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20 nov 2011

Bosque de Castañeiros



"Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.

Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor"

Rainer Maria Rilke. Día de Otoño


"Querría llevar a la ciudad las frutillas del bosque, pero no en un cesto: querría que las mismas frutillas se movieran, como un ejército bajo mi mando, que marchasen sobre sus propias raíces hasta las puertas de la ciudad. Querría que los ramos cargados de moras se encaramaran por los muros, querría que el romero y la salvia y la albahaca y la menta invadiesen las calles y las plazas. Aquí en el bosque la vegetación sofoca de tan densa, mientras que la ciudad permanece cerrada e inalcanzable como una árida urna de piedra"

Italo Calvino. El bosque-raíz-laberinto



"Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos, quien sabe escucharles, aprende la verdad. No predican doctrinas y recetas, predican, indiferentes al detalle, la ley primitiva de la vida.

[...] Los árboles tienen pensamientos dilatados, prólijos y serenos, así como una vida más larga que la nuestra. Son más sabios que nosotros, mientras no les escuchamos.Pero cuando aprendemos a escuchar a los árboles, la brevedad, rapidez y el apresuramiento infantil de nuestros pensamientos adquieren una alegría sin precedentes. Quien ha aprendido a escuchar a los árboles ya no desea ser un árbol. No desea ser más que lo que es. Esto es la patria. Esto es la felicidad"

Herman Hesse. El Caminante



"Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida; ¡es tan hermoso el vivir!; tampoco quise practicar la resignación, a no ser que fuera absolutamente necesaria. Quise vivir profundamente y extraer toda la médula de la vida, vivir en forma tan dura y espartana como para derrotar todo lo que no fuera vida, cortar una amplia ringlera al ras del suelo, llevar la vida a un rincón y reducirla a sus menores elementos, y si fuera mezquina, obtener toda su genuina mezquindad y dar a conocer su mezquindad al mundo, o si fuera sublime, saberlo por propia experiencia y poder dar un verdadero resumen de ello en mi próxima salida"

Henry David Thoreau. Walden: La vida en los bosques


Las entradas de otoño ya empiezan a ser tradición en este blog: el año pasado nos fuimos al Robledal y el anterior, a por setas (o nos las encontramos).


Música: John Coltrane, Wynton Kelly, Stan Getz: What's new? -  Autumn leaves

Fotos: Castiñeiros en el Alto del Castro, entre Barrio de Lomba y Cobreros

Pd. Una vez más otras tareas me impiden visitas, publicaciones y comentarios al ritmo que me gustaría. Y una vez más les pido disculpas por ello: intento recobrar la normalidad lo antes posible. Gracias.

1 abr 2009

Cobreros: trece pueblos, mil caminos


Desplegad, si es vuestro gusto, un mapa de la región sobre la mesa y marcad cada uno de los pueblos que conforman el municipio de Cobreros: Terroso, San Martín, Santa Colomba, Avedillo, San Román, Sotillo, Limianos, Quintana, Castro, Barrio, Riego y San Miguel de Lomba, además del propio Cobreros. ¡Trece, ni uno menos! Ahora trazad, al buen tuntún, cuantas líneas se os ocurran uniendo todos esos puntos. ¿Qué obtenéis? Aparte de un garabato más o menos artístico, un maravilloso conjunto de caminos donde perderse y disfrutar de los escondidos encantos de esta tierra sanabresa.


Siguiendo con el mapa, vemos que el municipio se define por los ríos y arroyos que lo cruzan, señalando unos límites no exactos: regato de Escaldón, Castro, Tera, Truchas y la Mondeira. Es una tierra rica en agua y los caños de regadío, con su música constante, nos acompañarán en todos los pueblos. Ya en los diccionarios geográficos de los siglos XVII y XVIII se mencionaba la riqueza de sus fuentes, con ejemplos de manantiales sulfurosos en Santa Colomba y Cobreros (aguas cheironas) que, en su momento, propiciaron casas de baños en las que los pacientes “llegaban en angarillas y partían bailando”. También hemos de fijarnos en cómo, por el norte y el oeste, el municipio se encarama en las laderas de los montes y se desenvuelve hacia zonas más llanas en el sur y este. Es un municipio con tradición serrana: la vida de antaño estaba ligada al aprovechamiento de la sierra, ya sea para leña, para hierbas aromáticas y medicinales, para frutos silvestres, ya para el pastoreo. Los lugares donde entonces se subía el ganado en los meses de calor nos ofrecen corrales naturales de impresionante paisaje: El Cabril, Cubello, Peña Cueva, los prados de Limianos… También caminos hacia Porto, con su importante feria ganadera, y a Galicia, cuando el tren aún no llegaba a Sanabria. Hoy esta parte del municipio está enclavada en el Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores.



Uno de los puntos más visitados de este Parque Natural es la ruta de las Cascadas de Sotillo ,
y los caminos que llevan al Lago pasando por la Laguna, o bien por Limianos o Quintana, coincidiendo en este caso con parte del Cordel Sanabrés por donde las ovejas castellanas y extremeñas subían hacia la sierra.
En Sotillo hay una casa de “Pobres y Peregrinos” fechada en 1619, aunque el trazado más conocido del Camino de Santiago Sanabrés atraviesa el municipio por su parte sur, siguiendo casi en paralelo a la N-525. También hollaron estos caminos, si hemos de fiarnos, el Rucio y su amigo Rocinante, soportando con paciencia las disquisiciones de sus amos. Lo creas o no, no deja de ser una excusa más para bajar al terreno.





Ea, pues, plegad el mapa y echad la merienda en el morral. Hay que recorrer los pueblos uno a uno y descubrir sus secretos: el “castiello” de Avedillo, posiblemente el primer núcleo de población, con casas que en sus piedras esconden miliarios. Cobreros, cuna de ilustres antepasados, sus casas blasonadas, sus aguas y su peculiar iglesia, tal vez de origen civil. Los centenarios castaños de San Román o Sotillo; Limianos, un pueblo en cuesta o Quintana, cantera que abasteció de piedras a la comarca y que hoy ofrece al visitante “La Calella”, una casa tradicional detenida en el tiempo. Castro, de significativo nombre, que se asoma hacia la Puebla con la importante área de servicios de la N-525. Riego, Barrio, San Miguel de Lomba, con ermitas perdidas y molinos restaurados. Santa Colomba, la de las muchas fuentes, cuyos barrios se encaraman hacia el alto de la iglesia. San Martín, Terroso, de tradición jacobea y destino inevitable para cualquier buscador de setas que se precie…
En el censo de Floridablanca, de 1787, nada menos que el 92% de los habitantes de Cobreros se declaraban hidalgos. Dado que además se definían como labradores, mucho me temo que esta nobleza se vinculaba más a la exención de tributos que a la holganza en sus caminos. Ahora pagamos impuestos, claro, pero al menos nos queda el placer de seguir sus huellas en el tiempo.



Fotos: 1. Pastizal en Cobreros 2.Iglesia de Sta. Colomba 3.Musgo sobre pared de piedra 4.Balconada en S.Román 5.Pontón en Avedillo 6.Arroyo de La Mondeira 7 y 8.Peña Cueva 9.Cordél Sanabrés en Quintana 10.Sotillo 11 y 12.Limianos 13.La Vaguira 14.Torre de la iglesia de Cobreros 15.Chopera 16.La luna sobre la sierra 17.Amanecer rosa en Barrio 18.Cobreros 19.Barrio de la Iglesia, Sta. Colomba 20.Casa Blasonada, Cobreros 21.La Peña de las Brujas 22.La Mondeira en S.Miguel.