Nota: Raúl, el amigo que, como se cuenta en el texto, me regaló estos mapas, falleció en el accidente del Alvia en Santiago, en 2013. Queda esta entrada como pequeño homenaje a su memoria.
Dice el diccionario de la R.A.E., aquella que fija, limpia y da esplendor a nuestra lengua que mapa es una "Representación geográfica de la Tierra o de parte de ella en una superficie plana". No soy yo nadie para corregir a tan docta institución, pero, para mí, un mapa es, además, una invitación a soñar. Si el mapa refleja tierras extrañas, desconocidas para nosotros ¿quién sería capaz de resistirse y no planear un futuro -quizás improbable- viaje, pleno de emoción y de aventura? Y si lo que nos muestra es cercano a nuestras vivencias ¡qué placer recorrer con el dedo los caminos que un día hollamos con nuestros pies! O localizar el punto exacto en el que dijimos -o nos dijeron- aquellas palabras que llevamos grabadas a fuego en nuestra alma.
Fuente: Google Earth |
En estos tiempos de satélites y fibra óptica nos resulta muy fácil entrar en Internet y encontrar al momento fotos detalladas de cualquier territorio que llame nuestra atención. Pero no hay que olvidar que no hace tanto tiempo los mapas se hacían de otra manera: con los zapatos pegados al suelo y dibujando a mano alzada en pliegos enormes, planos que luego habían de ser comprobados, aprobados y firmados, en los que si era necesaria una corrección, se hacía en tinta roja y también, por supuesto, a mano, con la caligrafía del técnico responsable.
Fuente: Sigpac |
Hace poco recibí a un amigo en casa. Al placer del encuentro quiso todavía añadir dos obsequios:
Uno, la plasmación que se hizo de Sanabria en 1936.
Otro, la joya que encabeza esta entrada, es un mapa del lugar donde se encuentran mis sueños fechado, nada menos, en 1910 ¡Cien años!.
Raúl, si llegas a leer esto, recibe mi agradecimiento infinito. Y quizás algún día podré mostrarte sobre el terreno Llampazas, Peña Alta, Campo Espinoso...
Pd. Por cierto: no sé si es común a otras zonas rurales, pero aquí en Sanabria Carballeda cuando el Catastro lo hacían técnicos a pié de obra tenía muy pocos errores. El último, realizado según creo a través de fotos aéreas, es un absoluto desastre.
Actualización:
No quiero dejar de incluir el precioso mapa que nos envía Attaronyo, que, además de paisano, está realizando un gran trabajo de divulgación de la gaita sanabresa: http://www.gaitasanabresa.com/ y el foro http://es.groups.yahoo.com/group/gaitadefole/
Podéis ver el mapa con mejor resolución aquí
Y buscando, buscando, también he encontrado este de Madoz de 1863
Xibeliuss...
ResponderEliminarSon documentos históricos que merecen muy mucho la pena. Sin vistas por satélite, a pie de campo, y conseguían trazar unos mapas con una fidelidad asombrosa. Unas joyas...
Un fuerte abrazo
Jo, Xibelius, menudo regalo, qué suerte, supongo que los guardarás como oro en paño, porque merece la pena. Gracias por compartirlos. Abrazos ;-)
ResponderEliminarXibeliuss, qué retorno al pasado... Si esos mapas pudiesen hablar, de cuántos viajes y aventuras hablarían... Cuando leía tu post se me ha antojado imaginarte en el siglo XVI como cartógrafo entusiasmado con pluma y tinta en ristre, por esos mares de Dios...:-)
ResponderEliminarMuy interesante las joyas que nos enseñas.
Un abrazo.
Oh, ya lo creo que un mapa es algo para soñar, monsieur! En especial si es el mapa de un tesoro pirata.
ResponderEliminarNo me diga que se puede hacer un desastre cuando se traza con fotos aereas! Si es que cuantas mas facilidades nos dan, peor. Habra que hacer una campaña para que vuelvan los mapas artesanales.
Feliz domingo
Bisous
Felix: el amigo que me trajo los mapas es topógrafo. Me contó que las desviaciones de estos son, como mucho, de centímetros. Sí, una joyas.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, Carzum, como oro en paño... lo que pienso es enmarcarlos en cuanto tenga oportunidad!
ResponderEliminarUn abrazo
Marisa: ha sido leer tu comentario y verme vestido como el personaje de "El Contrato del Dibujante", apareciendo en la Sanabria del XVI
ResponderEliminarIgual me hubiesen quemado!
Un abrazo
Jjejeje, Madame: Cuando la vegetación y/o maleza se desborda oculta cualquier tipo de marcos e incluso paredes. En ese caso, las fotos aéreas fallan como escopetas de feria.
ResponderEliminarFeliz domingo
Quien tiene un mapa tiene un tesoro. En el se dibujan las venas que recorren a donde quieras llegar.
ResponderEliminarAbrazo
¡Completamente de acuerdo, Arena!
ResponderEliminarY, además, nunca se pierde ;-)
Un abrazo
He llegado a tener tres mapas de un mismo sitio con diferentes nombres de sitios y alturas y coincido en lo de los mapas aereos,no salen algunos caminos y sendas.Gran regalo.
ResponderEliminarUn saludo.
Para mi el que fija, limpia y da esplendor a mi lengua es el cepillo, pero, bromas aparte, tenemos un amigo común al que le apasionan los mapas, el Sr. Cajander.
ResponderEliminarHola Xibelius, como he disfrutado viendo estos mapas, son una auténtica joya.
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi
Cuando estudié historia de la cartografía, lo que más me llamó la tención fuela costumbre de cada pueblo antiguo de situarse a si mismo en el centro del mundo, bien cerquita del edén perdido, también el hecho de que al ver un mapa, cualquier mapa la reacción natural es siempre ir a ver si el lugar de donde que amamos aparece en él, como buscando una constatación escrita de que realmente ocupamos un espacio definido en el mundo...Un mapa siempre es el más romántico de los documentos porque contiene a la vez promesas y sueños, recuerdos y deseos. Creo que también es un regalo precioso, gracias por compartirlo
ResponderEliminarLos caminos y sendas que salen marcados en mapas como estos, aunque en algunos puntos cuesta seguirlos por la maleza, siempre aparecen. En las fotos es muy complicado.
ResponderEliminarSaludos, Fosi.
Logio: El señor Cajander y yo estamos descubriendo paralelismos sorprendentes: después de haber realizado el camino prohibido de unas vías de metro, ahora, como ya conoces, he sabido que quizás fue él el que me estuvo metiendo el codo en el hígado en un determinado concierto ;-)
ResponderEliminarUna gozada, Abi... más para los que también nos gusta luego patearlos.
ResponderEliminarUn abrazo
Alma, yo me he portado también como los antiguos: me he dado cuenta que en los recortes he colocado muy cerca del centro los puntos que más me interesan, jejejeje
ResponderEliminarUn abrazo
Es curioso, ese mapa de 1.936 creo recordar lo tengo en mi "biblioteca" del pueblo, creo que es de 1/30.000 (escala atípica), pero en el que vienen reflejados caminos de herradura, es decir veredas y ciertos yacimientos, junto con la ermita de San Pedro en Puenteporto, ya desaparecida...espero no meter la pata ya que hace una década que no lo miro, en cualquier caso soy un "fanático de los mapas" y me encanta interpreterarlos
ResponderEliminarAfortunadamente, hay muchas cosas que si se hacen con las manos, a pie de obra, salen mucho mejor. Será por la implicación, por la atención, por el cariño. Preciosa entrada que nos devuelve el ansia de soñar, con mapa, brújula y diario de campo o bitácora
ResponderEliminarUn abrazo, Xibeliuss
Yo de 1936 tengo las hojas a 1:50.000 de Puebla y de La Baña, que son relativamente fácil de conseguir. Pero si el que tiene tú es de 1:30.000 es una rareza de cuidado.
ResponderEliminarA mi también me encantan los mapas, sobre todo los que ya tienen algunos años.
Saludos, Tanxilde
Así es, MªAntonia. Yo pienso que haciendo los mapas a pie del terreno es complicado no implicarte, acabar sintiendo algo más que si lo haces sobre una foto a vista de pájaro.
ResponderEliminarUn abrazo
Que tiempos aquellos en los que estos mapas eran propiedad del ejército y secreto de estado... incluso en la IIGM se llegó a utilizar la guia Michelín a falta de nada mejor... lo dicho que tiempos...
ResponderEliminarMenudo tesoro te han regalado, son preciosos!
ResponderEliminarEnhorabuena, te mereces muchos regalos como estos.
Un besazo.
Mándame una dirección de correo-e y te envío adjunto una pequeña joya. Antes estaba colgado en internet, pero llevo un rato buscando el enlace y no doy con él.
ResponderEliminarJjejejej José Luis: ya me veo a los ejercitos invasores comiendo donde Adriá, con la Michelin como guía.
ResponderEliminarSaludos
Un abrazo, Carolina!
ResponderEliminar¡Gracias, Attaronyo! En cuanto me des permiso lo cuelgo.
ResponderEliminarOjalá pudiéramos ser auqellos exploradores del siglo XIX en la África profunda o conquistadores busacando El Dorado. Ahora ya no queda mucho por explorar en este planeta. Mejor dicho, eso es lo que sabemos, pero no lo que sentimos. Porque cada viaje que hacemos para nosotros representa el descubrimiento de algo nuevo, por lo menos para mí, y por mucho que lo preparemos en internet, no hay nada como estar in situ en una ciudad que no es la tuya, aprehendiendo todo lo que hay a tu alrededor.
ResponderEliminarUn saludo
Cuántas veces hemos paseado la mirada por los caminos del mapa, imaginado viajes, caminos, gentes. Mi pueblo no suele salir en los mapas y esa ausencia le confiere un carácter remoto, un poco de Macondo borrado de la faz de la tierra.
ResponderEliminarQué maravilla de regalo el que te han hecho! Creo que me voy a dar una vuelta por esos mapas antiguos ahora que aún hace fresquito...
Cierto, Carmen: Y hay pocas sensaciones comparables a creerte el primero en recorrer nuevas tierras o, al menos, recuperar sendas largo tiempo olvidadas.
ResponderEliminarSaludos
Para que nuestros pueblos aparezcan, Alicia, ya tienen que ser mapas con buen nivel de detalle. Pero como bien dices, yo pienso también que eso les dota de un mayor carácter.
ResponderEliminarUn abrazo, alicia
Por fin pude entrar, por poco me pierdo de esta entrada y es que adoro los mapas, siempre he dicho que mi Venezuela tiene forma de corazon y desde ese corazon, te mando un abrazo.
ResponderEliminarbesos♥
Gracias, Afrodita: un abrazo también para tí.
ResponderEliminarY sí: tu tierra tiene forma de corazón.
"Pd. Por cierto: no sé si es común a otras zonas rurales, pero aquí en Sanabria Carballeda cuando el Catastro lo hacían técnicos a pié de obra tenía muy pocos errores. El último, realizado según creo a través de fotos aéreas, es un absoluto desastre." Qué gran verdad
ResponderEliminarY lo peor, Alberto, es que en lugar de facilitar su corrección, lo que hacen es poner cada vez más pegas al aluvión de reclamaciones. ¡Sorprendente!
ResponderEliminarPues mirando,mirando;no parece que mi pueblico esté en Sanabria.Pero no importa ,con que lo sepa yo y unos poquitos más es suficiente.
ResponderEliminarSiento lo de tu amigo,con el tiempo todos descubrimos que perdimos a alguien en ese accidente,aparte la confianza de si podemos confiar en nuestros transportes y en quienes los gestionan.
Miraré mas despacio estos mapas.
Un abrazo amigo.