(...)Me acerqué al pueblo con la intención de fotografiar cierta sepultura en la que me habían comentado se funden elementos católicos y judíos. Resulta que es día de fiesta y un amable paisano, tras verme cargado con la cámara y mis múltiples libretas, se empeña en que comparta la mesa con la familia. No hay manera de librarme y el agasajo concluye ya oscurecido. Camino del coche, me cruzo con un grupo de jóvenes que, entre risas, parecen dispuestos a continuar la fiesta hasta el amanecer. Les oigo cantar:
“ Sé quién tiene la llave de una ciudad
y sé quién tiene la espada que vencerá”
No parecen conocer nada más de la letra, que repiten varias veces. No es algo extraño en romances antiguos. Se despiertan todas mis alarmas. Entre la documentación que manejo, un artículo menciona que el pueblo mantiene aún hoy un barrio conocido como del franco, que, pese a lo que pueda parecer, no guarda relación con el antiguo dictador del país sino con un posible asentamiento extranjero en tiempos de la Reconquista. Dado que este lugar nunca alcanzó categoría de villa: ¿pudiera ser que el cantar datase de tan antiguo?(...)
La Mundeira
(...)Busco entre mis dossieres y mando consultas a la Universidad. Encuentro en el Libro Tumbo del monasterio de San Martín de Castañeda la donación de Pedro Pérez de un realengo recibido del leonés Fernando II -aquel durante cuyo reinado se instauró la bula del año santo compostelano, ver apuntes sobre el Camino Sanabrés: “ Sancta María de Avitello, sito iuxta Cubleiros et Sanctam Columbam ”. Data de 1171, pero pienso que los orígenes del pueblo se sitúan un par de siglos atrás, en los tiempos de Alfonso III , el último rey del gran reino astur antes de la separación bajo nuevas banderas. Alfonso realizó una gran labor repobladora y es significativo que mandara traer orfebres francos para labrar la Cruz de la Victoria, todavía hoy símbolo de Asturias (...)
(…) Sé que caigo en el riesgo de intentar adecuar los datos empíricos a mis propias experiencias. Pero no puedo evitar la tentación: mi origen y mi bagaje cultural son centro europeos y debo investigar la posibilidad de
Saint Columba. No me refiero a
Collumcille, el belicoso monje que provocó una batalla por los derechos sobre un libro copiado que provocó la muerte de 3.001 hombres (uno de su bando) y en penitencia por ello partió a evangelizar a los salvajes pictos. No en vano era descendiente de
Niall de los Nueve Rehenes, el
ardor guerrero estaba más que supuesto. En todo caso tendría que buscar la conexión con
Columbanus, casi contemporáneo del anterior, que sí anduvo por Francia e Italia. ¿Puede ser que, entre sus disputas con la ortodoxia sobre la fecha más conveniente para celebrar la Pascua, llegase a España? ¿O que de alguna manera el culto a su figura llevase a un puñado de
francos a darle su nombre al pueblo donde se asentaron?. Hum... difícil. Me voy cuatro siglos atrás, demasiado (…)
(…) Consulto el santoral católico y me encuentro con al menos cuatro Santa Colombas: de Sens, de Cornualles, de Roma y de Córdoba. Por cercanía, quizás esta última resulte la más interesante. Martir del S.IX, fue decapitada y arrojada a un río, del que su cadáver volvió a salir intacto. Veo, sin embargo, que las historias de las cuatro son muy parecidas entre sí, con lo que se puede tratar de la adaptación de una leyenda más antigua a distintas localizaciones y grupos sociales (comprobar el mito griego de Aretusa).
(...)Localizo algunos datos sobre una poderosa familia siciliana de apellido Santa Colomba y otra rama en la tierra de Ayala, señorío de Vizcaya, que llegó a participar en las batallas de Clavijo y del Salado. Sin embargo, la cuestión genealógica -incluidas menciones a los templarios, la Orden de Malta, los Caballeros de Santiago, etc.- me lleva a tal embrollo que tengo que desistir: ¡el apellido está distribuido por los cuatro confines del mundo!. La línea de investigación toponímica me lleva así mismo ante tal dédalo de confusión que me siento desfallecer: hay Santa Colombas de Curueño, Somoza, la Vega, las Monjas... Santa Colomas de Allande, Gramanet, Cervelló, Farners, Queralt, Arceniega, Burgos, Andorra... y no cuento las variantes en Francia, Argentina, etc. Sin embargo, la presencia en las cercanías de los pueblos de Lomba / Llomba (Barrio, Riego y San Miguel) me hace pensar que, tal vez, el nombre del lugar proceda tan solo del punto de origen de sus repobladores hispanos originales, posiblemente leoneses maragatos o asturianos, pues en ambas zonas existen tanto Lombas como Santa Colombas. Sería entonces un caso similar a Limianos, Castellanos, el propio Asturianos... Claro que Llomba viene de loma, lomo, y en principio no tiene relación con colomba, paloma... Ejem, lo dejo aquí de momento (...)
(…) Me siento muy cansado. El rector Bistebol me lo ha dicho en más de una ocasión: “ Su mejor virtud es su inmensa capacidad de trabajo. Y su peor defecto, querido Herbert, es esa misma capacidad, que le lleva a obsesionarse y dar vueltas sobre sí mismo como un pollo sin cabeza.”
Hoy he subido hasta Peña Mira. Me acompañó en la visita una amable joven, perteneciente a la asociación cultural de la comarca. La vi tan interesada y tan informada en cuestiones de la tierra que no pude evitar mostrarle mis investigaciones sobre Sanctam Columbam. Me miró de una forma extraña y se echó a reír. No una sonrisilla ni una risa tímida: un ataque en toda regla. Cuando después de no poco tiempo consiguió controlarse, me explicó que la canción pertenece a un conjunto de música moderna llamado Ñu y que ella podía facilitarme el disco. Es lo que estoy escuchando en estos momentos. Salvo alguna tonada de aire claramente medieval, sólo se puede definir como heavy metal. Hum, no suena mal del todo.
Me acabo de dar cuenta que entre fiestas, cantares y estudios inútiles, no he fotografiado la sepultura que me llevó a Santa Colomba (...)
Conversaciones con mi dictáfono, Vol.LXIX
(N. del Ed.) Pese a las mayormente discutibles conclusiones a las que llega el profesor, los datos sobre Historia, Leyendas, Genealogia y Toponimia que aporta son reales: