7 jun 2009

La Leyenda del Valle del Desterrado


Es hoy comúnmente aceptado que los primeros pobladores de Sanabria Carballeda fueron astures, concretamente la tribu de los zoelas. En estos días he tenido ocasión de viajar al corazón del occidente astur, la comarca de Los Oscos, y me ha sorprendido agradablemente los paralelismos que se mantienen a través de los siglos: paisaje y carácter –salvando las distancias-, toponimia y un substrato común de cuentos y leyendas, más que mitológico, a mi entender muy claro. Os presento una narración tomada tal cual de un panel informativo en la Ruta de A Seimeira, en Pumares. Muchos de sus elementos –criados, hidalgos pobres, valles escondidos- entiendo perfectamente extrapolables a nuestra tierra.

Cuentan los mayores de aquí que hace muchos años habitaba en Santa Eulalia de Oscos un señor para el que trabajaba un obediente criado. Una tarde, regresaban de una jornada de caza y se dirigían a escuchar misa, pero se les hizo un poco tarde. El señor, que no quería perderse la celebración, ordenó al muchacho que se adelantase galopando y diera orden al cura de retrasar la ceremonia para que le diese tiempo a llegar. Así hizo, dando fusta a su caballo llegó a la iglesia antes de empezar la misa. Le dijo al cura que aguardase, que su amo estaba en camino, que no tardaría mucho en llegar y que tenía mucho interés en oír la misa. El párroco, viendo que ya estaba congregado todo el concejo, pese a las súplicas del joven se negó a retrasar la hora de inicio y comenzó la liturgia.
Cuando llegó el señor ya estaban abandonando todos la iglesia, pidió explicaciones a su criado y, después de oír su argumento, se enfureció de tal modo que le ordenó que matase al cura o que ahí mismo mandaría matarle a él. El criado, viéndose tan acosado, no vio otra solución que obedecer a su amo. Mató al cura con la esperanza de que no le prendieran, pero su mismo amo le delató. La pena que le correspondía al joven era morir en la horca.


Por aquellos tiempos se daba la circunstancia que todos los vecinos de Santa Eulalia, excepto nueve, pertenecían a la nobleza. Una disposición real otorgaba el título de hidalguía a todos aquellos habitantes que fuesen autosuficientes, o lo que es lo mismo, aquellos que no necesitaran trabajar para nadie, ni necesitasen comerciar con nadie. Como quiera que en los Oscos casi todas las caserías producían todo aquello que necesitaban para vivir, a muchos de sus vecinos se les dio el título de hidalgos. Estos hidalgos no poseían riqueza y trabajaban de sol a sol para sobrevivir, pero tenían título.
Llegado el día del ajusticiamiento se congregó casi todo el concejo. A la hora de levantar la horca, como los nobles no podían ejercer de verdugos, no había brazos suficientes capaces de elevarla. Hubo que cambiar la sentencia del criado y, librado de la ejecución, se le desterró de por vida a un sitio donde no oyera “carro rinchar, galo cantar ni campá soar”. Por aquel entonces poca gente se aventuraba a ir más allá de la aldea de Ancadeira y aquí lo confinaron. Desde entonces este valle se conoce con el nombre de Valle del Desterrado.




Texto de la leyenda: PDT Oscos – Eo.
Fotos: Photo Xibeliuss: 1,3.- Seimeira
2.-Ancadeira
4,5.-Mazonovo
6.Fragua en Teixois

12 comentarios:

  1. Hijo de puta el Sr. y eso que quería oir misa.
    Buen domingo.

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  2. Interesantisimo!
    Madre mia, que crimen, que malas pulgas las de ese hombre. No se de que le iban a servir las misas.

    Yo tambien soy astur, de la tribu de los pésicos, clan de los cilúrnigos. O bueno, era eso antes de ser barroca, claro.

    Feliz domingo, monsieur.

    Bisous

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  3. Las fotos se superan cada vez, preciosas, buen trabajo, enhorabuena.

    Un abrazo.

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  4. En cuanto a la historia tela el devoto cristiano, menos mal que iba a misa llega a ir a una fiesta no se que le hubiera hecho...

    en cuanto a las fotos una vez más geniales...

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  5. Pues, qué quiere usted que le diga? A pesar de que el "amo" era una auténtico H.P.( cosa que, por desgracia, suele pasar con aquelos tan debotos que se dan golpes de pecho y luego no piensan en el prógimo)el pobre infeliz ganó con tal castigo. El entorno del que se rodeó, bien merece una penitencia :)

    Un saludo dese Murcia.

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  6. Estupendo relato.

    Y menos mal que la mayoría eran hidalgos o nobles, que si no, pobre sirviente.

    Saludos.

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  7. Monsieur Xibeliuss, es usted una cajita de sorpresas :)

    Buenas noches

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  8. ¿? Buenas noches, Madame. En cuanto a sorpresas, me conformaría con estar a la altura de sus escarpines.

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  9. Nosotros estuvimos la semana pasada en Oscos e hicimos dos rutas, una de ellas la Ruta de A Seimeira... Realmente nos encanto, es impresionante, esa senda por el rio, luego bosques increibles, pasando por un pueblo abandonado, y luego al llegar a un pequeño valle, nos encontramos con ese panel informativo donde explican esa misma leyenda... Y poco más adelante, una hermosisima cascada... Si alguno se acerca a esa zona de oscos, recomiendo hacerla.

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  10. ¡Totalmente de acuerdo!
    Un saludo, Pablo y gracias por la visita.

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  11. Encoge el alma ver que en todos los tiempos los siervos sufren las insolencias de sus amos, hoy ya no es tan cruel el castigo a una acción reprovada por ellos aunque te pueden dejar en la mas absoluta miseria.
    Tienes habilidad para encontrar estos trozos del pasado que nos hacen pensar, mucho han cambiado las cosas pero algunos humanos siguen oprimiendo a los de su especie.
    Precioso ese lugar, guarda mucho parecido con nuestra tierra y nuestra cultura.

    Un abrazo.

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  12. Vaya con el amo, menudo pájaro. Y suerte que tuvo el criado de que eran todos unos señoritos que si no no se libra de la horca. Qué tendrá la naturaleza que cuando éste es exuberante y se mantiene incólume a pesar del paso del tiempo, tiende a conservar también mejor las tradiciones y las leyendas locales.
    Un saludo.

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