15 mar 2010
San Martín
"San Martín [Obispo de Tours] de Castañeda, nuestro último enclave referencial y polo atrayente de poblaciones mozárabes desde Sur y Este, se halla a 1.218 m. de altitud, asentado sobre una planicie reducida del monte Coronas (1.638 m), por documentos llamado Suspiazo, forma parte de la Sierra de Segundeira, inserta ya por Nordeste con los Montes de León y Cordillera Cantábrica (...)
(...)"Monasterium fundatum esse dinoscitur in locum situm submontum Suspiazo, iuxta mare lacum, in confinio urbis Senabrie..." La característica natural que incluso define a nuestro cenobio es la situación contigua del legendario Lago de Sanabria, valles glaciares que inundan con lagunas los altos y pequeños valles colgados que acogen todo tipo de riqueza de flora (robles, abedul, serbal, acebo, castaño) y fauna (de tradicional riqueza cinegética y variedad de especies, incluidas aves como el aguila real). Al Noroeste del Lago se sitúa el para nosotros importantísimo río y valle del Tera -protagonista de la glaciación antedicha- que continúa por Sureste cara a Galende, Rabanillo y otras villas, auténtica ruta que parte desde la meridional Vía de la Plata que se desvía pasando Zamora antes de llegar a Benavente, conectada toda esta región con el importante núcleo de Tábara.
Son frecuentes en Sanabria los 12º bajo cero en invierno [¡Y los 18º! - Nota del Ed.], los veranos de tarde fresca, pero todo su clima es cristalino que lo hace ideal para la contemplación y estudios de astronomía. El Monasterio consagrado al obispo de Tours debió ser lugar apartado y silencioso, idóneo para la contemplación altomedieval, región más que propicia para la práctica del eremitismo e incluso del anacoretismo, un mundo para monjes solitarios que con el tiempo se definirán en el cenobio oportuno"
"Mozarabismo en la Gallaecia Altomedieval" José Carlos Ríos Camacho, 2001-2009
Imágenes:
1. La Sierra del Suspiazo vista desde el antiguo Preventorio de Tuberculosos, hoy Albergue de Juventud. Por la derecha, el pueblo de San Martín encaramándose al Monte Coronas en el camino de la Laguna de Peces. A la izquierda, el nevado Cañón del Tera.
2.Detalle del ábside del Monasterio.
3.Interior del Monasterio, actual Casa del Parque Natural.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Monsieur, que frio! No tenia ni idea de que se alcanzaran esas temperaturas en invierno. Ay, no se si resistiría!
ResponderEliminarEn cualquier caso, han de resultar una bendicion esas tardes frescas de verano, en especial para quienes llegan huyendo del calor de su ciudad.
Feliz comienzo de semana
Bisous
Jjejeje Hombre, los -18º sólo en las más duras noches del invierno... pero sí, y más abajo también ha estado el termómetro.
ResponderEliminarAhora, en verano no pasamos calor.
Feliz lunes, Madame.
Tuve la suerte de visitar ese cenobio hace ya bastantes años, y es una belleza de arquitectura mozárabe. El enclave es espectacular.Ahora al leer tu entrada, nos han entrado ganas de volver y disfrutar de esa preciosa tierra de Sanabria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es lo que tiene este blog que te entran unas ganas de irte para allá irresistibles, hablando el otro dia con Alfonso me decia...tienes que ir!!
ResponderEliminarXibeliuss, un abrazo enorme
La única pega -y que me perdonen los paisanos si no están de acuerdo- es que el pueblo de San Martín no ha sabido o podido conservar una arquitectura tradicional como debe de ser. Hay demasiadas casas que rompen la estética.
ResponderEliminarEso sí, ante el Monasterio o a las vistas del Lago se te olvida todo.
Un abrazo, Logan, Lory
Qué te va a decir, Alfonso. jejejeje
ResponderEliminarUn abrazo, Arena
Apunto.
ResponderEliminarTiene buena pinta el monasterio... eso si para ir en verano..
ResponderEliminarQue no os asuste el frío. El frío conserva mejor que el calor, de ahí algunas naturalezas fuertes y robustas, enclavadas en el cuerpo de en apariencia frágiles ancianos, que cuando te dicen los años que llevan sobre las espaldas sólo puedes decir: "No puede ser".
ResponderEliminarEl frío se combate como se ha hecho siempre, alrededor del hogar encendido, con un cordial que entone el cuerpo y la cabeza.
Por miedo al frío no se puede perder uno la oportunidad de pasear en un bosque nevado en le que el único sonido perceptible es el de la nieve que cae ocasionalmente, y el de nuestra respiración entrecortada.
No te lo pierdas, Logio. Tú has andado cerca, creo
ResponderEliminarPero, si puedes, no vengas en agosto, José Luis. Es mejor elección otro mes.
ResponderEliminarSaludos
Jejeje, Attaronyo se ve que lo conoce bien. Tiene toda la razón. El frio nunca es un impedimento.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Xibeliuss, hoy ya vengo con el traje de borrego puesto... jejejeje...
ResponderEliminarUna de las cosas que actualmente más llama la atención a los visitantes de Sanabria-Carballeda (a mi también me sigue sorprendiendo sobremanera) es el poder contemplar el cielo por las noches. Es espectacular poder apartarte un poco de dónde haya contaminación lumínica, cosa por cierto muy fácil allí, y admirar, yo diría que casi tocar, el firmamento.
Se ve que quién escribió las líneas que hoy nos haces llegar , tuvo esa misma sensación: "...ideal para la contemplación y estudios de astronomía..."
Buenas tardes, un saludo y gracias por haberte acercado hasta mi casa.
Xibeliuss...
ResponderEliminarTodo ese entorno es singular, mágico y rodeado de naturaleza mientras el hombre lo permita. Un poco de fresco, eso sí, pero sin duda es uno de los lugares más bellos que tenemos en esta tierra nuestra. Gracias por este regalo en forma de post que nos brindas.
Un fuertea abrazo
Sí, señor. El cielo es uno de nuestros patrimonios más importantes, desde la Alta Sanabria a la carballeda y más allá.
ResponderEliminarY es que tu casa, Desbrozador, es un encanto y no sé bien porqué no salía el enlace en tus comentarios. Ahora ya está solucionado y también en el blogroll.
Os lo recomiendo a todos.
Felix: el frío, como bien dice Attanroyo, conserva que no veas!
ResponderEliminarHas dicho bien: mágico.
Un abrazo, Felix
¿Y el final de la otra entrada?????
ResponderEliminarSan Martín de Castañeda tiene un puente medieval? Aparece brevemente, en una novela de Matilde Asensi, El salón de ámbar...
Qué paisajes tan hermosos
Sobre San Martín, uno de Trefacio opina que es un sitio ideal, donde hicieron mucha mella las reconstrucciones de casas, quizá influenciados por las culturas donde residían sus habitantes tras la emigración o quizás por lo barato del ladrillo rojo. Pero año tras año lo veías reconstruir y sufrías al pasar por el.
ResponderEliminarSobre el Monasterio no puedo decir nada que mejore las fotos. Haré un recuerdo a Federico (el gaitero), los pueblos de alrededor le buscábamos para las Fiestas y solía venir con su traje lleno de cintas (las que se utilizaban para las bicis, y eran de distintos colores). En fin no era los gaiteros de Pedrazales pero animaba lo mismo, un saludo para el.
Al margen de esto Xibeliuss, te tengo que agradecer la publicación de los maquis de la zona, donde dos personajes son inventados pero el resto es real, coincide con la historia que me contaron en el pueblo y me documentó de algunas lagunas, gracias
No he leído la novela de Matilde Asensi, MªAntonia. Puentes medievales los hay cercanos: En Puebla y, precisamente, en El Puente; pero, salvo equivocación, no en San Martín. Hay otro precioso un poco más lejos: Hermisende.
ResponderEliminarSaludos.
Juno, bienvenid@ a este espacio -ya vi tu comentario en la anterior entrada, que está ahí pendiente de solución, no olvidada- A Federico subí yo a buscarle hace ya algunos años. En mi pueblo se habían dejado de hacer las fiestas de verano y, entre algunos de los jóvenes, intentamos montar algo para recuperarlas. Y fue Federico el gaitero que conseguimos para amenizar el sarao. Un figura -como todos los gaiteros.
ResponderEliminarGracias por el comentario de los maquis.
Saludos, Juno.
En San Martín pasé varios veranos de pequeño, en su albergue. Años más tarde, hace dos veranos,
ResponderEliminary por otros motivos, volví a San Martín, habiamos salido de Vigo de Sanabría y tras hacer el cañón del Forcadura, subir a Peces y laguna de Yegua, bajamos monte a través por caminos casi perdidos que vimos en los mapas militares. Cuando llegué a San Martín (tras 22km. de ruta) creí llegar al cielo.
Coincido con que en esta tierra los cielos nocturnos son impresionantes. Escapar de la contaminación lumínica no es dificil, sobretodo cuando se va la luz tantas veces en verano ;-)
Un saludo
Verdaderamente consigues que me muera de ganar de ir allá. Estuve en Sanabria hace muchísimos años, de paso hacia Salamanca, y quedé muy bien impresionada. Pero claro, poder visitar todos los alrededores que tan bien nos fotografías y relatas bien merece un viajecito. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHace tantos años que estuve por allí que ya ni recordaba a San Martín de Tours.
ResponderEliminarMe has hecho pensar en que tengo que volver por esas tierras y refrescar la memoria.
Un abrazo
el lio de Abi
Alfonso, yo también llegué una vez a San Martín como quien regresa al seno materno:
ResponderEliminarFue mi primer intento a Trevinca. Planeamos una expedición de varias jornadas -vivac incluido- subiendo el Cañón del Tera, Vega, Trevinca, Yeguas, Forcadura... Nos empezó a llover torrencialmente según salimos de Ribadelago, el Cañón fue un calvario y abandonamos en la cueva de San Martín. Llegamos al pueblo como los japoneses estos que se enteraron treinta años después del final de la guerra.
Nunca me ha sabido igual un bocadillo de tortilla.
Isabel: te esperamos.
ResponderEliminarSeguro que te quedaron un montón de cosas sin ver :-)
Un abrazo
Abi, te digo lo mismo que a Isabel: te esperamos.
ResponderEliminarYo ya tengo apuntada esas tierras tan hermosas que nos muestras.
Mi mujer conoce el lugar y habra que hacer un hueco para ir,porque la encanto.pero yo tengo otra cosa en la cabeza,¿que pasa con el arbol?....
ResponderEliminarUn saludo.
No se me ha olvidado. Llegará, llegará...
ResponderEliminarUn saludo, fosi
Xibelius, tengo el gusto de conocer este monasterio. Para mí fue toda una sorpresa encontrarme este magnífico exponente del románico en Sanabria. No sé si es que está poco exportado... no sé.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen, me ha alegrado un montón el que muchos de vosotros hayáis visitado el Monasterio... y también que pocos lo hayáis visto desde el Antiguo Hospital de Tuberculosos.
ResponderEliminarEso significa que tenéis que volver ;-)
Un abrazo, Carmen
Tienes razón Xibeliuss, aunque el pueblo no se ha conservado demasiado bien las vistas del lago desde el Monasterio, la imaginación que vuela sobre las huertas hacen que todo merezca la pena. Dicen que por allí pasó Unamuno en uno de sus viajes por España en el que se inspiró para su Manuel Bueno Mártir...
ResponderEliminarAbrazos y regresos
Sí, alicia. De hecho por aquí se cuenta que escribió una buena parte de la novela en elbalneario de Bouzas, en la orilla de enfrente de El Lago.
ResponderEliminarUn abrazo
Debe ser una gozada encontrarse en esos parajes y ese entorno a pesar de las bajas temperaturas, pero que se compensan en esas tardes frescas de verano, cuando aquí en el sur nos asamos de calor.
ResponderEliminarUn abrazo
jejeje Como sabes, mi padre pasó parte de su juventud en Sevilla y siempre narraba espantado las noches de verano. Creo que fue lo único a lo que no llegó a acostumbrarse.
ResponderEliminarUn abrazo, babbilonia
Que hermosas imagenes!
ResponderEliminarMe encanta tu manera de contarlo.