17 jun 2010
Una muerte en la Puebla del S.XVIII
Creo que todos podéis imaginar lo que suponen herramientas como Google Books para los que vivimos lejos de las grandes bibliotecas o centros de estudio. No tenemos otra manera de acceder a documentos como éste que hallé recientemente.
NOTICIA de una Operación Cesárea, hecha en la Puebla de Sanabria
"Hallándose enferma Narcisa Nieto, de edad de 21 años, mujer de Pablo López, vecinos de la Villa de la Puebla de Sanabria, que estaba embarazada de ocho meses y medio; después de aplicados los medicamentos correspondientes a la enfermedad, que según los síntomas padecía, por D. Joseph de León, Medico titular de dicha Villa, fue llamado el día 19 de Agosto próximo pasado a las ocho de la mañana el Licenciado D. Pedro Perez, Cirujano mayor del Regimiento de Dragones de Villaviciosa, quien la encontró con un accidente al parecer apoplectico; y habiéndose informado de los asistentes le insinuaron hacia cuatro o seis días no sentía el feto, según lo habían oído a la paciente, de lo que se cercioró por el reconocimiento que hizo, hallándola el vientre disformemente abultado, y sin señal alguna de que pudiese estar vivo, conociendo ser esta la causa del accidente, que impedía con su compresión a los vasos principales el regreso de la sangre hacia el corazón. Viendo que los síntomas se aumentaban y que indispensablemente moriría la paciente, propuso hacer la Operación Cesárea con animo de ver si podía libertarla, y si alcanzaba el socorro del Bautismo el feto, lo que no consintieron, aunque hizo varias instancias, y así murió la Narcisa a las 24 horas de su primera visita.
Inmediatamente que falleció, a presencia del Medico y de varios facultativos de Cirugía hizo la Operacon Cesárea en menos de siete minutos, y extrajo dos niñas muertas íntimamente abrazadas, su largo dos cuartas y dos pulgadas cada una; la una perfectamente organizada por lo exterior, y la otra muy defectuosa en partes... [Continúa con la descripción detallada del estado de los fetos]" Explica el documento que fue D. Francisco Xavier de Torres, Corregidor y Alcalde Mayor de la Villa, quien ordenó que se "hiciese disección anatómica de ellas, y declarase lo que hallase en orden a su estructura interior y exterior"
El artículo fue publicado en 1790 en el libro "Memorial literario instructivo y curioso de la Corte de Madrid, Volumen 21" en la Imprenta Real (Madrid)
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¡Triste historia!
ResponderEliminarY es que una cesárea hasta no hace demasiado era una operación a vida o muerte... y en aquella época, si sobrevivía a la operación, cosa que dudo, las infecciones que venían después eran definitivas....
ResponderEliminarQue tristeza me ha producido el imaginar a las dos criaturas abrazadas.
ResponderEliminarLa primera foto es del hospital?
Un abrazo
Ay, que historia más cruel y que imagen terrible la de las nenas muertas y abrazadas...
ResponderEliminarBesos, Xibeliuss
Muy triste, Logio... y demasiado habitual. Quizás lo más raro sea la presencia del cirujano
ResponderEliminarCierto, José Luis. Esta Narcisa por lo menos no pasó por ello en vida.
ResponderEliminarCreo que no, Arena. De hecho, que yo sepa Puebla nunca ha tenido hospital como tal. No tengo localizado el edificio que usaban para estos temas.
ResponderEliminarUn abrazo
Es una historia muy, muy triste, contada con la frialdad del lenguaje médico de la época. He preferido omitir los detalles de la autopsia, que son el grueso del documento.
ResponderEliminarLa madre tenía 21 años, jod..
Un abrazo, almalaire
Ay, monsieur, que cosa tan desagradable. Parece una carnicería, tan desprovisto de sensibilidad, tan "profesional".
ResponderEliminarComo ha podido leer usted el grueso del documento!
Me vuelvo a mi nube rosa, monsieur.
Feliz tarde
Bisous
Pues ciertamente, Madame, lo he leído con el ánimo espantado. Yo, personalmente, me quedo con la historia personal que hay detrás.
ResponderEliminarFeliz tarde, Madame
Es impresionante ese impersonal "no consintieron" referido al hecho de practicar la cesárea a la madre. Las mujeres, la vida de las mujeres, siempre en manos de otros. Una historia desgarradora que me llega muy dentro. Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminarQué documento! Y que imagen la de ese abrazo íntimo de quienes no llegaron a ver la luz. No sabía que en google books había textos tan antiguos...
ResponderEliminarQué tristeza, Narcisa. Esa falta de consentimiento y de consideración se llevo sus 21 años de vida. Abrazos sorprendidos
Es terrible,pero ese "no consintieron" lo seguimos viendo a veces en las noticias:negativas a transfusiones de sangre,transplante de organos....
ResponderEliminarSaludos.
Creo que todos lo han dicho ya, es terrible, impresionante. Y también, esos 4 ó 5 días que ella no sintió al feto. Ese callar. Esas "cosas de mujeres".
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, Isabel. "No consintieron" ¿Quién? ¿Los dos? Me temo que la pobre Narcisa no debía estar para mucho discutir.
ResponderEliminarUn abrazo
Ese abrazo, alicia... el documento es muy frío, pero lo que me llamó la tención fue eso, la historia personal que asoma detrás. Una historia muy común, no por ello menos dolorosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, fosi: y te pone los pelos de punta igual. Aunque, como dice Jose Luis más arriba, la operación era muy, muy complicada entonces.
ResponderEliminarSaludos
"Cosas de mujeres", MªAntonia. Yo, evidentemente, no he llecado un feto dentro, pero viví el embarazo de mi hijo todo lo cerca que pude. Fui espectador impaciente de la relación entre la madre y el ser que crecía en su interior. Imagino entonces a Narcisa sin sentir el feto varios días y cómo su propia salud se deterioraba. Uf.
ResponderEliminarAbrazos
Es una historia tremenda y triste, madre mía, lo que ocurría entonces. Aunque hoy en día, también se escucha cada cosa...
ResponderEliminarAbrazos.
Afortunadamente, Carolina, hoy se oyen muchas cosas, pero son excepciones. Hasta no hace mucho era demasiado corriente. A mi abuela, por ejemplo, no tengo muy claro los hijos que se le murieron.
ResponderEliminarUn abrazo
Me lleve un susto de muerte al tratar de ingresar me salio una pagina de error diciendome que el blog ya no existia.. clikee de nuevo y ya, pasado el susto.
ResponderEliminarAntes una cesarea era la excepción, ahora es el pan nuestro de cada dia... muy buen descubrimiento.
un fuerte abrazo.♥
Hola Xibeliuss, tras unas vacaciones te vuelvo a leer y tu historia está llena de otros tiempos y otras penas.
ResponderEliminarEn cuanto a si hubo hospital en Puebla, como mínimo estuvo el de los peregrinos, estuve con mi amigo Antonio López hace unos años sacando fotografías (analógicas) de él y escribió un pequeño libro sobre este asunto.
Antonio está en Puebla dando una charla en la que se toca la ruta a Santiago que pasaba por Puebla, si le ves pregúntale y dile que vas de mi parte.
Saludos
A mí pasa lo mismo Xibelius, porque últimamente encuentro muchas curiosidades gracias a la digitalización de libros y prensa. Me parece una idea excelente porque de esa forma propagan la cultura y facilitan la investigación a historiadores y curiosos.
ResponderEliminarBesos
Ay, Afrodita, es que me he vuelto a liar y vuelvo loco al feed y a los lectores. Bueno, por lo menos se puede acceder.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juno ¿Y dónde está el hospital de peregrinos en Puebla? No lo tengo yo localizado.
ResponderEliminarTenía intención de acercarme a la conferencia de esta tarde en el castillo, pero al final se me han complicado las cosas y no ha podido ser.
Saludos
Que tristeza me ha producido esta entrada (la anterior del gaitero también).
ResponderEliminarY lo más triste aún es que es una historia real.
Un abrazo
Sí, Carmen, para mí google books es una gozada. En el momento que el buscador ande un poco más fino y vayan añadiendo más libros -y las autoridades no lo impiden- va a ser una herramienta indispensable.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo, Verdial. Quizás han quedado dos entradas demasiado tristes seguidas, sí.
ResponderEliminar2ª foto a la izqda la casa del cura, por arriba el paso que dicen utilizaba para ciertas visitas, a la dercha te queda una panadería que no sale en la foto, te das la vuelta y avanzas en sentido contrario hasta ver a tu izqda un enorme escudo heráldico dado la fachada que lo sujeta, ahí estaba. Detrás hay un pequeño huerto donde se criaban las diferentes yerbas medicinales utilizadas con los enfermos. Ni cesáreas, ni farmacias, ni Internet, ni crisis……
ResponderEliminarMas saludos
¡Perfecto! Gracias, Juno, ya sé cuál es.
ResponderEliminarSaludos
Tremenda historia humana que nos indica lo dura que era la supervivencia cuando las técnicas médicas y quirúrgicas no podían solventar inconvenientes que ahora parecen tán sencillos.
ResponderEliminarTienes razón, Xibeliuss, gracias a google y a este gran universo documental tenemos acceso a estas historias.
Las fotos que has puesto son preciosas.
Gracias, Logan, Lory.
ResponderEliminarOtra página que cada vez ofrece más sorpresas es la de Archivos del Ministerio de Cultura. Es un poco farragosa y complicada de navegar, pero hay verdaderas joyas.
Un abrazo
Uff, madre mía, qué sufrimiento. Lo que da de si internet y los archivos y pensar que hace unos poquitos años viviámos sin la red de redes, sin móvil y otras tantas cosas. Ahora sería impensable. Bueno, jeje, hasta hace unos meses yo vivía un poco así. Jo, qué lío! Bueno, espero que se entienda. Abrazos ;-)
ResponderEliminarJo que si te entiendo, Carzum: yo estuve también un año sin línea telefónica... y la cobertura de móvil es como es. Tiene su encanto, eh ;)
ResponderEliminarAbrazos