DISTANCIA : 8,9 km.
DURACIÓN : 2 horas.
TIPO DE RUTA : Circular, por caminos abiertos.
COORDENADAS INICIO : N42 01.468 W6 41.659
CARTOGRAFIA : Nº MTN50 IGN Hoja 267 Cobreros
PUNTOS DE INTERÉS : Vistas panorámicas. Fauna
RECOMENDACIONES : En verano, evitar las horas de mayor calor. Bebida. Cámara de Fotos. Bueno para realizar en bici, aunque con un par de cuestas exigentes.
Iniciamos nuestro itinerario a contracorriente: desde la Ermita de la Virgen del Carmen, de gran devoción en Pedralba, nos unimos al gran Camino Jacobeo, solo que en vez de en busca del apóstol seguimos dirección a Lobeznos . Es un pequeño tramo, que pronto abandonamos hacia nuestra derecha, pero nos permite por un momento casi sentirnos parte de la gran riada atemporal de peregrinos. Este desvío, tras cruzar la carretera de Calabor , nos interna en una hermosa zona de castaños desde donde iniciamos la subida hacia Llampazas. Es el momento en que cada caminante debe marcar su propio ritmo, pues el desnivel puede hacer flaquear a los menos preparados. Pero amigos, una vez coronada la cuesta la recompensa es grande: unas vistas sobre los alrededores que te hacen sentirte como el vigía en lo alto del palo mayor del barco. Allí, en nuestro frente, el Monte del Tejedelo y tras él, las portillas de Padornelo , donde los eólicos tal vez puedan ser velas de otros barcos que se alejan. A nuestra izquierda, quizás babor, la Sierra de la Atalaya , que según avanzamos nos enseñará incluso villas portuguesas en la lejanía. Y a estribor, o derecha, la línea de la costa: los pueblos que se extienden en la otra vertiente del Valle del río Castro, desde Requejo hasta más allá de Cobreros .
El pecho se nos hincha de aire puro y nos vemos capaces de recorrer los montes de uno a otro confín, disfrutando del paisaje y aspirando los aromas de la vegetación de monte bajo que nos rodea. Pero en algún momento hay que iniciar el descenso, y nosotros lo hacemos por Peña Mensa. Este es un desnivel incluso más pronunciado que el anterior, pero también más resguardado al ir acercándonos a parajes con fuentes y arroyuelos. Y así, como marineros de vuelta a puerto, regresamos de nuevo entre castañares hacia nuestro punto de partida, entrando en Pedralba cerca del puente del tren.
El pecho se nos hincha de aire puro y nos vemos capaces de recorrer los montes de uno a otro confín, disfrutando del paisaje y aspirando los aromas de la vegetación de monte bajo que nos rodea. Pero en algún momento hay que iniciar el descenso, y nosotros lo hacemos por Peña Mensa. Este es un desnivel incluso más pronunciado que el anterior, pero también más resguardado al ir acercándonos a parajes con fuentes y arroyuelos. Y así, como marineros de vuelta a puerto, regresamos de nuevo entre castañares hacia nuestro punto de partida, entrando en Pedralba cerca del puente del tren.
A un paseo de dos horas por este paisaje tan bello me hubiera atrevido yo. Me gusta andar y por la naturaleza mejor que por ningún otro sitio. Nos muestras rincones realmente bellos, donde intuyo que me sentiría muy feliz. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Xibelius, buena rutita que te has marcado por esas tierras de Dios. En bicicleta lo que hay que hacerla es al revés así las cuestas exigentes son de bajada.
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi
Buen paseo.
ResponderEliminar¿Donde está el merendero, que es lo nuestro?, ja, ja.
Isabel: estos caminos, si encuentras tu ritmo, están al alcance de cualquiera.
ResponderEliminarUn abrazo
jejejeje Abi, esta tierra piensa en todo: hay una de subida y una de bajada la cojas por donde la cojas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Logio: para merendar, nada mejor que en el mismo pueblo de Pedralba. hay un bar de los de toda la vida, de los que lo mismo te sirven un caldito de jamón que te venden unos chicharros en escabeche para chuparse los dedos.
ResponderEliminarSaludos.
Monsieur, da usted la impresion de conocer esos caminos como la palma de su mano. Y, por supuesto, de amar cada palmo. Entre sus descripciones y las imagenes que nos muestra hace que resulte irresistible.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
Así es, Madame, he tenido la suerte de recorrerlos además con muy amables guías. No sé si irresistibles, pero sí son una gozada.
ResponderEliminarBuenas noches, Madame.
Xibeliuss,yo casi que os espero en el bar de Pedralba, ya voy pidiendo si eso...ejem, miemtras miro las fotos.
ResponderEliminarBromas a parte, ya me gustaria a mi hacer esa ruta, como ya dije una vez, tengo, que entrenar.
Un abrazo y gracias por traernos ese aire puro y esos paseos que, nunca agotan.
Buenas noches
¡Este es un buen entrenamiento! Y también parte de (otro) camino a Santiago. Solo hay que empezar poniendo un pie delante del otro.
ResponderEliminarBuenas noches, Arena. Un abrazo.
Hola Xibelius.
ResponderEliminarMuy bueno este relato tuyo, sobre tus paseos por esa, tu adorada tierra.
Sabes amigo, yo también estoy realizando ese sano e importante deporte, recorrer los caminos y veredas de esta nuestra, Ibérica, yo en la inexplorada, por mi, Sierra madrileña y por lo que tu describes, en este tullo, son experiencias muy parecidas.
Xibelius, tal vez NO tardando mucho, te pida permiso, para publicar una colección de estas tullas en el mío y presentar a mis amigos/as, esa tu tierra, ya te comento, OK.
Un abrazo, Xibe.
Un bonito paseo el que nos traes hoy, aunque este fin de semana me temo que no va a hacer la temperatura adecuada, me lo apunto en mi lista de futuros...
ResponderEliminar¡También hay grandes y hermosos caminos en la sierra madrileña! Animo con el proyecto. Por lo del permiso ya sabes, sin problemas, solo te pido que menciones el origen.
ResponderEliminarUn abrazo, makistakis
Lo del tiempo en esta estación pues es como es: antes de ayer nevó y hoy ha salido un dia radiante -aunque frío, claro.
ResponderEliminarSaludos, José Luis.
ERES DE ESOS SERES MARAVILLOSOS, QUE TODOS QUISIERAN TENER COMO AMIGO.
ResponderEliminarERES DE ESOS SERES DESINTERESADOS, QUE OFRECEN CARIÑO SIN ESPERAR NADA A CAMBIO.
ME HACES FELIZ, SIMPLE Y LLANAMENTE,
ME IRÉ PONIENDO AL DÍA...
UN BESO
Ostras, Casera ¡que eso es lo que yo pienso de ti!
ResponderEliminarCuidate y vuelve con fuerza
Besos.
Xibeliuss..
ResponderEliminarPaso para darte las gracias de corazón por tu apoyo en las votaciones de los premios BOBs, cuyo plazo termina hoy. Muchisimas gracias, amigo.
Un fuerte abrazo.
Mucha suerte, Felix. Tu blog lo merece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito recorrido.
ResponderEliminarY si ya visitas el magnífico Tejedelo, no te quiero ni contar.
Saludos.
Continuando esta ruta se puede llegar al Tejedelo. Si miras el mapa, donde está marcado giro a la derecha si sigues de frente llegas hasta el bosque.
ResponderEliminarEso sí, es una pateada ya un poco más respetable.
Saludos, Javi.
Muy de moda están las rutas de senderimos y más si éstas son en pleno año Xacobeo y dentro del Camino de Santiago. Y aunque no estuviesen en este gran Camino ni en este año. Con estar dentro de la comarca de Sanabria y alrededores ya lo merece todo.
ResponderEliminarUn beso
Este camino además nos permite disfrutar del paisaje de la Sierra de la Culebra, no tan conocido como otros dentro del Parque Natural, más suave, pero también muy hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen