1 jul 2009
Curro dos lobos en Barjacoba
El curro es una ancestral trampa destinada a proteger los ganados del lobo, el antagonista del hombre de la sierra. Consiste en un cercado de piedras de mediana altura rematado por grandes lajas inclinadas hacia el interior. En el centro se ataba un cebo vivo –una oveja o una cabra- que con sus balidos atraía al depredador. Cuando el lobo entraba en el cercado le era imposible salir (viendo las fotos lo entenderéis perfectamente) y allí rematado sin piedad por los vecinos. Barjacoba, de gran tradición ganadera, sostuvo durante siglos una guerra sin cuartel contra el lobo: trampas, mastines mantenidos con grandes dificultades, vigilancia continua y cuentos en las cocinas para alertar del peligro a chicos y grandes. Hoy quedan pocos lobos y también poco ganado, pero construcciones como el Curro sirven para mantener el recuerdo de la vida tal como fue.
Para llegar a conocerlo, el paseo se inicia a poco de entrar en el pueblo, llegando desde Pías. Hormigonado al principio, enseguida asoma el antiguo camino de piedras por donde los carros cargados bajaban de la sierra llenando el valle con el canto de sus ejes –y de paso marcando en la roca sus huellas para la posteridad. Los paneles colocados por el grupo de acción local os informarán de la vida en el valle, de la flora y fauna y curiosidades como la Cruz de la Marta, conjunto de cruces de madera situadas en los altos para proteger al pueblo de las tormentas y el pedrisco.
Poco antes de alcanzar el curro podéis divisar el embalse de Pías, visto desde aquí apenas del tamaño de un charquito, y las redondeadas formas de la montaña gallega. Las vistas, sin duda, son espectaculares. Una flecha os indica que el camino continúa hacia el noreste, entre monte bajo primero –estamos por encima de los 1.350 metros- y luego robles y pastizal. Aquí es necesario ir un poco atento, porque el camino abierto de antes se torna en estrecha senda en lugares puntuales. Tras encontrar una de las cruces de la Cruz de la Marta, entraréis en el pueblo por el apartado barrio del Pedazo, por donde callejeando y admirando la arquitectura tradicional de la zona volveréis al punto de partida.
Es hora de recapitular: ¿Os habéis sentido observados durante el camino? ¿En algún momento se os ha erizado el pelo de la nuca? ¿Quizás os ha parecido ver unos ojos amarillentos entre el matorral, que han desaparecido antes del segundo vistazo? Estaríais de suerte, un Señor del Monte habría supervisado vuestra senda.
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la rivalidad del lobo y los ganaderos es algo inmemorial, pero hoy en día es buena cosa que estas trampas ya solo queden como reclamo turístico.
ResponderEliminarAfortunadamente, la visión del lobo en la actualidad, incluso entre los ganaderos, ha cambiado mucho. En tiempos pasados, en pueblos de montaña como estos, el equilibrio de fuerzas entre hombres y lobos era mayor y había un respeto mútuo, como dos ejercitos frente a frente de fuerzas parejas. Luego llegó el exterminio y hoy, ambos con las energias muy mermadas, tengo la impresión que se miran como dos viejos contendientes que saben que ya pasaron sus mejores tiempos.
ResponderEliminarOtro interesante sitio en nuestra tierra.
ResponderEliminarQue forma tan bonita de llamarlos. Me ha gustado eso del Señor de los Montes.
ResponderEliminarNo sabía nada sobre lo del curro que nos cuenta. Resulta bastante ingenioso. Me dan penita los lobos, pero hay que comprender que uno no esta para delicadezas cuando los tiene cerca.
Bisous, monsieur
Acabas de enviarme emocionalmente a un viaje en el tiempo impresionante; nada mas empezar a leer me he trasladado sin remedio a mis años de infancia.
ResponderEliminarMi padre me hablaba mucho del lobo, de estas trampas, de leyendas o "casos" como él le llamaba, de relatos plagados de odio, admiración y miedo.
Qué suerte vivir en un lugar tan hermoso y tan rico en naturaleza y tradiciones. Por aquí en mi tierra, Béjar, también hay mucho de eso, jeje, por eso me intereso por ello. Quiro conocer más de tu tierra para poder visitarla a conciencia y tranquilidad (estuve allí un día, pero simplemente para remojarme en el lago y pasearme por el pueblo)
ResponderEliminarUn saludo
Madama, para mí, son efectivamente los Señores del Monte. Y como tal hay que mostrarles el respeto que merecen.
ResponderEliminarSaludos.
Javi: una muestra más de la difícil cohabitación entre hombres y lobos. Y las hay a montones en nuestra tierra: Lubián, Ferreras, Otero de Bodas, etc. Todas tienen su encanto.
ResponderEliminarcarmencmbejar: No andáis faltos de monumentos naturales en tu tierra, ni mucho menos.
ResponderEliminar¡Un día en Sanabria Carballeda! Uno de los objetivos de este blog esintentar mostrar que la belleza de esta tierra no se queda en el Lago, ni siquiera en el Parque Natural.
Vente cuando puedas, si es tranquilamente mejor, y si puedes dedícate a recorrer la comarca.
Si necesitas más información, no dudes en contactar conmigo.
Saludos.
Toño aprovecho para comentarte aqui que he estado haciendo pequeñas escapadas a la raya, a esa frontera tan cargada de misterio...y he subido varias fotos flickr... que igual te gustan.
ResponderEliminarEs un tema muy interesante y del que podrias escribir mucho.
Hablé con la gente en mi precario portugúes, cuanto nos enseñan, porque cualquiera e aquellos ancianos hablaba un español bastante aceptable,les hablé de Codesal y todos lo conocian por la época en la que iban a segar...es una pasada. Enamorado estoy de Tras os Montes. Portugal...es tanto lo que nos une y tan poco lo que nos separa...
Mi animal preferido es el perro, y en cuanto al lobo, me merece todo respeto , me pasaria horas infinitas observándolo, y si tuviera que hablar con el también le llamaria señor de los montes.
ResponderEliminarUn abrazo, Xibeliuss
Logio, la vuestra también es tierra de lobos... Pienso que los cuentos servían para aleccionar a los niños desde muy pequeños sobre el "enemigo".
ResponderEliminarJavi, lo poco que conozco de la gente de la Raya es que tienen muy claro eso, que en la tierra no hay rayas, sólo en los mapas. Espero conocer más en no mucho tiempo. Un saludo, y felicidades por el premio.
ResponderEliminarArena, los lobos son fascinantes, pero también fueron peligrosos en el pasado. A mi me atrae tanto el animal como su relación con el hombre, que ha generado una cultura riquísima.
ResponderEliminarAbrazos.
Curiosisimo invento que desconocia.
ResponderEliminarGracias por mostrarnoslo.
Una fotos muy bonitas.
Barbux
Impresionantes esas trampas y también el hecho mismo de la existencia de lobos por esas soledades. El lobo es, al menos en nuestro imaginario, la amenaza más potente. Y bueno, no se ese Señor del Monte quién será (¿tal vez el lobo?) pero sólo de pensar que me ha estado vigilando, ya me siento en riesgo.
ResponderEliminarEn mi blog he puesto un vídeo con el discurso de Marco Antonio pronunciado por Brandon... Saludos cordiales.
Isabel: la relación del hombre con el lobo es similar a la de Octavio con Marco Antonio: Mismas ambiciones, mismo territorio de caza, respeto por el contrario hasta la derrota final. El lobo, por supuesto, fue un antagonista a temer, quien se engañe que no sea por desinformación.
ResponderEliminarHoy las cosas son muy distintas.
Aun así, un encuentro con un lobo te sigue poniendo el vello de punta.
Por supuesto paso a recordar a Brando/Antonio enseguida. Y lo recomiendo a todo el mundo.
En Belmonte de Miranda en Asturias quieren hacer un cercado con lobos a un kilometro de la villa, la pregunta es si estos animales no harán lo imposible por escapar como escavando en la cerca, yo no las tengo todas conmigo, me ha gustado mucho este articulo, un saludo
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