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15 ene 2014

La Reacción: Algaradas en la Sanabria del S.XIX

"Era el mes de Marzo de 1873 : cinco años hacia que la [Gloriosa] revolución se había desencadenado sobre España y cinco años hacía que empleaba en combatirla, desde las columnas de un diario político, las escasas fuerzas de mi intelîgencia. La monarquia democratica acababa de desaparecer con la abdicación de don Amadeo de Saboya, y la [] República, proclamada en las Cortes, se enseñoreaba por primera vez de España. El terror que su solo nombre causaba, los horrores que recordaba su historia en paises vecinos y la fundada y triste creencia de que esta forma de gobierno iba a aumentar los graves desordenes en que la patria se veía envuelta, traían inquietos y desasosegados los animos de todos los españoles, aún los de aquellos en quienes largos años de revolución mansa habían amortiguado los sentimientos monárquicos. Los hombres que por tener algunos bienes de fortuna se adornan con el nombre de conservadores, eran los que más se dolían de la situación a que sus propios errores les habían traido y los que más desconsolados contemplaban el oscuro horizonte que a los albores de la república aparecía [...]

"Los carlistas se lanzaron a la guerra por defender las dos grandes ideas de Religion y Monarquía, tan arraigadas todavia en España y tan combatidas ahora en todo el mundo, dando así clara prueba de que aún vive en nuestra patria aquel espíritu ardientemente católico, que movió a los españoles del siglo XVI a combatir contra la reforma protestante y contra las doctrinas que a su sombra nacieron y se desparramaron por Europa. Estudiando de cerca a los carlistas vése tan de bulto su semejanza con los españoles del siglo XVI, que no puede negarse son los primeros legítimos descendientes y herederos de los segundos. La misma fuerza de creencias, la misma exaltación de sentimientos, la misma firmeza de caracter hay en unos que en otros, como hijos todos de una misma madre y criados y educados en los mismos principios."
Recuerdos de la Guerra Carlista. Francisco Hernando 


Cuentan los libros de historia que La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) se desarrolló entre los partidarios del llamado Carlos VII y los gobiernos de Amadeo I, de la I República y de Alfonso XII. Los frentes más activos se localizaron en el País Vasco y Navarra, con levantamientos menores en Cataluña, Valencia y Aragón. Pero también hubo agitación y partidas en el resto del territorio peninsular, especialmente en áreas montañosas donde practicaban un tipo de combate a medio camino entre la guerrilla y el bandolerismo.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, Sanabria y Carballeda no fueron ajenas, en su pequeña escala, a los hechos del convulso S.XIX español. Si en la reciente entrada sobre Sagasta vimos, siquiera de refilón, algo de la actividad de los liberales en la provincia, hoy toca fijar la mirada en el otro bando: los conservadores más exacerbados, la Reacción.


Ya en 1868 encontramos una curiosa sentencia administrativa que refleja el enfrentamiento vivido entre las fuerzas de algunos pueblos:
"En el expediente en que el Gobernador de la provincia de Zamora ha negado la autorización para procesar a D. Santiago Tostón, Alcalde; Don Juan Santiago, Regidor, y D. Tomás Santiago, Secretario del Ayuntamiento de Rionegro del Puente, del cual resulta:
- Que el Alcalde mandó comparecer en la casa de Ayuntamiento a Don Francisco González, Párroco de Garrapatas [hoy Santa Eulalia del Río Negro], y a otros vecinos para exigirles cierta contribución con destino al pago del Maestro de instruccion primaria:

- Que el Párroco se negó a pagar, manifestando que el reparto no estaba autorizado, y que dicho servicio debia atenderse con los fondos municipales:

- Que incomodado el Alcalde con esta respuesta, dijo al Párroco que le constaban las reuniones sediciosas que se celebran en su casa para conspirar contra la corona, y las cuentas que a este objeto se destinaban, de las cuales era depositario, lo cual confirmaron el Regidor y Secretario que se hallaban presentes [...]"

Jurisprudencia administrativa - Revista General de Legislación y Jurisprudencia


De la "Narración militar de la guerra carlista de 1869 a 1876", publicada por Cuerpo del Estado Mayor del Ejercito en 1889, extractamos algunos fragmentos descriptivos de la situación en la provincia:
"Por la misma época se alarmaron los habitantes de la zona meridional de Salamanca, a causa de la presencia en ella durante unos días de una facción procedente de Cáceres; y para que esto no volviera a suceder se acantonaron algunos carabineros en el límite de ambas provincias. 
En la de Zamora anduvieron a mediados de Agosto por el partido de Puebla de Sanabria tratando de reclutar gente, varios carlistas de León, que viendo lo infructuoso de sus trabajos, regresaron al territorio de donde habían salido; y durante el mes de Septiembre, unos 60 individuos se apoderaron en Cobreros, de los fondos de la recaudación de contribuciones, y trataron de alterar el orden; pero salieron de Puebla de Sanabria tres secciones de carabineros, las cuales los avistaron y batieron el día 24 en el monte de los Charcos, disolviendo a la partida, haciendo algunos prisioneros y cogiendo varios efectos [...]
"En la [provincia] de Zamora, hacia el 17 del indicado mes, apareció en Galende, con algunos sediciosos, el cabecilla Bernardino Carrera; saliendo en su seguimiento los carabineros de Puebla de Sanabria, y de la capital dos secciones del mismo instituto con cuyos movimientos se consiguió la aprehensión del jefe y la disolución de la partida [que había atacado también Trefacio, San Ciprián y Rábano]. Más adelante, en marzo, el titulado Comandante general, D. Pedro Alvarez, publicó una alocución llamando a las armas a los zamoranos, y organizó un núcleo de 45 infantes y 20 caballos, que, perseguido por guardias civiles y carabineros, sufrió, el 26, en los llanos de Tábara, una derrota en que murieron dos carlistas, quedaron prisioneros otros y se diseminaron los restantes para ganar la frontera de Portugal, donde fueron capturados el cabecilla y algunos otros [...]
"El 16 de Julio el cabecilla Bernardino de Ambasaguas, con 50 individuos, pasó desde Zamora a Orense, por las Portillas de Sanabria; pero apercibidas ya para hacerle frente las columnas de esta provincia, por avisos del Capitán general de Castilla la Vieja, le salieron al encuentro, precisándole a correrse por las vertientes de Sierra Cabrera Alta y a volver sobre sus pasos. Siete días más tarde aparecieron cerca de Portugal 40 hombres armados, al mando de un tal Suárez, y puestos en movimiento para obrar combinadamente los destacamentos de Ginzo de Limia y Bande, consiguió el segundo encontrarlos el 26 en Salgueiros, cayendo sobre ellos con tal acierto, que al cabo de dos horas de fuego los dispersó y les hizo varios muertos, heridos y prisioneros. El destacamento de Ginzo de Limia, que se hallaba próximo, contribuyó al buen éxito de la operación y evitó que los fugitivos ganasen la frontera."

Pese al descontento con las contribuciones y los alistamientos ordenados desde el Gobierno Central, en ningún momento los carlistas lograron un significativo apoyo popular en nuestras comarcas, y menos tras la Restauración Borbónica - con la que muchos conservadores consideraron alcanzados la mayor parte de sus objetivos.


Tal vez les resulte familiar la retórica de Francisco Hernando, el historiador carlista que inicia esta entrada; incluso propia de momentos más cercanos en el tiempo. Siempre he pensado que, en general, desconocemos demasiado del S.XIX español y que esto es un gran error, porque en él se encuentran las semillas directas de nuestra evolución posterior. Sobre el tema me permito recomendarles el blog amigo "Desde la terraza", que desde hace tiempo le dedica una serie de artículos tan amenos como bien documentados. Seguro que les gusta.

Periódico "El Imparcial", 1872

Pd. He abierto un nuevo saloncito en esta gran mansión de la blogsfera: se llama Casos y Cosas y pueden encontrarlo aquí. Como siempre, están todos invitados, pero sin compromiso ninguno. Trata de... no sé, todo lo que no cabe aquí. Igual les interesa.

29 nov 2012

El horroroso crimen de Palazuelo y otros recortes de la prensa histórica en Sanabria

Vengan conmigo, señoras, señores, y no tengan miedo: apenas sentirán un pequeño temblor y habremos saltado unas cuantas, bastantes, décadas atrás en el tiempo. Nuestro objetivo es un día de mercado en un pueblo de una comarca montañosa, allí donde la vida avanza despacio y el progreso es sólo un vago anhelo de algunos, no de todos.

Vean como los comerciantes han instalado sus puestecillos con la salida del sol; vean la variedad de su oferta: hay garbanzos de Fuentesaúco, mantecadas de Astorga, lienzos y bordados de Aliste y Sayago, cacharros de barro y potes de cobre, cántaros de vino, escabeche y pulpo, bacalao y congrio resecados, sardinas en aceite... todo lo que cualquiera puede necesitar. Vean como los paisanos van llegando desde las aldeas, algunos con monedas en la bolsa, otros – los más – con un saquito de habones, unas docenas de huevos, berzas o lechugas que intentarán trocar por aceite o café o cualquier otra cosa que no puedan arrancar de sus minúsculas
cortinas. Sí, señora: el pañuelo negro – para ellas – y el pardo – para ellos – son la moda de la época, de ésta que visitamos y de muchas anteriores.

¡Atención! Fíjense en el grupo que ahora, con el mercado ya en plena ebullición, entra por la esquina de la plaza. Sí, señores, hablo del borrico, del perro callejero, del rapaz que sacude la campanilla y del hombre de ojos glaucos que se apoya en el cayado. Miren el corro que se forma a su alrededor mientras él apareja su rústico atril y extiende sus
aleluyas. Es Nicolás de Alba, el más grande entre los contadores de crónicas de los que se tiene recuerdo.

Shhhhh. Oigamos su prédica.



El Sábado 21 del corriente sufrió la pena ordinaria de horca en la Plaza mayor de esta Ciudad Ignacio Ballestero, soltero de edad de 40 años, vecino del Lugar de Palazuelo en la Jurisdicción de Sanabria, y después se le cortó la mano, que ha mandado fijarse en dicho Lugar; por haber asesinado allí en la noche del 28 de Diciembre del año pasado de [17]85 a Domingo Rodríguez, Mercader Gallego, violando las sagradas Leyes del hospedaje: con las circunstancias de que le mató con golpe de hacha, estando dormido; enterró luego el cadáver en su casa, y temiendo después ser descubierto le desenterró, y dividiendo con la misma hacha en dos trozos el cuerpo, los llevó a cuestas sucesivamente a una laguna inmediata, donde los arrojó. En esta causa se ha alabado la conducta y sagacidad del Alcalde Mayor de aquel Partido Don Francisco Xavier de las Torres, que con ella logró que el reo confesase plenamente un delito tan horrible, de que con dificultad se le hubiera convencido por otras pruebas, y que habría quedado sin justo castigo.
Diario Pinciano. Nº 25, del Miércoles 25 de julio de 1787

Joven herida de un hachazo 
En Sotillo de Sanabria, Anastasio Rodríguez hirió gravemente a la joven Manolita González, dándole con un hacha en la cabeza. Parece que la causa de la bárbara agresión han sido resentimientos familiares. El agresor ha sido detenido.
El Imparcial. Madrid, 2 de Mayo de 1930

  
DOCUMENTOS
RELACIÓN DE LAS PERSONAS QUE PASARON A ESTA NUEVA ESPAÑA, Y SE HALLARON EN EL DESCUBRIMIENTO, TOMA E CONQUISTA DELLA, ASÍ CON EL MARQUÉS DEL VALLE DON HERNANDO CORTES, COMO CON EL CAPITÁN PANFILO DE NARVÁEZ [...]

[...] Joan Hernández de Prada.
Dize que es natural de una aldea que llaman Galende que es en la montaña de Sanabria, e hijo legitimo de Joan de Prada de Galende y de María de Prada, y que pasó a esta Nueva España con Pánfilo de Narvaez, y se halló en la conquista de esta ciudad de México y sus provincias y después en las de la Misteca y Guaxaca y dos veces en Coatlan e agora en la hultima rrevelación de Tetiquipaque, y fue casado en España y dexó dos hijos, y en esta tierra tiene otros dos bastardos el uno casado y que Nuño de Guzmán le encomendó el pueblo de Guamelula el cual le quitó esta audiencia por lo qual está muy pobre y viejo y padesçe necesidad.
Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Julio a Diciembre de 1918


LO QUE SUCEDIÓ EN IGUERIBEN
Relato de un alférez

El alférez Sr. Casado Escudero, que está prisionero de los moros, ha enviado una carta a su familia, residente en Puebla de Sanabria.
Dicho oficial estaba en Igueriben, posición que no tenía agua. La aguada más cercana estaba a tres kilómetros de distancia.
He aquí algunos párrafos de la carta en cuestión: "El día 16 nos cercó la harca, compuesta de unos 6.000 hombres, y comenzó una situación horrorosa. No dejaban llegar el convoy; no podíamos proporcionarnos agua. El día 17 bebimos el vinagre que había en la provisión; el 18, los soldados mascaban patata cruda para refrescar la boca, y los oficiales nos bebimos la colonia de que disponíamos; al siguiente día, desesperados, recurrimos a beber lo orines con azúcar. Así llegamos al día 21, con 70 bajas de sangre y 83 de sed y hambre. Agravaba la situación el hedor de los cadáveres insepultos.
Yo, herido en el cuello y debilitado por el derrame, decidí jugarme el todo por el todo, y me ofrecí voluntario para tomar una lomita próxima y apoyar desde allí la evacuación. Salí con 35 soldados también voluntarios; en el camino me hirieron en el brazo izquierdo. Tomamos la altura y sostuvimos el fuego hasta que salió toda la gente de la posición; pero me mataron 27 soldados, y cuando ya nos retirábamos los supervivientes caí de un balazo que me quitó dos dedos del pie izquierdo."
El alférez Casado dice que los moros de Beni-Urriaguel, de quienes es cautivo, le tratan bien.
La Voz, 13 de Agosto de 1921


Servicio de automóviles suspendido
ZAMORA 22 (4,15 t.).—Por falta de gasolina se ha suspendido el servicio de correos en automóvil entre Benavente y Puebla de Sanabria. El vecindario del segundo de los citados pueblos protesta del abandono en que se le tiene y dirigirá una nueva solicitud al director general de Comunicaciones.
El servicio de correos se verifica en caballos.
El Sol, miércoles 23 de Enero de 1918


PASTOS DE VERANO.—Se arriendan por puertos, los de la Sierra Sospacio y Gamoneda, pertenecientes al Exmo. señor duque de Osuna e Infantado en su Administración de la Puebla de Sanabria. Las condiciones se hallan de manifiesto en las oficina generales de S. E. en Madrid, calle de D. Pedro.núm. 10, y en la referida Administración, en cuyos dos puntos se celebrará simultáneamente el doble remate por el sistema de pliegos cerrados, el día 25 de abril próximo a la una de la tarde.
Madrid, 31 de marzo de 1865. La Correspondencia de España.


El lago de Sanabria
ZAMORA, 28.—Ha sido ordenada la detención del guarda de doña Victoriana Vlllachica, pretendida propietaria del lago de San Martín de Castañeda, por oponerse al aprovechamiento público del lago, decretado por la República. También se ha dispuesto la colocación de carteles en los que se hace constar la calidad de dominio público del lago.
La Luz, Diario de la República. Lunes, 29 de Agosto de 1932


[...] Y he aquí que durante el último año no ingresaron los Ayuntamientos en la Diputación más que 406.673 pesetas, dejando por lo tanto de abonar el 50,72 % de las sumas que les corresponden, y que el día 31 de diciembre ascendía la deuda a 1.407.000 pesetas.
No ha mejorado la situación en lo que va de año, puesto que el último trimestre aportó la cantidad de 18.649 pesetas, debiendo haber superado las 200.000.
Con todas estas cosas, la Diputación provincial se encuentra en un verdadero conflicto, porque ha de verse precisada a desatender obligaciones ineludibles, y entre ellas la más grave, la de Beneficencia.
El Correo de Zamora recuerda que durante la Dictadura de Primo de Rivera pagaban los Ayuntamientos con mayor regularidad, hasta el extremo que no sólo no se desatendieron  las ineludibles obligaciones, sino que se mejoraron notablemente los servicios, se crearon otros y hasta se realizaron obras tan importantes como el Preventorio infantil de San Martín de Castañeda, el pabellón quirúrgico y el gabinete radiológico del Hospital de la Encarnación, restauración del castillo y del patio del Hospicio, reformas en el Hospital de Sotelo, en el Palacio Provincial y en el Gobierno Civil, etcétera, etc. "Ahora - añade el citado periódico - no se va a poder hacer nada porque no hay dinero". La situación, como se ve, no puede ser más desagradable, y la autoridad superior está obligada a intervenir de una manera enérgica. Acaso es tiempo todavía.
ABC, sábado 23 de abril de 1932

La actuación ha terminado y Nicolás cuenta las monedas que el rapaz ha recogido al pasar el cestillo. No son muchas, se diría que en cada mercado recolecta menos que en el anterior; pero al menos son suficientes para enviar al muchacho a realizar algunas compras mientras él se llega hasta la taberna para aliviar la garganta con un pocillo de orujo. Allí, como suele hacer, escucha las conversaciones sin intervenir en ninguna: los parroquianos discuten sobre las últimas noticias de los diarios y ninguno recuerda ya las historias que él acaba de contar en la plaza. Nicolás chasquea la lengua y alza su jarro en solitario y silencioso brindis honrando a una estirpe que camina hacia su final.


Sirva esta entrada como homenaje al periódico “El Noroeste”, que tras seis años informando sobre las comarcas de Sanabria, Carballeda y Los Valles publicó su último número en noviembre de 2012. Con sus – pocos – errores y sus – muchos – aciertos, mi reconocimiento por un trabajo bien hecho. Ya se le añora.


Fotos: Iglesia de San Salvador de Palazuelo 
Pd. Por si queda alguna duda, Nicolás de Alba es un personaje ficticio.

15 abr 2010

Galende, Municipio: Notas para un Artículo

Ribadelago, de 1923 a 2010
¿Todos los caminos conducen al Puente o acaso el Mercado está en el cruce de todos los caminos? Es difícil saberlo. Kruger, en su estudio sobre la cultura sanabresa de principios del S.XX, ya referenciaba la feria de los lunes como uno de los momentos más importantes de la vida cotidiana de los pueblos. Es posible que la actual tenga poco que ver con la que conoció el filólogo alemán, pero, aún así, el mercado semanal sigue siendo un hervidero de paisanos y visitantes, sobre todo en los meses de verano. Además, El Puente se ha consolidado como uno de los centros económicos y de servicios de la comarca. Establecimientos de hostelería, comercio, industria y ocio; eventos como la Concentración de Motos -en Julio- o la Feria de Artesanía -en Agosto- y su situación en la carretera de acceso al Lago hacen que la visita sea inexcusable.
Mercado del Puente
El crecimiento del Puente lo ha llevado a unirse prácticamente con Ilanes, en la orilla del Truchas. Cuenta con un albergue juvenil situado en un bello paraje de robles y castaños, que también acoge una ermita de gran devoción. Un corto paseo por esa misma arboleda os acercará a Rabanillo, con su iglesia dedicada al Cristo de las Necesidades y estimables muestras de arquitectura popular. Cuenta la tradición que las tropas napoleónicas utilizaron el pueblo para abastecerse, e incluso hay quien dice que sigue en pie alguno de los establos donde recogieron sus caballerías. Yo lo intenté, pero no los he encontrado. En sus inmediaciones, en Monte Gándara, se sitúa la nueva Casa del Parque Natural, edificio de llamativa construcción que ha de convertirse en el espacio de referencia para la comprensión de la naturaleza en la comarca. Desde allí, siguiendo la carretera del Lago, llegáis hasta la ermita de Cubelo. El pueblo se extiende a vuestra derecha, bajando hacia el Tera. No penséis que es solamente la urbanización a la izquierda de la carretera.

Monte Gándara
Galende, la capital del municipio, fue posiblemente el pueblo pionero en el aprovechamiento turístico del Lago. Junto a los campings, las cabañas, los alojamientos de turismo rural, alberga innumerables segundas residencias y los servicios necesarios para la comodidad del visitante, pero también guarda rincones que nos muestran el ayer del pueblo y bellos caminos tradicionales, tanto junto a los ríos Tera y Trefacio como por los robledales que llevan a Ilanes, Quintana, Rabanillo…

Caminos en Galende
O hacia Pedrazales, que comparte con Galende el hecho de marcar el límite sudeste del Parque Natural. Pedrazales es un hermoso pueblo de intrincadas callejas y frondosos árboles, muy vinculado en la antigüedad al Monasterio de San Martín: allí mantuvieron los monjes una hacienda donde recaudar los tributos de la comarca, cuando el invierno complicaba el acceso a San Martín. Siguiendo el cauce del Forcadura hacia la sierra llegamos a Vigo (de Sanabria, por supuesto): os ofrecerá algunas estampas que parecenextraídasde un belén. Quizás el hecho de haberse incorporado más tarde al desarrollo le ha permitido mantener mejor el sabor tradicional.

Castaño en Pedrazales
San Martín de Castañeda es, posiblemente, el pueblo que ofrece unas vistas más espectaculares sobre el Lago. Su importancia en la historia de Sanabria y Carballeda es fundamental, no en vano su Monasterio, que hasta ahora ha albergado el Centro de Interpretación del Parque Natural, fue titular de propiedades y derechos en toda la comarca. El San Martín de hoy poco tiene que ver con el retratado por Unamuno o aquel que visitó Alejandro Casona con sus Misiones Pedagógicas; tampoco con la Casa de Reposo para tuberculosos, reconvertida en Albergue de Juventud. Siguiendo la misma carretera llegamos a la Laguna de los Peces, el lugar de mayor altura del Parque al que podemos acceder por carretera y, así, uno de los más visitados, tanto por sus frecuentes nevadas en invierno como por ser punto de partida de numerosos senderos de montaña. De allí, por ejemplo, parte la más conocida ruta a Trevinca, el techo conjunto de Galicia y Zamora.

Nieve en Peces
Los monjes de San Martín utilizaban un intrincado camino, hoy conocido como Senda de los Monjes, para bajar hasta Ribadelago, tristemente famoso por la rotura de la presa de Vega de Tera que costó la vida de la mayor parte de su población en 1959. El pueblo se ha esforzado por honrar la memoria de las víctimas y también por demostrar que es posible sobrevivir a cualquier situación, por dura que sea. No penséis que desapareció todo: en lo que podemos llamar su casco antiguo hay casas que se mantienen inmutables en el tiempo. Su emplazamiento, en la misma embocadura del Cañón del Tera, es espectacular y en sus inmediaciones se sitúa uno de los bosques autóctonos mejor conservados de la comarca: la Beseda, en el camino que parte hacia Sotillo.
 
San Martín
Para dar cobijo a los supervivientes de la tragedia se erigió Ribadelago Nuevo, antes llamado de Franco. Su arquitectura se aleja de la tradicional de la zona y emparenta directamente con las casas del Plan Badajoz, no en vano dicen que fueron utilizados los mismos proyectos de construcción. Es el pueblo más cercano a las populares playas del Lago (Viquiella, Custa Llago) y así proliferan los bares, cafeterías, restaurantes y alojamientos donde descansar de nuestras jornadas de baño.

Ribadelago Viejo
Si visitáis Sanabria y Carballeda es difícil que no acabéis en alguno de los pueblos del municipio de Galende, de una manera u otra. Es cierto que su temprana explotación turística ha causado algunas actuaciones cuando menos conflictivas. Hay que recordar que, en los años 70, se publicitaba al Lago como “ El Mar de Castilla”, nada menos, como si fuésemos una sucursal del Torremolinos del landismo en la Sierra Segundera. Afortunadamente, la concepción ha cambiado radicalmente y hay una firme voluntad de cuidar tanto al viajero como al entorno, que deben ser complementarios y no excluyentes. Y no olvidemos que ese primer aprovechamiento turístico permitió al municipio el asentamiento de servicios y pequeñas industrias que, sumados a las tradicionales agricultura y ganadería, han mantenido su población en niveles razonables.

Rabanillo, llegando desde Ilanes
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Fotos: Xibeliuss, excepto la nº1: F.Krüger