3 mar 2010

El flautista y los lobos (y III)


En aquel tiempo, oh, príncipe, Andresito el de los Catujos había dejado de ser el rapaz que vomitó al ver enarboladas cual pendón las tripas de un lobo viejo junto al río Conejos. Se había convertido ya en un mozalbete del que quizás nadie pudiera decir que era el más espabilado de la aldea, pero al que todos apreciaban por su buen corazón. Aquella matanza había cambiado su manera de enfrentarse al mundo.

Ese día le tocaba pastorear la vacada en los prados comunales de la sierra del Sospacio, si bien es cierto que poca atención prestaba a los animales y llevaba ya largo rato con la mirada perdida hacia el valle del Bibey, allí donde se alzaban las recientes torres de piedra, las chimeneas de negro humo y las grúas de largo cuello cual esqueletos desencarnados.

Cómo ha cambiado todo -dijo la voz.

Al momento incluso pensó que era su conciencia la le que había hablado. Luego se sobresaltó sobremanera al descubrir sentado cuatro piedras más allá un enorme lobo de regio porte.

No te asustes: ya te hubiese comido si esa fuese mi intención.

Andresito hubo de aceptarlo: había un lobo sentado a pocos pasos que le estaba hablando y, además, con verdad.

Tu especie y la mía son enemigas desde el momento mismo de la Creación. Tenemos los mismos anhelos y el mismo territorio, así que estamos condenados a una eterna pelea. Si tengo hambre atacaré tu ganado. Si menguo tu hacienda me darás caza donde me encuentres. Así es. -se pasó la lengua por el hocico.

Pero la nueva gente acabará con todo. Conmigo y contigo. Míralo. Han teñido los cielos de negro hollín. Han desviado el curso de los ríos. Han traído a la bestia que hoza en vuestros cultivos y arrasa cuanto nido encuentra en el monte. Y, sobre todo, os han engañado. Han comprado vuestra primogenitura con un plato de lentejas.

Andresito recordó las conversaciones de sus mayores en el sagrado, a la salida de la misa del domingo; los huertos arrasados como por un ejercito enfurecido, las truchas boqueando en el cauce seco del arroyo. Miró de nuevo hacia las chimeneas que tiznaban el antaño azul cielo sin descanso.

No pretendo que me creas. Cuando cambie la luna se cumplirán tres años de la llegada de los hombres del humo. Hemos sabido que preparan una fiesta en la que correrá el vino sin mesura. Allí conoceréis la verdad. No faltéis.

Tal vez Andresito no se supo explicar muy bien, pero aún así consiguió que unos días después sus hermanos y algunos hombres más acudiesen a la venta de Touzaoscura y, con gesto casual, ocupasen una mesa medio en tiniebla donde aguardar acontecimientos. Al punto comenzaron a llegar grupos de forasteros, ya con grandes voces y risotadas, a los que no costó identificar como trabajadores de las industrias de la sierra. En un cuarto reservado les sirvieron viandas sin tiento y vino, vino en pellejos de arroba que el ventero no daba a basto a reponer. Salió a relucir un ravel y se acercaron también meretrices al hedor de la francachela. Los sanabreses esperaban -no sabían qué- en completo silencio.

Era ya muy avanzada la noche cuando en el frente de la mesa de borrachos se alzó el orador, tambaleándose él mismo, una jarra en una mano y una flauta de urz de delicado adorno en la otra. Era nada menos que el petimetre que apenas tres años antes desgranaba seductoras melodías en los altos picos de las montañas; pero entonces semejaba más un rechoncho súcubo ahíto con la sangre de sus víctimas, un pastel tembloroso de carne fofa cuyos vestidos, todavía elegantes, se esforzaban en contener a duras penas. Se limpió la grasa de los labios en la bocamanga antes de iniciar su parlamento.

Y les cuenta a sus lacayos cuánto oro están ganando con las fábricas de la sierra, cómo no han de tardar mucho en dejarla por completo esquilmada y cómo se han trazado planes para luego bajar al Valle del Tera y represar el río, inundando cuanto sea necesario hasta arrancar la última moneda que se pueda extraer de aquella tierra.

-Y todo ésto -finalizó, conteniendo la risa con un gracioso revoloteo de encajes- os lo debo a vosotros. A vosotros, que sembrasteis el pánico remedando los desmanes de los lobos. Que os cubristeis con sus pellejos, que falsificasteis sus huellas. Unas míseras bolsas en las manos adecuadas y estos estúpidos cayeron como fruta madura en nuestro poder. ¡El lobo malo! ¡El lobo asesino! ¡Ja! ¡Alzo mi copa por vosotros, los saqueadores de Monterrubio, mis sicarios de piel impostada!

Y esta y no otra es la explicación, oh, príncipe, del porqué una noche no lejana se reunieron en los caminos que suben hacia la sierra labradores, pastores de adusto gesto, mujeres de ojos incendiarios bajo los negros pañuelos, zagales cargados con piedras y con ondas. Del porqué gaiteros, pulpeiras, ciegos y hasta putas se unieron a ellos armados con guadañas y garrotes y subieron a la montaña alumbrados por antorchas. Y por qué se enfrentaron a pecho descubierto con los servidores de las máquinas. Y por qué los sanabreses hubieron de llorar a sus caídos, pero aún así fueron capaces de derrumbar piedra a piedra las chimeneas del negro humo, de devolver los ríos a sus cauces, de poner en fuga a aquellos aguerridos mercenarios; de borrar, en fin, casi por completo las huellas del fatal engaño.

Y tal vez, mi señor, esa sea también la explicación del porqué la gente de Sanabria y Carballeda tiene fama de ser tan recelosa y difícil de convencer con promesas al viento.

[N. del A.] Esta narración no pretende, por supuesto, ser nada más allá que una fábula y no se ciñe a hechos históricos concretos. Uno de los anacronismos más claros es que los pueblos de Sanabria Carballeda no tuvieron en propiedad montes comunales en la Sierra del Sospacio (término municipal de Porto) hasta finales del S.XIX y principios del S.XX, cuando de forma mancomunada los adquirieron a los terratenientes -generalmente, nobles- de la época. Una forma de propiedad (Montes en Mano Común) reconocida por el ordenamiento jurídico como absolutamente válida en Galicia y algunas zonas de los alrededores (también Sanabria y Carballeda) pero a la que la Junta de Castilla y León pone todo tipo de trabas.

37 comentarios:

  1. Pues al final el músico resultó ser un pajarraco... una fabula muy bonito que nos ha tenido en vilo durante las 3 entradas... enhorabuena.

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  2. Un cuento un poco retorcido, sí.
    Saludos, José Luis

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  3. Qué buen texto Xibeliuss! Rebosa riqueza... Y ese lobo de voz grave como el que hablara con San Francisco. A veces la verdadera alimaña se esconde entre nosotros.
    Abrazos sin piel de cordero ni de lobo

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  4. A mi también me parecía escuchar la voz del lobo cuando estaba escribiendo! Y sí, demasiadas veces las alimañas se nos acercan cubiertas de piel de cordero.
    Un fuerte abrazo, alicia

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  5. Es la pura realidad,y lo malo es que sigue sucediendo en muchos rincones del mundo por puro y destructivo egoismo. Una narración muy bien contada, para nada de retorcida y la foto preciosa.
    Un fuerte abrazo Xibeliuss

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  6. Caramba, monsieur, con la nota final. Se lo sabe usted todo, ademas.
    No me extraña que la gente haya llegado a ser tan dificil de convencer con promesas. Cada dia parece tener menos valor la palabra cuando el dinero anda de por medio.

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  7. No quiero dar la sensación de estar en contra del progreso, ni mucho menos. Es necesario e injusto cuando deja regiones enteras abandonadas a su suerte. Pero ha de ser un progreso racional y acorde con el medio (me niego a usar la palabra sostenible) o si no resultará demasiado caro.
    Un abrazo, Arena.

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  8. Los Montes en mano común son una figura jurídica que tiene su origen nada menos que en el derecho germánico. Consiste, en líneas generales, en una propiedad común a los vecinos de un pueblo mientras son vecinos. Es decir: quien abandona el pueblo pierde su parte de la propiedad, quien se instala la gana. Constituyen bienes indivisibles e inembargables. Normalmente son pastos o montes para leña que aprovechan todos los vecinos.
    Cuando la desamortización, las sierras de Sanabria y Carballeda fueron adquiridas por nobles. A finales del XIX, principios del XX, los vecinos de los pueblos, con grandes esfuerzos, consiguieron comprar parcelas que entonces les eran muy necesarias. Recientemente he podido ver unas cuantas de esas escrituras de compra y son una delicia.
    ¡Vaya rollo que le he soltado, Madame!
    Feliz día.

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  9. 1- Pues tened cuidado asimismo con los flautistas que vienen ahora para "proteger a los lobos", no son mejores que los otros, si cabe algo más retorcidos.

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  10. 2.- "montes veciñais en man común" esto da para una buena conversación de lareira, larga, pausada, reflexiva,... quizá algún día...

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  11. Que pena,¿ya se acabó?
    Yo tampoco comulgo mucho con lo de el desarrollo sostenible.

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  12. Pero es que en los pueblos se recela mucho unos de otros, sobre todo lo que no se conoce, de lo oculto, de lo desconocido y de lo venido de lejos. Y si ahora pasa todavía un pcoo, hay que imaginarse esa situación en épocas pretéritas, cuando no había luz eléctrica y las brujas, duendes y demás campaban a sus anchas por los bosques y las serranías.

    Un besito

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  13. Me maravilló el lenguaje usado en este cuento. Creo que tienes ideas muy ingeniosas y sabes llevarlas a la pluma. Te felicito.

    Un placer leerte.

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  14. 1. Completamente de acuerdo, Amio. Porque, entre otras cosas, se encuentran con gente muy escaldada. Y ellos tampoco saben muy bien de lo que hablan.
    2.Sí que hay tema. A ver si se da la oportunidad.

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  15. Ya se acabó, Tejón. La sostenibilidad se ha convertido, demasiado rápido, en una de esas palabras que pierden todo su sentido.
    Aunque ésta en particular tal vez fue un artificio que nunca lo tuvo.
    Un abrazo.

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  16. Cierto es, Carmen. Hay también algunas comarcas que han sido tan saqueadas, ninguneadas, expoliadas y engañadas que ya no se creen nada. Sobre todo si quien lo dice viene vestido de prepotencia.
    Un abrazo.

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  17. Me gustan estos relatos que me transportan al recuerdo de la infancia. Con tu permiso quisiera colaborar con unos relatos que escribí…Ufff… ya ni me acuerdo, cortos pero creo interesantes, sobre momentos de la historia de nuestra Sanabria. Los tengo en una revista editada hace ese tiempo…Ufff. Y cuando me acerque a esa tierra querida, (no lo hago tan a menudo como quisiera) Los sacaré del baúl de los recuerdos, (literalmente) y si tú crees que son digno de ello los airearé por esta ventana que tú me brindas.
    Un saludo.
    Considérame uno más de tus seguidores

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  18. Muchas gracias, Salvador. Normalmente busco sobre todo la claridad y transmitir la imagen lo mejor posible. Y, claro, en cuentos de "época" el lenguaje ayuda mucho.
    Saludos.

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  19. Bienvenido, Kiko, paisano. Por supuesto que sí. Habrás visto ya la dirección: xibeliuss@yahoo.es

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  20. El progreso deja de lado todo lo que no está en el punto de salida o en el de llegada.

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  21. Excelente puesta en escena de lo que ha sucedido en muchos lugares donde el expolio forestal y esa disculpa del progreso han devastado los ecosistemas.

    Nos quedamos con lo que dice el lobo: Acabarán conmigo y también contigo....

    Un abrazo.

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  22. ... o no pasa por caja. Completamente de acuerdo, Logio

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  23. Y sigue: "Os han engañado. Han comprado vuestra primogenitura con un plato de lentejas" A mi me gusta mucho.
    Un abrazo, Logan, Lory

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  24. Es lo que tinen la gente de la Tierra, noble pero que no se deja engañar y que sabe de lo que habla y lo que vale ganarse la vida.

    Me ha gustado esta trilogia.

    Un abrazo
    el lio de Abi

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  25. Me gusta mucho ese diálogo entre el lobo y el hombre, esa sabiduría ancestral que rezuman tus textos, esas palabras y esos modos de vida auténticos.

    Buen día, Xibeliuss

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  26. En el mundo rural en el que vivo se suele desconfiar de los que creen posible solucionar todo desde un despacho y algunos paseos en 4 x 4. Y más cuando sus errores los pagamos los otros.
    Un abrazo, Abi

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  27. Creo que antes en los pueblos se entendía la naturaleza tal cual es. Amandola profundamente porque les permitía vivir pero sin idealizarla. Es más fácil que la idealice quien no vive en ella.
    Buenos días, Mª Antonia

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  28. El Desbrozador de Fantasía.4/3/10, 10:31

    Bueno, pues quizás tenga que ser yo quién ponga la nota discordante, no porque no me haya gustado la fábula (que me ha encantado), sino porque me he quedado un poco triste cuando he reflexionado sobre su final "por qué los sanabreses hubieron de llorar a sus caídos, pero aún así fueron capaces de derrumbar piedra a piedra las chimeneas del negro humo, de devolver los ríos a sus cauces, de poner en fuga a aquellos aguerridos mercenarios; de borrar, en fin, casi por completo las huellas del fatal engaño..."

    Xibelius, ese también es mi sueño, pero por desgracia, Sanabria-Carballeda ha sido hasta ahora ignorada desde fuera y poco apreciada desde dentro. La autocomplacencia parece haberla inundado desde hace años y, sabiendo lo dura que ha sido la vida ahí (recordemos tu entrada reciente de los emigrados), comprensible. Parece que con gente como tú y otros, la conciencia común puede derivar hacia horizontes distintos. A ver si el final de tu fábula se hace realidad. Muchas gracias y un afectuoso saludo.

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  29. Gran comentario, Desbrozador. Me has hecho meditar mucho la respuesta.
    Yo soy optimista por decisión consciente. Es decir: lo soy porque he decidido serlo. Existe esa autocomplacencia. Creo que es consecuencia de dos grandes problemas: el despoblamiento brutal y el envejecimiento de la población. Cierto dinero fácil también tiene su parte de responsabilidad. Sé que afortunadamente hay un sector que se mueve, que tiene ganas de hacer algo, de empujar la comarca hacia adelante. Yo tengo que estar a su lado. La situación en el mundo rural es tan crítica que no vamos a tener más oportunidades. Hay que pelear mucho y a veces la falta de apoyo desanima. Pero cada vez que consigues algo, por pequeño que sea, la satisfacción es muy grande. Hay que seguir. No queda otra.
    Un abrazo, Desbrozador.

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  30. FELIZ UNA VEZ MÁS POR LEERTE, ME ENCANTAN ESTAS HISTORIAS. UN BESITO.

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  31. Tendremos más, Reme. No te las pierdas.

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  32. Je, je... Curioso... muy curioso el desenlace. No me lo esperaba. Me gusta la moraleja.
    Está muy bien escrito y hay ciertas palabras que utilizas que me encantan (francachela...) Tu vocabulario es muy especial: aparentemente sencillo pero esconde un buen bagaje de libros leídos ¿me equivoco?. La historia tiene, además, un cierto toque "gótico", sobre todo las dos partes primeras.
    Enhorabuena, es un gran cuento y por fin hoy he tenido un rato para poder leerlo.
    Saludos.

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  33. Te contesto aquí los dos comentarios, Varo:
    - Sí, la urz es el brezo. La madera de la que se hacen las mejores gaitas sanabresas.
    - El término "alcaide" sería más correcto, pero supone una cierta autonomía que yo no quería darle al encargado del castillo. He usado "edecán" como persona de confianza del conde para hacer cumplir sus órdenes al pie de la letra.
    - Aunque no se refiere a ningún personaje histórico, si se nombra un conde en Sanabria algún Pimentel no anda muy lejos, jejeje.

    Me alegro que te haya gustado. La sencillez suele ser uno de mis objetivos, pero utilizo algunas palabras un poco en desuso para ambientar el relato en épocas pasadas (aparte que hay algunas muy bellas)

    Hombre, no sé si se nota, pero sí, devorador de libros sí soy. Ahora mismo estoy a punto de acabar uno que me está gustando mucho ;-)
    Saludos, Varo

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  34. Por fin he tenido tiempo de leer las tres historias juntas, y hasta de releerlas varias veces a pesar de su longitud... Me encantan los cuentos de lobos y humanos y esta además dice mucho en su moraleja: "Sanabria no se vende, a pesar de los demonios que la tientan" (por ejemplo).
    Teneis razón en vuestro empeño de proteger los enclaves naturales y culturales que atesorais, enhorabuena. (Y si no, al tiempo)
    Xibeliuss, eres un gran escritor. Sigue deleitándonos con tus historias.
    Un abrazo.

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  35. Muchas gracias, Transi. Habrá más historias, sí (a no ser que me quede seco de golpe, que espero que no)
    Un abrazo.

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  36. Para mi desgracia no había leido esta "fábula fabulosa" hasta hoy, así que perdona mi restraso en el comentario. Me ha gustado mucho tanto por la narrativa como por la intención del cuento, pero sobre estoy fascinada con la elección de los escenarios (Monterrubio, Rio Conejos...
    Brillante!
    Un abrazo.

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  37. Diáspora, son pueblos de una gran belleza... y, lamentablemente, muy desconocidos al quedar un poco separados de nuestros "puntos turísticos"... por lo menos, que se sepa que existen!
    Abrazos

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