El 17 de diciembre de 1791 nació en Mombuey Pedro Francisco Escudero Martínez. Hijo de una familia muy humilde, su destino no parecía diferente al de otros tantos niños en el mundo rural de la época; más complicado si cabe cuando pocos años después fue atacado por un cerdo y perdió los testículos en el lance. Antes del cambio de siglo - ni las fechas ni los motivos están muy claros - la familia se estableció en Valladolid y Pedro Francisco entró como niño del coro - seise - en la capilla de música de la Catedral. Al cumplir los dieciocho años, en 1810, fue nombrado violinista segundo de la seo. No era corto progreso, pero en España se acercan tiempos turbulentos: en 1812 las tropas napoleónicas invaden el país y la lista de destrozos se extiende por todo el territorio. Sin embargo, hay un jefe del ejercito francés - su nombre no ha transcendido - que se prenda del talento musical de Pedro Francisco y lo lleva consigo a París para que complete su formación musical. Es el inicio de su excepcional carrera como violinista, que le llevará a triunfar en los grandes teatros de toda Europa.
No regresó a España hasta 1830, cuando se presentó en los salones Santa Catalina de Madrid en compañía del pianista Pedro de Albéniz. La acogida fue clamorosa y ambos obtuvieron plaza como profesores en el Real Conservatorio de Música que la reina María Cristina, esposa de Fernando VII venía de poner en marcha. Decía Albéniz de su compañero que "era un excelente cantante, cuyo arte conocía perfectamente, con una gran voz de tenor y pocos cantantes de fama podrían aventajarle en su buena escuela y manera de expresar" - dada la naturaleza de la mutilación sufrida, es razonable pensar que su registro estuviese más cerca de contra tenor, o incluso de soprano.
Tras apenas tres años en el puesto, Pedro Francisco abandonó la capital para seguir ofreciendo conciertos por todo el mundo. Parece ser que en 1851 pasó por Mombuey, o, al menos, así lo afirma uno de sus biógrafos - quizás para comprobar in situ cuan largo había sido el camino desde la "choza" donde nació hasta sus momentos de gloria. Murió en 1868 en el Consulado General de España en París: en su testamento legó dos de sus mejores violines - uno de Antonius Stradivarius y otro de Petrus Guarnerius - al Cabildo de Valladolid "en agradecimiento a los muchos favores que había recibido en su infancia". Violines de los que, por cierto, no se conoce el destino.
Desde 2005, cuando se le nombró hijo predilecto, una placa honra en su pueblo natal la memoria de Pedro Francisco Escudero. El Mombuey de hoy, capital de facto de La Carballeda y uno de los centros económicos de nuestras comarcas, poco debe tener en común con el de doscientos veinte años atrás. Pero sí hay algo que permanece tal y como fue en los recuerdos de Pedro Francisco: la espectacular Torre de la iglesia - que ya hemos visitado otras veces. Desde su construcción en el S.XIII - por la Orden del Temple, según se dice - es imposible no fijarse en ella desde cualquier rincón del pueblo y siempre, siempre se acaba por encontrar algún detalle antes inadvertido.
Nota: Una recomendación para los interesados en la situación "política" de nuestros pueblos: El Blog Personal de Jesús Ramos. Jesús es el alcalde elegido por Trefacio en las últimas elecciones y se ha encontrado con situaciones... ¿complicadas? Este blog es una buena muestra de los problemas a los que se enfrentan no pocos ayuntamientos del mundo rural... y de las armas con las que cuentan.
Cuanto talento habrá en la miseria sin un cerdo que le coma los huevos.
ResponderEliminarInteresante historia la de Pedro Francisco.
ResponderEliminarNo me canso de mirar y admirar todos esos detalles ornamentales y de valor simbólico y figurativo, de la iglesia de Mombuey. Preciosas fotografías, Xibeliuss.
Un abrazo.
Vaya mala suerte la de este hombre, mira que comerle el cerdo los testículos. Aunque gracias a ello, luego fue un reputado músico y cantante. Lo que es la vida. No conocía esta historia, pero me ha gustado conocerla. Paso a conocer el blog referido. Buen domingo, Xibeliuss.
ResponderEliminarDesde luego, monsieur, no cabe duda de que hay destinos extraños. A ver qué pitonisa hubiera adivinado lo del cerdo! Pero mire, no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarFeliz domingo
Bisous
Hermosa la iglesia del pueblo, y vaya vuelta que dio el destino para sacar a un campesino de su choza y llevarlo a la fama y dar conciertos por el mundo. No siempre las desgracias traen tanta ventura.
ResponderEliminarNo tenía, desde luego, un futuro muy alagüeño el pequeño Pedro Francisco íntegro, pero obtener fama, gloria y bienes así... no sé, no sé si lo hubiera firmado el muchacho. Nunca sabe uno lo que el destino le depara. En fin, un abrazo Xibelius.
ResponderEliminarPedro Escudero está citado en el artículo escrito por Luis Robledo Estaire sobre "LA CREACIÓN DEL CONSERVATORIO DE MADRID" en la Revista de Musicología, volumen XXIV, nº 1-2, Enero-Diciembre de 2001.
ResponderEliminarPedro fue el primer profesor de violín del Real Conservatorio de Música María Cristina, fue la reina quien lo impulsó en 1830 con la ayuda de Piermarini.
Cuanto arte y talento se encierran en esta otra joyita zamorana, y más concretamente de la Carballeda, que es Mombuey. Que piedras como siempre tan bien retratadas... y que pan!!! Por cierto, en los últimos relatos, unos más reales que otros, o quizás no..., el protagonista se beneficia de su "desgracia", curiosa ironía... Mucho ánimo a Jesús Ramos, una víctima (como otros muchos somos), del caciquismo que "impera" en la diputación zamorana. Un abrazo desde el otro lado del charco, con la misma indiganción, y la luna del revés...
ResponderEliminarInteresantísima la biografía de este artista IL CASTRATO. Las fotos no tienen desperdicio Xibeliuss. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarDesconocía la historia de Pedro. Había oido la de Carlo Broschi"Farinelli".Aunque dices que lo suyo fué un accidente,lo cual es muy provable,pués son tan voraces que se comen todo.Por aquella época era frecuente que en familias muy humildes,como salida a una mala situación ,entregaban sus hijos para el coro y para que no les cambiase la voz ,los castraban ,lo que me parece algo monstruoso.Me a gustado conocer esta historia tan cercana a nuestra tierra.
ResponderEliminarEl gato de la foto seguro que ya estaba allí cuando se marchó Pedro Francisco con su familia ;)
ResponderEliminarQue curiosa historia, el primer destino tan parecido al del Pascual Duarte y luego como se da la vuelta la vida para mirarlo con la cara buena.
Me gustan mucho las fotos, la cuarta y la octava de una manera especial.
Un abrazo grande, Xibeliuus
(Me encanta el comentario de Logio :D)
Me voy a ver el blog de Jesús Ramos.
Siempre me llamó mucho la atención esa casa, creo que la foto numero cinco.Se parece a las casas de los indianos que regresaron.Pero nunca supe quién vivia alli y mi imaginación se inventaba historias absurdas, como que alguien vivia tras esas paredes y nunca salia a la calle.,lo que e dicho ,algo absurdo,la imaginación de una niña.Y el pan de Mombuey fué el pan de nuestra vida y lo es en verano, y esos detalles en la fachada de la iglesia,nunca había visto tantos.Gracias.
ResponderEliminarNo hay mal que por bien no venga, el accidente con el cerdo fue una forma "natural" de conservar una voz aguda que le llevó a la fama.
ResponderEliminarUnas fotos magníficas, Xibeliuss.
Abrazos.
Xibelius, es de las entradas que más me han interesado, muy bien contada la biografía del castrado de Mombuey que ignoraba que hubiese existido. Las fotos me resultan familiares, pero con ese tono que les das se adaptan perfectamente a la narración y a la época.
ResponderEliminarConozco el asunto del alcalde de Trefacio, era previsible lo que ha pasado, lo que no se entiende es que nadie dijera nada, ni pusiera remedio a la situación caótica del ayuntamiento de Trefacio, que viene de años atrás.
Es un paradigma de la situación española, muchos problemas de ahora vienen de atrás, pero quieren camuflar su mala gestión con que hay crisis, pero en realidad lo que hay son malos políticos.
Me parece muy valiente y muy decidido el alcalde de Tefacio. Ojalá se pueda solucionar esta situación.
Un abrazo.
Interesante historia de este artista (hoy seria un rockstar seguramente)bien retratada con estas magnificas fotos mi estimado
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana
PD :Muchas gracias por la lista y la proxima semana vamos con los blues
Hola Xibeliuss.
ResponderEliminarDesconocía totalmente la historia de este hombre,gracias por contarla.
Vaya trabajo con las fotos.
Un abrazo.
a este hombre su castramiento por lo menos fue accidental, no como a los castrati al uso... y es de elogiar que no olvidase sus orígenes
ResponderEliminarSiempre toda vivencia por mala que sea nos deja una experiencia.. y fijate tu por donde, la tragedia de ser castrado e la infancia le otorgo el don de ser un magnifico cantante..
ResponderEliminarSupo cultivar mas dones como no olvidarse nunca de sus origenes...
Las imagenes espectaculares como siempre..
Un beso mi amigo..!!
Interesante entrada y muy buenas fotos.De la desgracia surgio un artista se entrenaria dando voces de dolor...me duelen a mi de pensarlo..
ResponderEliminarUn abrazo y como Alma voy a ver los enlaces y Logio bordo el comentario
Cuanta sabiduría, maestro, cada día gusta más leer este blog.
ResponderEliminarY las fotos,ufff, desde que te ha dado por el blanco y negro no dejas de sorprenderme.
Un abrazo.
Xibeliuss, no sé que me ha impactado más de esta entrada. Quizás la vida tan interesante de este castratti-violinista, o quizás tu prosa a la hora de narrárnosla, o quizás las fotos con que ilustras tus letras. Creo que las tres están perfectamente combinadas. Suerte tuvo de poder viajar a Francia. Podríamos decir que fue una de las pocas personas que se benefició de la entrada de los franceses en España.
ResponderEliminarSaludos
Hola Xibelius, ¿"andeandaran" los violines?.
ResponderEliminarMenuda situación la de Trefacio. He estado ojeando la noticia y el blog de Jesús y mala solución veo.
Un abrazo
Así es, Logio. Posiblemente, el talento para la música venía "de fábrica"... pero de no ser por su mutilación nunca hubiese tenido oportunidad de desarrollarlo
ResponderEliminarGracias, Marisa: la verdad es que son para perderse en esos detalles, en su simbolimo, en las historias que arrastran.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Paco, lo cierto es que a él dos desgracias horribles (la otra es la guerra de Independencia) le sirvieron para desarrollar su talento. Pero me pregunto si finalmente fue feliz.
ResponderEliminarAbrazos, Paco
Desde luego que la historia parece una ficción... Pero no, es completamente real esta vez. Destinos caprichosos, desde luego.
ResponderEliminarFeliz tarde, Madame
No, no siempre, Alejandra.
ResponderEliminarLa biografía es muy escueta y yo me quedo con unas cuantas preguntas. Una de ellas, la que hace dlt justo debajo.
Abrazos
No, dlt: yo tampoco sé si el chaval hubiese estado dispuesto a pagar ese precio de haber podido elegir.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, ella; tanto por la visita como por la aclaración. Ciertamente el Real Conservatorio se debe más a un empeño personal de la Reina y no de su marido, Fernando VII (que solía tener otras cosas en la cabeza) ya lo he corregido.
ResponderEliminarSaludos
Jjejeje No, Diáspora: en este caso la historia es auténtica, no hay fabulación de ningún tipo.
ResponderEliminarY, sí: ¡Que pan el de Mombuey!
Un fuerte abrazo, con la luna (llena) del derecho
Gracias, Marce. Yo, la verdad, me quedo con ganas de saber más del personaje.
ResponderEliminarAbrazos
Hola, Inés: los accidentes con cerdos fueron desgraciadamente muy comunes en todo el mundo rural. Como bien dices, eran muy voraces... y los niños no siempre podían estar vigilados.
ResponderEliminarJeje: la que para mi es la "casa del indiano" de Mombuey siempre me ha despertado mucha curiosidad, pero no conozco su historia. Si alguien se anima a contarla le estaremos muy agradecidos.
Abrazos
Sí, alma, muy curiosa historia... a la que he llegado de casualidad. Recorriendo el pueblo me encontré con la placa de homenaje y a partir de ahí empecé a buscar datos. Lo que está en la entrada es lo poco que he encontrado y me quedo con ganas de más.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
MucipA, no puedo asegurarlo... pero creo que él no explotó en público su faceta de cantante, sólo la de violinista. En cualquier caso, yo creo que más que para conservar la voz le vino bien para poder desarrollar su talento musical.
ResponderEliminarAbrazos
Cierto, Valverde: muchos de los problemas que ahora "explotan" llevan tiempo larvados. Y los que tienen el deber de vigilar no lo han hecho o han mirado para otro sitio, a veces por intereses mezquinos. Yo espero que Jesús tenga suerte: por el pueblo de Trefacio y porque le está echando valor. No le queda otra.
ResponderEliminarAbrazos
Sí, luther, casi un rockstar. Al fin y al cabo fue contemporáneo de Paganini, del que decían que había vendido el alma al diablo para tocar mejor (justo como Robert Johnson, jejeje)
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Gracias, fosi... Con las fotos, ya sabes, siempre experimentando y tratando de aprender.
ResponderEliminarAbrazos
Pues sí, José Luis: por lo menos fue accidental... aunque el momento tuvo que ser horroroso, y suerte que sobrevivió.
ResponderEliminarSaludos
Sí, Afrodita: a mi también me sorprende (para bien) su regreso a Mombuey, de donde salió muy joven y con malos recuerdos, supongo. Su visita tuvo que ser todo un acontecimiento para el pueblo.
ResponderEliminarAbrazos
José Manuel, el momento de la castración tuvo que ser horrible. Y tuvo suerte de sobrevivir... y que los cerdos no rematasen la faena.
ResponderEliminarAbrazos
Jjejeje Gracias, Tejón. Lo dicho: con las fotos siempre tratando de apprender y probando cosas nuevas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Cierto, Carmen. Se ha pasado por alto en los comentarios, pero el tema del viaje a Francia en plena Guerra de Independencia también es bastante llamativo.
ResponderEliminarSaludos
Jjejeje ¿Andeandarán, Abi? Supondremos que fueron vendidos en elgún momento de aprieto económico... o que no se llegó a entregar el legado, quién sabe.
ResponderEliminarAbrazos
Xibeliuss qué historia! Digna de este post y acaso, también de una novela. Qué vida y qué destino. A mí también me intriga el destino de los violines. ¿Qué "espabilao" se quedó con ellos? ¿O conforman un tesoro mítico, escondido en cualquier sobrao?
ResponderEliminarUn abrazo
· Interesante reportaje. Cada foto es una historia. La del gato me parece una maravilla.
Por ahí... Mombuey, buen chorizo y queso. ¡Y el Trevinca! no muy lejos.
· Salud·os
CR & LMA
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planificado 26 de noviembre de 2011 desde 19:00 hasta 20:00
No estaría mal, Mª Antonia, que aparecieran los violines en una esquina perdida :)
ResponderEliminarY sí, la historia es fascinante. Aunque la cuentas como ficción y seguro que dicen "mira éste, como se pasa fabulando" jejeje
Abrazos
¡Gracias, Ñoco!
ResponderEliminarY no te olvides del pan de Mombuey: así subes a Trevinca y donde haga falta.
Saludos
SANABRIA SIEMPRE SORPRENDE!!!... AL IGUAL QUE TUS RELATOS. SALUDOS
ResponderEliminarXibeliuss, muchas gracias por esta historía que no conocía, y por otras entradas también que he leido. Me pasaré más detenidamente.
ResponderEliminarTe he encontrado en los premios de los blogs de 20 minutos, y es un placer leer estos relatos. Todos los años en verano paso por Sanabria y El Lago.
Participo en la categoría "Tu Ciudad" con "Conocer Madrid", te invito a que lo veas.
Suerte en el concurso, te desea una Zamora afincada en Madrid.
Feliz Año Nuevo y un saludo
Xibeliuss, se me olvidó dejar el enlace del blog de mi pueblo, en el que voy poniendo pequeñas cosillas, si tienes tiempo y quieres echarle un ojo aquí te lo dejo.
ResponderEliminarhttp://lablogoteca.20minutos.es/villabrazaro-vivo-27526/0/
Saludos
Estimado Xibeliuss, quiero desde Mombuey agradecerte tan singular, a la par que certero artículo. Es cierto, poca más información existe acerca de este talento "palanquino" y "carballo-sanabrés". Los pocos datos que tenemos son los aportados por el Real Conservatorio de Madrid, por el Cabildo de la citada Catedral, así como por algún estudioso en la materia. Así mismo nos consta que participó, si no elaboró, ciertas partituras, que al igual que los violines están, y supongo que quedarán, en paradero desconocido, tras su última parada vallisoletana. En otro orden de cosas, permíteme responder brevemente a las inquietudes de algunos de tus seguidores. "El chalé", como es conocido en Mombuey desde los años 20 del siglo pasado, fue mandado edificar por D. Alonso Escudero, otro ilustre hijo del pueblo. Fue director de los afamados, antaño, almacenes Simeón, y presidente de la Asociación de almacenistas de España. Fue el mismo hombre que, vamos a decirlo así, bañó de cultura a su pueblo, donando junto con su esposa Dña. Corona Caamaño, el grupo escolar, casi como hoy lo conocemos. Como curiosidad, habría que añadir, que D. Alonso es el abuelo, del conocido, también gracias a ti, estudioso y principal valedor carballés de Don Miguel de Cervantes, D. César Brandáriz Escudero.
ResponderEliminarEstimado Paco: Muchísimas gracias por tu colaboración.
ResponderEliminar"El Chalé" es una construcción que me ha fascinado desde niño, como a muchos de los que lo han visto aunque sólo sea de paso. Me encantan todos los detalles que nos facilitas y si te apetece divulgar algo más, aquí tienes un espacio a tu disposición.
¡Ánimo con la página de Mombuey! Es necesario aumentar la presencia de Sanabria y Carballeda en la red.
Un agradecido saludo.