas lluvias, ha merecido la pena por ver esta primavera que nos presentas en tus fotos. Que belleza ver correr el agua por los arroyos de esa forma de la que casi puedo oir su murmullo.
ResponderEliminarComo siempre, me gustan tus fotos.
Un saludo Xibeliuss.
Así es, Madame: casi cada dia es un paisaje, un color, un sonido distinto. Por ejemplo: también ahora andan las ranas afinando la voz en conciertos nocturnos; poco después tomarán los grillos el relevo.
ResponderEliminarFeliz día.
¡Todavía están muy fresquitas! Y en alguno de los sitios bajan con mucha fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo, Carolina
¡Murmullos y bramidos! Porque donde el agua rompe en algún remolino suena con ganas.
ResponderEliminarAyer mismo estuve de paso por la Sierra de la Culebra: viendo como está el monte, el brezo, los codesos reventando, das por bueno todas las lluvias caídas.
Saludos, Moldon
Hola Xibeliuss.
ResponderEliminarCon esta entrada y con tu blog he hecho un maravilloso viaje a mi Lago y sus alrededores. Soy zamorana desterrada pero amante incondicional de Sanabria. Desde este verano no he vuelto a ir por allí, y ya echo de menos la magia del lugar. Este post me ha puesto los dientes largos: tus espléndidas fotos hablan de una primavera espectacular que no me pienso perder en la próxima escapadita.
Sinceramente, ha sido todo un placer topar con tu blog que seguiré de cerca.
Un fuerte abrazo.
¡Bienvenida, Marisa! He tenido la oportunidad de ver tu maravilloso "Espejo de la luna" y he reconocido sensibilidades cercanas ¿será por la tierra?:). Muchas gracias por la visita y por tus amables palabras.
ResponderEliminarSaludos
Cierto es que ha sido un invierno "malo",pero al salir al campo estos dias se te olvidan esos meses de reclusion forzosa.
ResponderEliminarComo siempre,las fotos estupendas.
Sí que se olvidan, sí. Aunque en vez de botas de montaña tengas que tirar de las de agua!
ResponderEliminarUn abrazo, fosi
Ya sé que los que vivís ahí de continuo lo habéis tenido que soportar, pero este invierno ha sido una bendición... Todavía se puede ver nieve en Peña Trevinca, eso garantiza cierta continuidad y que no solo se hayan recuperado los ríos, sino tb las corrientes del subsuelo. Da gusto recorrer Sanabria y Carballeda y poder observar charcas, fuentes... un agua que se había ido, que buena falta hacía y, ha vuelto!!!.... Acabo de estar ahí y ya tengo ganas de volver...
ResponderEliminarDisfruta de estos días, de sus fragancias, de su colorido, de sus sonidos, de su paz.... eres todo un afortunado.
Un abrazo.
Cada vez que salgo al asfalto, mas me acuerdo y echo de menos estas imágenes naturales, frescas y a veces mágicas.Me hacen un poquito mas feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
El campo ahora está precioso, como nunca, por sus variados colores que van desde el verde propio de los prados de Escocia hasta los amarillos y los marrones oscuros de los huertos arados. Y todo ello aderezado con agura, agua por todas partes, en los riachuelos, en las cascadas y en el barro del camino, jeje
ResponderEliminarUn besazo
El agua que ha caido este invierno va a traer una primavera llena de color y de alergias y poder disfrutar de un verano menos seco.
ResponderEliminarLos arroyos y cascadas en Sanabria seguro que estaran en pleno explendor.
Un abrazo
el lio de Abi
¡Las corrientes del subsuelo parecen más bien un paso elevado! Sí, ha sido una bendición: nieve hay en Trevinca y bastante más abajo. Sin ir más lejos, en Peces todavía hay respetables neveros.
ResponderEliminarYo también me considero muy afortunado -aunque esto también tiene sus cosas, eh?, que no andamos todo el día revoloteando cual abejillas :-)
Un abrazo, desbrozador
Arena, si es que tanto asfalto no puede ser bueno, que hay que salir más al campo!
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Y el morado reventón del brezo, el blanco y el rosa de los frutales...! Allí en tu tierra también tiene que estar explotando todo, ¿no, Carmen?
ResponderEliminarUn abrazo
Mucho me temo que los alérgicos sí van a pasar una primavera entretenida, sí.
ResponderEliminarEn cuanto a cascadas, tengo previsto subir a Sotillo o Aguas Cernidas en cuanto se pueda andar mejor por los caminos. Ya os enseñaré.
Un abrazo, Abi.
Este año con tanta agua será abundante la cosecha de setas ¿no Xibeliuss?
ResponderEliminarPreciosas las fotos, como siempre.
Un abrazo.
xIBELIUS, no hay derecho a que nos pongas los dientes largos, me imagino como tienequeestar la sierra la Culebra, con todo lo quecuentas y mi Cional con ella. Recuerda que prometiste fotos de las urces, blancas y malvas ...Que suerte tienes majo , de disfrutar todo eso, yo por suerte aunquevivo en un( pueblo) cerquita de Madrid también puedo salir al campo sin tener que coger el coche. Saludos
ResponderEliminarXibeliuss...
ResponderEliminarBienvenida sea el agua, sobre todo después de quedarme extasiado con estas imágenes. Cuan bella puede ser la naturaleza... Hermosísimo amigo.
Un fuerte abrazo¡
Tanta lluvia nos traerá muuuuuuucho verde y si no andamos finos luego todo el verde se secará y vendrán los incendios así que ahora es el momento de apagarlos, antes de que se produzcan.
ResponderEliminarYo no soy buscador de setas -más bien me las como, jeje- pero sé que los aficionados ya se están frotando las manos con esta temporada de primavera.
ResponderEliminarUn abrazo, tejón
No se me ha olvidado, Sara: he mandado a uno de mis corresponsales a cubrir la información: http://javiercodesal.blogspot.com/2010/04/colores-de-primavera-en-codesal-i.html (jejeje, lo cierto es que el bribón se me ha adelantado)
ResponderEliminarYo pasé ayer y la Culebra está que revienta! Volveré con la cámara, seguro.
Un abrazo
Realmente te quedas extasiado mirando los paisajes. Se pasa el tiempo y no te enteras. Y falta la banda sonora: pájaros, ranas...
ResponderEliminarUn abrazo, Felix
Buen apunte, Logio. Tienes toda la razón del mundo. Afortunadamente, aquí los incendios suelen darse más en el monte bajo (me imagino que como en todos lados) más que en el bosque de ribera.
ResponderEliminarSaludos.
Xibeliuss...
ResponderEliminarPues si a esas imágenes le acompañas el sonido, ya es para morirse...
Un abrazo
¡Pues, si me sale, igual os doy una sorpresa, Félix!
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Xibeliusss por traernos estas imagenes a los zamoranos que amamos los ríos y por desgracia estamos muy lejos de nuestra tierra. Creo conocer todos los ríos que mencionas... y alguno más jejeje Yo no entiendo Sanabria sin ríos, soy incapaz de disfrutar de la montaña sin oir correr el agua. Ya sabes cuál es mi debilidad...
ResponderEliminarEl sábado vuelvo a casa y no pienso perderme la visita a Sanabria y Carballeda.
Por cierto, la próxima vez que vayas a un río, prepara el macro de la cámara y levanta unas cuantas piedras de su lecho y mira quien vive en ellas... verás que sorpresas llevas.
Gracias y un saludo
Síiii, la lista de ríos no es exhaustiva: todavía quedan unos cuantos y seguro que tú los has recorrido más que yo. Disfruta estos días en casa, está inmejorable. Me apunto lo del macro.
ResponderEliminarUn abrazo, Alfonso
Sus mejores galas, dices. Sin duda, a juzgar por tus maravillosas fotos, que así es.
ResponderEliminarHa de ser un lujo vivir rodeado de tanta belleza.
Y sí, me cuento entre esos levantinos asombrados (y envidiosos, jejeje) de que haya tanta riqueza de agua en otras partes de España.
Un abrazo.
Antes no había leído los comentarios.
ResponderEliminarAhora sí, y yo si te imagino revoloteando cual abejilla laboriosa tomando fotos y gozando de la naturaleza. Jajaja!
hum, una imagen perturbadora, a mi edad revoloteando de flor en flor... :)
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique
pues nada a disfrutar de la primavera... que luego llega el verano y el calor acobarda mucho el salir...
ResponderEliminarsaludos
Jjejeje. Bueno, aquí calor puede hacer, pero tampoco tanto. Y las ribers suelen ser buen lugar incluso cuando más pega el sol.
ResponderEliminarSaludos, José Luis.
Los que añoramos esos arroyos contamos los días que restan para hundir las manos en ellos. Me quedan unas semanas... Estoy deseando colarme en esas fotografías!
ResponderEliminarQuizá me acerque a descubrir Cobreros...
Un abrazo en espera
¡Entonces cogerás un gran momento! Ahora, como todos, llevamos unos días de frio pero ya no pueden durar mucho. Y si vienes por Cobreros, ya sabes...
ResponderEliminarUn abrazo, alicia.
Tienes una habilidad exquisita de conjugar, imagen, letra y sonido.
ResponderEliminarte admiro.
un abrazo♥
¡Me vas a ruborizar! jejeje. Me alegro que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo, Afrodita.